Capafonts es un pequeño pueblo de la la comarca del Baix Camp, en la provincia de Tarragona, que se encuentra enclavado sobre un ligero montículo en el fondo de una depresión en medio de las Muntanyes de Prades. Su topónimo deriva del latín Capite fontium, «cabeza de las fuentes», y prueba de ello son las 53 fuentes conocidas en el municipio, una de las cuales, la Font de la Llódriga, no se seca nunca y es considerada el nacedero del río Brugent, afluente del Francolí (no es el mismo Brugent que el que es afluente del Ter en Girona). En este recorrido por la cabecera del río Brugent vamos a descubrir rincones bellos y singulares como el Toll de les Tosques, la Cova de les Gralles o el Salt de la Pixera.
El recorrido por la cabecera del río Brugent: track y recomendaciones
Se trata de un itinerario circular de algo menos de 7 km y que no tiene especial dificultad excepto una corta pero fuerte ascensión después de la Font de la Llódriga y el acceso a la Cova de les Gralles, por lo que en global la considero de dificultad moderada. Como no es larga y pasa por lugares refrescantes a orillas del río se puede ir con niños, pero con precaución. En cuanto al equipamiento, calzado de senderismo cómodo, agua, y en verano gorra y crema solar, aunque la mayor parte del recorrido es a la sombra. En otras épocas del año recomiendo llevar algo de ropa de abrigo, porque intuyo que aquí las temperaturas deben ser bajas (no es raro encontrar nieve en invierno). Yo el recorrido lo hice en agosto del 2019 temprano por la mañana, y la temperatura era más que aceptable. Importante consultar antes el pronóstico del tiempo y evitar periodos de fuertes lluvias porque la cabecera del río Brugent puede ir muy crecida.
El entorno y su relieve
Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en en el + y en el – bajo la barra de reproducción para cambiar la velocidad.
La excursión y las fotos
Km 0,0 – Aparcamiento de Capafonts
Empezamos el recorrido dejando el coche en un aparcamiento habilitado a las afueras de Capafonts junto a la carretera TV-7041 y frente a la Oficina de Turismo (subiendo hacia el pueblo a la izquierda).
A continuación nos dirigimos hacia el centro del pueblo. Al final de la carretera o calle de entrada encontramos una especie de plaza y el casco urbano de Capafonts.
Hoy en día Capafonts tiene 121 habitantes. Tras sufrir la típica despoblación de mediados del siglo XX, sobre los años 70 se empezaron a recuperar algunas casas como lugar de veraneo debido a su clima fresco y seco, incluso en verano.
Seguimos por la calle de enfrente, y poco antes de llegar a la iglesia encontramos a nuestra izquierda un escondido callejón, la calle Barceloneta.
Nos desviamos por ese callejón y pasamos por debajo de una casa al doblar la esquina.
Seguimos por la calle. Al fondo vemos unas escaleras.
Las escaleras del final de la calle se acaban en la última casa del pueblo, y a partir de ahí se convierten en camino, que va a parar a la carretera.
Al llegar a la carretera seguimos hacia la derecha.
De una curva de la carretera sale un camino asfaltado a la derecha. Un poste indicador da varias opciones para ir a La Mussara. Aunque nosotros no vamos a llegar hasta allí, sí vamos a ir hacia la Font de la Llúdriga (o Llódriga como dicen aquí en Capafonts), así que tomamos el camino.
Al fondo nos llama la atención un saliente de roca en una montaña. Se trata del Picorandán, una de las montañas más altas del municipio (991 m) y cuyo nombre en lengua mozárabe dicen que significa «pico de golondrina». Poniendo un poco de imaginación sí que lo parece.
A unos 200 metros llegamos a un cruce por el que a su vez cruza un poco de agua. Hay una hilera de piedras en uno de los caminos que me hace pensar que igual suele inundarse.
Nosotros seguimos hacia la Font de la Llúdriga por el camino con pavimento a base de cemento.
Detrás nuestro tenemos Capafonts.
Km 0,9 – Camí de la Llódriga
El primer tramo del camino aparece cubierto con una gruesa capa de pavimento estriado. Imagino que este camino es frecuentado por vehículos agrícolas y que cuando llueve es fácil que se enfangue si no está pavimentado.
Por delante nuestro revolotean algunas mariposas que luego desaparecen de forma repentina delante de nuestros ojos.
A orillas del camino también hay cornejos (Cornus sanguinea) o sanguinyol en catalán, con sus frutos ya maduros. Los frutos del cornejo son consumidos por algunos mamíferos y muchos pájaros. La madera es de calidad excelente, de color blanco rosado, muy dura y resistente. Se utilizaba para hacer mangos de herramientas y pequeñas piezas torneadas. Las ramas delgadas se utilizaban para cestería, y las más gruesas para tutores de jardinería. También fueron utilizadas para hacer flechas. El arquero prehistórico Ötzi llevaba flechas de cornejo.
El camino nos va acercando a los barrancos que vamos a visitar, el de la Pixera a la izquierda y el de la Font Nova a la derecha. Por la derecha sobresale la formación rocosa del Morral de la Devesa.
A los 500 metros del cruce se acaba el pavimento y el camino se vuelve de tierra. Hemos dejado atrás los campos.
Y 300 metros más adelante llegamos a un cruce de caminos.
Tomamos el camino de la izquierda pasando la cadena, y a los pocos metros encontramos un sendero a la izquierda señalizado con un poste con una marca verde.
Nos introducimos en el bosque de la izquierda por ese sendero.
Seguimos las indicaciones de los postes con marcas verdes.
A los 200 metros vemos un poco de claridad en este bosque tan denso. Se trata de un pequeño mirador.
Km 1,9 – Salt de Les Tosques
Cuando llegamos al mirador nos asomamos y hacia la derecha vemos lo que parece ser un muro de piedra. Se trata del dique del Salt de Les Tosques, construido hace algo más de medio siglo en el lugar donde se encontraba un bello salto de agua de pedra tosca o travertino. El dique se construyó para retener los sedimentos del río, pero en la primera riada se llenó de grava y no sirvió de nada, aparte de haber destruido para siempre uno de los lugares más pintorescos del río. Cuando ha llovido mucho sí que baja agua por el dique formando una cascada, pero no hoy y por eso apenas se ve nada.
Seguimos por el sendero. Unos metros más adelante una barandilla nos indica por dónde tenemos que continuar.
Pasamos junto a pino con el tronco retorcido de forma caprichosa.
A unos 50 metros del mirador anterior llegamos a otro, éste por encima mismo del dique.
Unos peldaños de madera a la izquierda nos llevan hacia el mismo dique. Hoy no baja agua, pero la prueba de que lo ha hecho desde su construcción son los depósitos de travertino en su estructura. La abundante vegetación no deja ver mucho más.
Mirando valle abajo tampoco vemos gran cosa, sólo el mirador de 50 metros antes.
Seguimos por el sendero. En los cruces siempre hay un poste que nos ayuda a orientarnos. En este cruce seguimos a la izquierda.
Km 2,1 – Tolls de Les Tosques
Pocos metros más adelante el sendero nos lleva a uno de los rincones más bellos y llenos de paz de todo el recorrido, los Tolls de Les Tosques.
El río Brugent (aquí llamado Riu de l’Horta) baja tranquilamente con pequeños saltos de toll en toll (en castellano un toll es una poza pequeña, casi una charca). Nosotros nos movemos en sentido contrario al agua y vamos remontando el río, contemplando cada toll en todos los ángulos posibles para intentar entender su belleza.
Las pozas son muy poco profundas, por lo que más que bañarte puedes remojarte las piernas si te sientas en el fondo, aunque no me atrevo ni a meter un pie por no romper este equilibrio.
Los Tolls de les Tosques tenían un aspecto muy diferente antes del año 1994, en que una riada lo cambió por completo e incluso hizo desaparecer una pequeña cueva llena de helechos. Aún así ahora el lugar es de una belleza extraordinaria. La exuberante vegetación, la transparencia del agua y la luz que se refleja en ella y en el fondo de las pozas, el sonido del agua… No encontramos el momento de abandonarlo y seguir con nuestro recorrido por la cabecera del río Brugent, pero hay que hacerlo. Volvemos al sendero y seguimos los postes.
El sendero sigue cuesta arriba, en algunos tramos con escalones para ir ganando altura poco a poco.
Este sendero tan sombrío es de agradecer en pleno verano.
En algunos tramos más expuestos las barandillas nos dan un plus de seguridad.
En algún tramo el sendero se acerca de nuevo el río y nos permite comprobar que el agua sigue siendo muy transparente hasta en los lugares donde el agua está más estancada.
Hay algún tramo de escaleras fácil de superar gracias a las barandillas.
Otro rincón del río junto al sendero.
Y otro tramo de escaleras a base de raíces y de piedras.
Unos 300 metros después de los Tolls de les Tosques llegamos a un pequeño claro en el bosque, con el Morral de la Devesa asomando sobre los árboles. Seguimos los postes.
Un último acercamiento a las aguas tranquilas del Brugent.
Y último tramo del sendero de Les Tosques.
El sendero acaba en el Camí de la Llódriga. Seguimos a la izquierda y a los pocos metros llegamos a un amplio claro con una señalización. Estamos en el corazón de la cabecera del río Brugent.
Giramos a la izquierda y cruzamos el cauce del río, que aquí suele estar seco. El sendero se adentra en el bosque.
Km 2,5 – Font de la Llódriga
Llegamos a la Font de la Llódriga, y lugar en el bosque donde siempre brota el agua aún en los periodos de gran sequía. De hecho se suele admitir que aquí nace el río Brugent ya que de las 53 fuentes conocidas en Capafonts ésta es la única que nunca se seca.
El entorno está bastante deteriorado, no sé si por mediación del hombre o de forma natural. Aún así es un lugar bastante acogedor y supongo que en los buenos tiempos y con agua abundante ha atraído a muchos excursionistas.
Regresamos a la explanada y retrocedemos por el Camí de la Llòdriga en dirección a La Mussara y a Capafonts.
A poco menos de 100 metros y pasado el sendero a Les Tosques por el que vinimos, a la izquierda del camino encontramos otro sendero señalizado que se adentra en el bosque cuesta arriba.
Aquí empieza el tramo de fuerte cuesta. Tomamos ese sendero a la izquierda y empezamos a subir a través del bosque. En unos 150 metros de camino ganamos unos 30 de altura. Llegamos a un cruce y seguimos hacia la izquierda.
En los 100 metros siguientes ganamos otros 30 de altura. Tengo que pararme a menudo para recuperar el aliento. Las siguientes fotos no dan fe de la pendiente aunque están hechas sin levantar el objetivo del plano horizontal.
Tras pasar a los pies del Morral de la Devesa, que no vemos porque nos lo impiden las copas de los árboles, la cuesta se va suavizando. Cuando llevamos unos 300 metros por este sendero que sube a La Mussara se nos abre un pequeño claro que nos deja ver los riscos del otro lado del barranco. Por ahí pasaremos a la vuelta hacia Capafonts. Por debajo de la zona central de la foto y a la izquierda, la roca llamada La Gallina.
Un poco más a la derecha vemos el Barranc de la Pixera, por el que también pasaremos a la vuelta.
Durante unos pocos metros vamos a volver a ver el sol… y sin perder el aliento.
Km 3,0 – Font de l’Espluga Negra
Poco después de volver a entrar en el bosque pasamos junto a la Font de l’Espluga Negra, de la que mana un chorrito de agua.
No sé si el agua será potable o no, pero en una rama hay un pequeño cazo rojo atado a una cuerda y que sirve para tomar agua de la fuente.
Espluga es una de las denominaciones de «cueva» en catalán, por lo que supongo que cerca de allí debe haber alguna cueva de paredes muy oscuras. A menos de 100 metros de la fuente llegamos a otro cruce.
A la derecha el camino continúa hacia La Mussara, y a la izquierda hacia la Cova de les Gralles, que es a donde vamos.
El sendero va llaneando entre matorrales, con vistas a los barrancos. A unos 150 metros del cruce anterior ya vemos con claridad la Cova de les Gralles por delante nuestro.
A unos 350 metros del cruce nos adentramos en una zona con vegetación más densa, casi selvática. Y si no fíjate en los datos de tiempo de exposición e ISO de la siguiente foto.
Y 50 metros más adelante llegamos más adelante llegamos al cauce seco del Barranc de la Llódriga, a nuestra izquierda.
Para llegar a la Cova de les Gralles hay que continuar hacia la derecha, siguiendo las marcas rojas en los troncos de algunos árboles. Cuesta un poco ver esas marcas de pintura.
A pocos metros de llegar a la cueva el terreno se hace cada vez más difícil, con rudimentarios escalones a base de piedras y raíces.
A pesar de estar tan cerca de la Cova de les Gralles, no me atrevía a seguir avanzando por este sendero por culpa de mi condición física y mi poco equilibrio. No era problema el seguir subiendo pero sí que lo podría ser el regreso, ya que soy muy propenso a los resbalones y caídas cuando estoy bajando. Así que decidí dar la vuelta y abortar la visita a la Cova de les Gralles.
Km 3,6 – Cova de les Gralles
Aunque no llegué a la Cova de les Gralles, vale la pena añadir este punto y la información en el detalle del itinerario. Se trata de un enorme hueco en la roca en forma de ábside románico y de cuyo «techo» cae a veces una cascada desde 50 metros de altura que llena un pequeño lago delante de la cueva. Ya te puedes imaginar por esta descripción que debe ser un lugar espectacular, así que te animo a llegar a él.
Después de este inciso retomo mi recorrido en el punto en el que lo dejé, dando la vuelta a pocos metros de llegar a la cueva y llegando al cauce seco del barranco.
El fondo del barranco está lleno de rocas de gran tamaño, además de matorrales.
También se puede llegar a la Cova de les Gralles desde aquí avanzando por entre las rocas del barranco, así que si no has podido hacerlo por el bosque, aquí hay otra oportunidad.
De todos modos yo tampoco me atrevo a continuar por aquí y poder torcerme un tobillo, así que me siento un momento en una de las grandes rocas del barranco y miro río abajo antes de proseguir.
Justo frente al sendero que venía de la Cova de les Gralles sale otro sendero en la otra orilla del barranco de la Llódriga. Nuestro camino es por ahí.
En el camino hay una indicación que nos informa de que hasta el Barranc de la Pixera falta una mica (un poco) y hasta La Foradada una mica més (un poco más), una información muy «útil».
El sendero progresa hacia el norte al borde del barranco y con constantes subidas y bajadas, sin por ello causar cansancio.
A unos 400 metros del barranco de la Llódriga el sendero pasa junto a una explanada elevada a modo de mirador natural.
Nos separamos un momento del sendero para asomarnos a este mirador. Barranco abajo vemos Capafonts y justo por encima y a lo lejos la Roca dels Corbs, muy próxima a la ermita de l’Abellera de Prades. Por esa zona pasa la excursión «El Camí Natural Muntanyes de Prades pasando por la Ermita de l’Abellera» que también tengo publicada en Fotohiking. Otra roca con nombre y que podemos ver desde aquí es La Gallina, a la derecha de Capafonts y más cerca nuestro, un poco a la izquierda de un saliente de roca coronado por un pino.
Por detrás nuestro el barranco de la Llódriga. Desde aquí no se ve la Cova de les Gralles.
Volvemos al sendero y seguimos por él. Estamos a punto de pasar al Barranc de la Pixera. Frente a nosotros unos riscos calcáreos plagados de cuevas.
El sendero describe una amplia curva a la derecha a medida que nos adentramos en el Barranc de la Pixera, que podemos ver al fondo una vez se acaba la curva. Después de una lluvia abundante se forma un vistoso salto de agua desde lo alto del barranco, al estilo del de la Cova de les Gralles, y cuando el viento sopla en contra es capaz de levantar el chorro de agua y llevarlo hacia arriba o simplemente dispersarlo en el aire. De ahí el nombre de la pixera o «las ganas de orinar» en castellano.
El sendero se vuelve a rodear de espesa vegetación como cuando llegábamos al Barranc de la Llódriga.
Km 4,2 – Barranc de la Pixera
El sendero cruza el barranco por el fondo, por el que corre algo de agua. Seguimos las piedras blancas.
Al otro lado del barranco el camino se desdibuja sobre el terreno rocoso y se necesario buscar los hitos de piedras para ver por dónde discurre el camino.
A los pocos metros volvemos al sendero «normal».
Desde este lado del barranco de la Pixera vemos los riscos del lado opuesto. Me llama la atención un hueco del estilo de la Cova de les Gralles pero no tan grande ni arquitectónicamente perfecto.
El sendero va más o menos llaneando por el lado derecho del barranco, a ratos entre árboles y a ratos entre salientes de roca.
Sobre nuestras cabezas lo que parece un gavilán común (Accipiter nisus).
A unos 350 metros de cruzar el barranco de la Pixera pasamos a los pies de unos riscos cortados en vertical.
Poco a poco vamos viendo Capafonts más grande y claro. Nos estamos acercando.
A lo lejos podemos llegar a ver el mirador del Salt de les Tosques entre la masa forestal del otro lado del barranco.
También vemos el Picorandán, aunque desde aquí ya no parece el pico de una golondrina.
Y por encima de Capafonts vemos ya más clara la ermita de l’Abellera de Prades con la ayuda del teleobjetivo.
El sendero queda un poco expuesto en algún tramo, lo que puede causar cierto pánico en personas con vértigo, aunque con precaución y tranquilidad se puede superar sin problemas.
A casi 600 metros del barranco de la Pixera pasamos junto a otros riscos, no tan espectaculares como los anteriores pero para mi gusto más fotogénicos.
Pasamos junto al saliente que vimos bastante más atrás y que tenía un pino en lo alto.
Km 4,8 – La Gallina
Abajo a la derecha del saliente del pino vemos la roca llamada La Gallina, porque parece una gallina o un león vista desde Capafonts. Desde arriba parece cualquier cosa menos una gallina. Al fondo el Picorandán.
Unos 100 metros más adelante el camino parece que se complica para los que tenemos algo de vértigo, pero una vez allí no es para tanto.
A 150 metros de La Gallina llegamos a un cruce. A la derecha se va a la Foradada, a poco más de 100 metros si la queremos ver y fotografiar, pero nuestro itinerario continúa hacia abajo por la izquierda.
El sendero desciende fuertemente en un terreno a ratos rocoso y a ratos aparentemente pavimentado. En 300 metros bajaremos 60.
A unos 150 metros del cruce anterior me llama la atención la textura de una gran roca plana en el suelo, que me recuerda la piel de un elefante. Desconozco la causa de esa curiosa textura.
Unos metros más adelante veo otras rocas con unas marcas más profundas.
Km 5,2 – Collada de les Hortasses
A 300 metros del cruce de la Foradada llegamos a la Collada de les Hortasses (782 m), un tramo llano del sendero y por encima de depresiones a ambos lados, a la izquierda Les Hortasses y a la derecha el Barranc de la Tarrascona.
Al final llegamos a una bifurcación. Continuamos a la derecha hacia Capafonts.
El sendero tiene un marcado aire de camino rural.
Por este camino más tranquilo podemos prestar más atención a la fauna que nos rodea, como este saltamontes que nos contempla al pasar.
También las mariposas que revolotean delante nuestro a cada paso que damos y que cuando se posan de nuevo cuestan de ver.
El camino vuelve a descender, pero ahora más suavemente.
Aunque hay algún tramo algo más complicado.
A los 400 metros de la Collada de les Hortasses ya tenemos Capafonts a tocar.
A los 500 metros de la collada el sendero se cruza con un camino. Seguimos a la derecha por ese camino.
Unos 100 metros más adelante dejamos el camino por un sendero pedregoso que baja a nuestra izquierda.
Pocos metros más adelante llegamos a la carretera TV-7041.
Continuamos por el borde de la carretera en dirección a Capafonts.
Pasamos por el puente que cruza el río Brugent, con poca agua tras un verano muy seco.
Unos 100 metros después del puente cruzamos la carretera para desviarnos por un camino a la derecha.
A los pocos metros nos desviamos a la izquierda frente a una vieja señal de prohibido acampar.
El empedrado camino, que se dirige directamente a Capafonts, también tiene aspecto de ser un antiguo camino rural.
En unos 100 metros de dejar la carretera llegamos de nuevo a la carretera, justo en el mismo punto en que la encontramos en los primeros metros del recorrido después de atravesar el pueblo.
Km 6,7 – Aparcamiento de Capafonts
A partir de aquí podemos volver hasta el aparcamiento atravesando de nuevo el pueblo y callejear un poco por él, o por la carretera, como hice yo.
Y aquí acaba este recorrido por los barrancos de Capafonts y que nos permite conocer la cabecera del río Brugent. Lástima no poder haber llegado a la Cova de les Gralles. Espero poder hacerlo si repito.
Por último
Recuerda ser respetuoso con el entorno y con los demás. Los lugares idílicos dejan de serlo cuando los destrozamos. Es tan sencillo como seguir los siguientes consejos:
- Aparca donde esté permitido y sin impedir el paso a otros vehículos, personas o animales. A tí no te gustaría que te bloquearan el paso.
- No muevas piedras, arranques plantas o molestes o dañes a los animales, aunque sean insectos. Si están ahí por algo será.
- No hagas pintadas ni grabados en rocas ni en cortezas de árboles. No tiene ningún sentido.
- No grites ni hagas demasiado ruido. Si a tí te molesta, a la fauna más.
- Recoge tus desperdicios, incluídas colillas y pañuelos de papel, y tíralos en los lugares adecuados, y si no hay pues en tu casa. Pesan y ocupan menos a la vuelta que a la ida.
Si todos hacemos esto tan simple encontraremos estos lugares como si acabaran de ser descubiertos.
Cómo llegar a la cabecera del río Brugent
Previsión meteorológica
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