Gorgs de La Febró, unas piscinas naturales en las Montañas de Prades

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En una depresión en pleno centro de las Montañas de Prades, en la provincia de Tarragona, se encuentra la pequeña población de La Febró. Con tan sólo 40 habitantes censados en el año 2014, La Febró es el tercer pueblo con menos habitantes de Catalunya. A parte de esta singularidad, lo que más llama la atención de este lugar son los atractivos de su entorno natural. Debido a la naturaleza calcárea del macizo montañoso, los miles de años de erosión provocada por sus ríos de irregulares caudales han modelado un paisaje único con riscos, cuevas, simas (no te pierdas mi ruta a los Avencs de la Febró), cascadas y pozas. Las pozas de La Febró, más conocidas como Gorgs de La Febró (en catalán «poza» es «gorg«) son uno de los reclamos para los cientos de senderistas que visitan este territorio, bien comunicado con municipios vecinos como Siurana, Arbolí y Prades por una extensa red de senderos.

El Gorg

CÓMO LLEGAR        EL TIEMPO

Aunque La Febró depende administrativamente de la comarca del Baix Camp, geológicamente pertenece al Priorat. Las condiciones climáticas especialmente adversas de la zona ha provocado que muchos de los pueblos de alrededor como La Mussara o Gallicant lleven abandonados más de medio siglo, y si La Febró se salva del abandono es porque se encuentra en un rincón especialmente fértil, bañado por las aguas del río Siurana que atraviesa el municipio, y más al sur el río del Gorg, afluente del Siurana y que da forma al singular paraje de los Gorgs de La Febró que visitaremos en el itinerario de hoy.

Este circuito lineal comprende unos 5,6km entre ida y vuelta, y va desde la carretera hasta el entorno de la Gorguina pasando por los Gorgs. La ida es todo bajada y la vuelta, lógicamente, subida. Se puede ir con niños, al menos hasta los Gorgs, y en verano es buena idea llevarse bañador y calzado de goma apto para caminar por el agua sin resbalarse, aunque más vale ir pronto porque el lugar se llena mucho de gente. No hay fuentes y el agua del río no es potable, por lo que conviene llevarse el agua de casa.

Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en la tortuga o en la liebre para cambiar la velocidad de reproducción.

El camino empieza sobre el kilómetro 25 de la carretera T-704, en el siguiente desvío a la izquierda después del que baja al Mas dels Frares llegando desde Reus. Si no ha llegado mucha gente se puede aparcar el coche al principio del camino con la precaución de entrar en él abriéndote mucho si no quieres golpear los bajos del coche. Y si no unos metros más adelante hay un ensanchamiento del arcén donde se puede dejar el coche sin problemas. Aparcamos y bajamos por la carretera hasta el camino. Nos llama la atención a lo lejos, en lo alto de una colina, el pueblo de Gallicant, abandonado desde los años 50 del siglo pasado.

El pueblo abandonado de Gallicant a lo lejos

Sony A-580, DT 18-250, f/13, 1/400″, 250mm, ISO 320

Llegamos al camino, que está señalizado con un poste. Tenemos que seguir las marcas blancas y rojas del sendero GR-7 en dirección a Arbolí. El camino es realmente una pista pedregosa, que seguiremos en constante descenso hasta llegar a un cruce en una curva de 180º cuando hemos recorrido medio kilómetro. Nosotros seguimos por el camino que continúa recto, o sea, a la izquierda de la pista.

Aproximadamente 700 metros más adelante llegamos a un claro en una curva del que salen dos caminos. Tomamos el de la izquierda y caminamos 200 metros más hasta que se acaba el camino en otro claro. De allí sale un sendero a la izquierda que lleva al río del Gorg.

El río del Gorg

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/200″, 22mm, ISO 100

Cruzamos el río saltando por las piedras. A nuestra derecha se oye ruido de caída de agua. Una vez en la otra orilla seguimos por el sendero, que se adentra en una zona de bosque espeso. Este estrecho sendero serpentea y pierde altura rápidamente hasta llegar al mirador del Gorg. Cuando lo visité había mucha gente, así que no hice ninguna foto del lugar. Preferí descender hasta abajo para contemplarlo y fotografiarlo desde allí.

El Gorg

Sony A-580, DT 18-250, f/14, 1/10″, 18mm, ISO 100

Por cierto que la luz no daba muchas facilidades para calcular la exposición, ya que la cascada quedaba una parte en la sombra y otra al sol, y como se puede comprobar, parte de ella se me ha quemado. Aproveché para simular un efecto seda utilizando una función de mi cámara que hace varios disparos y los superpone para eliminar el ruido. Pongo la cámara en modo manual, fijo el ISO a 100 con disparo múltiple y ajusto la velocidad a 1/10″, que es lo máximo que puedo aguantar a pulso sin que me salga una foto movida. Luego voy cerrando el diafragma hasta que llego a la exposición adecuada y disparo. Con esta técnica me ahorro el cargar con trípode, y el resultado ya me vale, porque tampoco me gustan los efectos seda demasiado exagerados.

El GR-7 hacia Arbolí sigue hacia abajo, por la orilla izquierda del río del Gorg. Pocos metros más adelante se cruza con La Canaleta, otro curso de agua que va a parar al río del Gorg justo en el lugar llamado Gorguet. Yo no bajé a verlo porque no conocía su existencia, así que puedes aprovechar tú y luego me lo explicas. Lo que sí hice fue cruzar a la otra orilla del río del Gorg a través de unas rocas muy grandes que hay en medio. En algunas hay que ayudarse con las manos. Desde estas rocas podemos ver el sistema de pozas o gorgs que continúan río abajo, como si fueran pequeñas piscinas donde darse un baño con los más pequeños, pasando de una a otra con mucho cuidado de no resbalar.

Algunos de los Gorgs de la Febró río abajo

Sony A-580, DT 18-250, f/13, 1/60″, 18mm, ISO 100

Ya en la otra orilla tenemos otra perspectiva del Gorg, situándonos casi debajo. Me encanta el color del agua con esta luz. Pruebo otro efecto seda de los míos sobre la caída del agua y apurando al máximo mi pulso a 1/5″.

El color del agua del Gorg

Sony A-580, DT 18-250, f/13, 1/5″, 18mm, ISO 100

Me retiro un poco para abrir más el plano y hacer que entre el mirador del Gorg. Me resulta curioso ver que el lugar por el que cae el agua es como un canal o un tubo esculpido en la roca, pero además la textura de la pared interna parece como la rosca de un tornillo que gira a la derecha para enroscarse. Curiosamente el agua en un desagüe también gira en sentido de las agujas del reloj por efecto de la fuerza de Coriolis, al menos en el hemisferio Norte (en el Sur gira al revés). Eso me hace pensar que esta curiosa forma haya podido ser debida a la erosión del agua cayendo arremolinada como cuando vaciamos la bañera. Aquí ya disparo normal, sin efecto seda.

Un plano más abierto del Gorg

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 400

A nuestra espalda el agua del río del Gorg sigue su curso hacia el Siurana saltando de una poza a otra.

Las pozas río abajo

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/125″, 28mm, ISO 100

Seguimos por el camino que sube a la derecha de estos gorgs. Este camino sigue paralelo al río. Desde aquí las vistas de las montañas son fabulosas.

Vistas desde el valle del río del Gorg

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/125″, 18mm, ISO 100

Al fondo, en lo alto, el Roquer del Gat Cendrer con 972 metros de altura máxima, y delante los riscos del Barranc de La Foradada. A la izquierda la comarca del Priorat, y a la derecha el Baix Camp.

Cuando llevamos unos 600 metros desde el Gorg, nuestro sendero acaba en una pista. Seguimos recto, o sea por la izquierda, y 150 metros más adelante dejamos esta pista por un sendero que sigue también recto. En esta parte del camino el lecho del río del Gorg se abre y podemos verlo mejor.

El río del Gorg

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/100″, 18mm, ISO 100

Aunque por el color parezca que el agua está sucia, en realidad es todo lo contrario, el agua del río es cristalina y ese color ocre es el de la roca del fondo. En un punto más adelante podemos acercarnos a la orilla del río y fotografiarlo como si estuviéramos dentro de él pero sin mojarnos.

En el lecho del río

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/125″, 24mm, ISO 100

Seguimos por el sendero, aquí con cuidado porque hay algún tramo en que el camino se estrecha mucho y quedando mucha caída a la izquierda. Poco más adelante llegamos ya a la mitad del itinerario, o sea, al punto de retorno. El camino gira a la izquierda y nos hace bajar al río para cruzarlo. En realidad el sendero continúa hacia Siurana una vez cruzado el río, pero nosotros regresaremos, no sin antes mirar a través de dos rocas el pequeño salto de La Gorguina.

La Gorguina a lo lejos

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 18mm, ISO 100

Por la izquierda sale un pequeño sendero que sube hasta las rocas para contemplar la Gorguina desde una mejor perspectiva, pero yo ya no quise ir más allá al no llevar el calzado adecuado y me contenté intentar un efecto seda a través de la rendija.

La Gorguina a través de la rendja

Sony A-580, DT 18-250, f/22, 1/13″, 40mm, ISO 100

Pocos metros río abajo las aguas del río del Gorg se juntan a las del Siurana y emprenden el camino hasta el Ebro, aunque es muy probable que no lleguen y se queden en el pantano. Alzamos la vista y contemplamos los riscos de estos dos barrancos que se unen.

Riscos de La Febró

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/160″, 18mm, ISO 100

Justo a nuestra derecha pero fuera de la foto está el risco llamado Desenrocada dels Castellans, donde cuenta la leyenda que fueron lanzados al vacío 500 prisioneros castellanos de la Guerra dels Segadors, en el siglo XVII. Para hacerte a la idea, el risco del que te hablo tiene la misma altura que el que aparece en la foto en primer término. La misma leyenda dice que cuando cae la noche, si se presta atención, se pueden oir los gemidos de los soldados moribundos. Nosotros no vamos a esperar a que se haga de noche y emprendemos el camino de regreso, desandando todo lo andado. Hay que tener en cuenta que todo lo que queda ahora es cuesta arriba, así que más vale dosificar las fuerzas.

Del vuelta en el mirador del Gorg aprovecho que hay menos gente para fotografiarlo por última vez.

El Gorg desde el mirador

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 18mm, ISO 100

Y hasta aquí la explicación del circuito a los Gorgs de la Febró. No es un artículo tan profusamente documentado como otros itinerarios que ya he publicado debido a que es más corto, bien mirado son sólo 2,8km, y hay menos cosas que fotografiar. En cualquier caso vale la pena ir y dejarse sorprender, como me pasó a mí.

Por último

Recuerda ser respetuoso con el entorno y con los demás. Los lugares idílicos dejan de serlo cuando los destrozamos. Es tan sencillo como seguir los siguientes consejos:

  1. Aparca donde esté permitido y sin impedir el paso a otros vehículos, personas o animales. A tí no te gustaría que te bloquearan el paso.
  2. No muevas piedras, arranques plantas o molestes o dañes a los animales, aunque sean insectos. Si están ahí por algo será.
  3. No hagas pintadas ni grabados en rocas ni en cortezas de árboles. No tiene ningún sentido.
  4. No grites ni hagas demasiado ruido. Si a tí te molesta, a la fauna más.
  5. Recoge tus desperdicios, incluídas colillas y pañuelos de papel, y tíralos en los lugares adecuados, y si no hay pues en tu casa. Pesan y ocupan menos a la vuelta que a la ida.

Si todos hacemos esto tan simple encontraremos estos lugares como si acabaran de ser descubiertos.

Cómo llegar a los Gorgs de La Febró

Previsión meteorológica

TRACK GPS        FOTOGALERÍA


 

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