Una vuelta por el Paraje Natural y el Bosque de Poblet
El Bosque de Poblet, sobreexplotado a lo largo de los siglos, es hoy una importante reserva natural que hay que cuidar y vale mucho la pena visitar.
El Bosque de Poblet, sobreexplotado a lo largo de los siglos, es hoy una importante reserva natural que hay que cuidar y vale mucho la pena visitar.
El río Francolí nace de la unión del río Milans con el Barranc dels Torrents en Vimbodí, aunque algunas fuentes dicen que el origen del Francolí es el Barranc de Viern en Vallclara. Vamos a conocer este lugar tan poco conocido de las Muntanyes de Prades.
Sant Joan de la Muntanya es una ermita medieval en las Montañas de Prades y a poca distancia de Montblanc. Desde allí se disfrutan las mejores vistas de la Conca de Barberà.
El Camí Natural Muntanyes de Prades descubre los espectaculares alrededores de Prades discurriendo entre bosques mediterráneos, y permite disfrutar de bellas panorámicas del entorno.
El Camí del Rec de la Selva del Camp, durante siglos un camino auxiliar para mantener la canalización de agua hacia la villa, olvidado durante 30 años, y ahora recuperado para poder conocer la historia y disfrutar del entorno.
En el corazón de las Montañas de Prades se encuentra la cabecera del río Brugent, un río corto pero muy cargado de energía que se ha ido aprovechando desde tiempos remotos.
En el corazón de la Serra de la Mussara, en el Camp de Tarragona, hay una profunda grieta en la roca cuyo interior es fascinante, los Avencs de la Febró.
El río Brugent, en las Montañas de Prades, suele «rugir» en época de lluvias, y cuando no ruge da vida a rincones tan bellos como el Toll de l’Olla. Si quieres conocerlo aquí te enseño cómo llegar y qué te puedes encontrar.
Al valle que excava el río Montsant entre las sierras de la Llena y del Montsant le llaman el «valle del silencio» porque no lo habita nadie. El Congost de Fraguerau es un desfiladero que se adentra en lo más profundo de este valle.
Las Montañas de Prades son cuna de ríos cortos pero intensos. Suelen ir secos casi todo el año, pero en temporada de lluvias se cargan de agua y bajan con fuerza descomunal, esculpiendo valles como el Valle del río Glorieta.