Un paseo de final de verano por el Pla de l’Ermita de Taüll
La modesta ermita románica de Sant Quirc de Taúll da nombre a este paraje idílico de alta montaña, el Pla de l’Ermita de Taüll, un lugar ideal para desconectar unos días.
La modesta ermita románica de Sant Quirc de Taúll da nombre a este paraje idílico de alta montaña, el Pla de l’Ermita de Taüll, un lugar ideal para desconectar unos días.
Encaramada en lo alto de una roca, la diminuta abadía románica de Sant Salvador de la Vedella es lo único que queda del que fue un próspero pueblo a orillas del río Llobregat, aunque a veces la sequía nos devuelve más recuerdos. Vamos a ver qué descubrimos.
En lo alto de una colina en el Parque Natural del Montseny, a 632 metros de altitud, se encuentra el Castell de Montsoriu, considerado el castillo gótico más importante de Catalunya y toda su área de influencia. Vale la pena hacerle una visita en familia.
Empezamos el año con un post de nieve. Si hay un lugar cerca de Barcelona y Girona donde disfrutar de la nieve con los más pequeños, éste es Núria en invierno. Abrígate y añade raquetas y trineo a tu equipo.
La agonía de un pueblo sin futuro acaba cuando marcha el último habitante, y sus ruinas, como esqueletos de cadáveres, dan pie a supersticiones y a historias macabras. Revisitamos Marmellar para constatar el paso del tiempo.
El Pantano de Santa Fe de Montseny, a poco más de una hora de distancia de Barecelona, es un claro ejemplo de los cambios estacionales de la naturaleza.
Entre las sierras de Aralar y de Urbasa, en Navarra, hay un bosque de colosales robles donde en cada rincón parece que se te vaya a aparecer un duende. Son los Robles Milenarios de Danbulintxulo.
Muy cerca de Pamplona se encuentra un bosque milenario único, un robledal húmedo muy parecido al famoso bosque de Sherwood: el Bosque de Orgi.
Detrás de la fábrica de embutidos de Les Planes d’Hostoles se encuentra el salto de agua más alto del río Brugent que va a parar a una gran poza en un entorno que la hace muy especial, el Gorg de Santa Margarida.
Cerca de Coimbra hay un bosque artificial creado por monjes benedictinos desde hace siglos. Es tan exuberante y lleno de sorpresas que le llaman el Bosque Encantado de Buçaco.