Durante más de mil años los vecinos de Sant Salvador de la Vedella vivieron tranquilamente en sus casas a orillas del río Llobregat, al amparo del priorato de una abadía románica del siglo IX encaramada en lo alto de una roca. En este lugar el cauce del Llobregat se ensanchaba lo suficiente como para que la corriente de agua y la profundidad fueran mínimas y permitieran «vadear» el río, cosa que pudo ser el origen del sobrenombre de la abadía (Lavadera, que puede venir de «la vadera«, el vado, y que con el tiempo se deformaría en la Vedella). Las gentes del lugar vivían de lo que sacaban de la tierra y comerciaban con las poblaciones vecinas de Cercs y Berga. No fue hasta principios del siglo XX que la explotación de la cuenca minera del Alto Llobregat atrajo mucha mano de obra de otras poblaciones y del resto de España y se empezaron a levantar casas alrededor de la abadía. El auge de la minería así como de la industrial textil y la construcción y explotación de una central térmica desencadena la construcción varias colonias en los alrededores de Sant Salvador de la Vedella, como la Colònia del Carme, las viviendas de la FECSA y los Pisos Nous. Entre los años 50 y 70 del siglo XX en Sant Salvador de la Vedella vivían cerca de 1.900 personas y tenían campo de fútbol, escuelas, comercios y estación de ferrocarril. Pero hacia 1970 empezó la construcción del embalse de la Baells, que acabaría sumergiendo el pueblo de Sant Salvador de la Vedella bajo las aguas del Llobregat. A la vez que se levantaba la presa del pantano también se construían en Sant Jordi de Cercs las casas de los vecinos de Sant Salvador de la Vedella que se verían obligados a mudarse. El pueblo fue vendido a una empresa de demoliciones que dejó bien poca cosa en pie, y hacia 1979 las aguas del pantano cubrieron el pueblo, quedando por encima de la superficie tan sólo la vieja abadía que dió origen al lugar.
No te espantes por esta foto, no vamos a visitar Sant Salvador de la Vedella en barca ni con traje de buzo. Al tratarse de la cola del pantano de La Baells, éste es el primer sitio donde se retiran las aguas del pantano en épocas de sequía, así que sólo tenemos que esperar a que se retiren lo suficiente para poder acercarnos a Sant Salvador de la Vedella a pie. El paseo es corto, en torno a 2,5 km de ida y vuelta desde la carretera C-16, y el tramo del río es completamente llano, apto para todo el mundo. Conviene llevar un calzado que se pueda ensuciar de barro, ya que el fondo del pantano está cubierto por una gruesa capa de lodo y a menos que éste esté muy seco nos vamos a ensuciar bastante, o incluso nos podemos quedar clavados en el barro, como me pasó a mí. Mis fotos son de diciembre del 2017, con el pantano en un nivel muy bajo. El agua de la foto de aquí arriba la he añadido con el ordenador para que te hagas una idea cómo es Sant Salvador de la Vedella cuando el pantano está al nivel máximo. En esos momentos es posible acercarse en kayak.
Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en la tortuga o en la liebre para cambiar la velocidad de reproducción.
La verdad es que no es fácil ver Sant Salvador de la Vedella cuando vas por la carretera, al menos desde un coche (con un vehículo más alto es más fácil). Yendo por la C-16 desde Berga, pasado Cercs hay que estar muy atento para poder ver la pequeña abadía «flotando» sobre las agua del pantano, y más difícil es de ver aún cuando no hay agua. Pasada la central térmica llegamos al desvío a Sant Corneli y Fígols hacia la izquierda, a la vez que a la derecha hay un pequeño espacio para dejar el coche justo al lado de la vieja señal que indica hacia Sant Salvador de la Vedella. Si venimos desde el norte o desde Sant Corneli no podemos girar allí y tenemos que hacer un cambio de sentido más adelante, pasada la térmica, saliendo hacia La Rodonella. Yo tuve que hacerlo así viniendo de Peguera. Una vez aparcado el coche tomamos el camino que baja hacia el pantano. A su derecha hay otro que lleva a lo que parecen unas naves industriales abandonadas.
El camino es la antigua carretera que pasaba por el pueblo. Está en tan mal estado que el asfalto ha desaparecido casi por completo.
Salimos de la zona boscosa de donde hemos dejado el coche y llegamos al río Llobregat entrando por la cola del pantano de La Baells. Frente a nosotros, al otro lado del río, la nueva carretera a La Nou de Berguedà.
Río arriba y bajo los riscos de Can Quel vemos las antiguas casas de los mineros de Sant Josep, que se construyeron hace casi un siglo.
Al final de la curva a la derecha vemos por fin la abadía de Sant Salvador de la Vedella en lo alto de una roca. El sol nos da de cara y por el brillo que se aprecia en el fango, éste no debe estar seco del todo.
A la derecha restos de árboles y el lugar por el que creo pasaba el antiguo carrilet.
A unos 750 metros de donde hemos dejado el coche vemos a nuestra izquierda, en la otra orilla del río, una estructura de hormigón que podría formar parte de la pasarela de peatones que cruzaba el río antes de la construcción del embalse.
El sol de cara no nos permite fotografíar bien la abadía de Sant Salvador de la Vedella hasta que no llegamos a su altura. A la izquierda y en el lecho del río se observan estructuras que podrían formar parte del viejo puente del carrilet que cruzaba el río por esta zona. Donde están estos árboles muertos aún sujetos al suelo eran antiguos campos de cultivo.
El lodo lo cubre todo, pero estamos siguiendo el trazado de la antigua carretera del Llobregat. Llegamos al puente que cruza el río y miramos hacia Sant Salvador de la Vedella. Hacia la izquierda de la abadía imaginamos el núcleo antiguo del pueblo, del que apenas quedan los cimientos de algunas casas. Ahora la imagen es desoladora.
Frente a nosotros el viejo puente emergido de las aguas del pantano. Al fondo y hacia la derecha es donde se encontraba la colonia de los Pisos Nous, donde se concentraba la mayoría de la población obrera de Sant Salvador de la Vedella. Hoy no hay nada.
A la derecha y semioculta por la vegetación, la central térmica de Cercs.
Por cierto que en esta central térmica ya fuera de uso se inaugura en otoño del 2018 el que dicen será el primer Scream Park del sur de Europa, Horrorland. No han podido encontrar mejor ubicación.
Empezamos a cruzar el río por el puente.
Ya en la misma orilla de la abadía, acerco la edificación con el teleobjetivo. En primer término la iglesia románica construida el siglo XII sobre una edificación prerrománica, y que fue ampliada en vertical sobre el siglo XVI.
Me intento acercar física y no ópticamente a la abadía pero el fango aquí no está tan seco como por donde hemos venido y me empiezo a quedar literalmente pegado al suelo, por lo que no avanzo más, hasta aquí llego.
No me queda más remedio que tirar de nuevo de teleobjetivo. Las dependencias priorales adosadas a la iglesia fueron ampliadas sobre el siglo XVIII. Tras el abandono del pueblo el conjunto arquitectónico religioso empezó a deteriorarse rápidamente. Actualmente hay un plan de restauración en marcha.
De regreso al puente así se ve la central térmica y detrás el Cingle de la Garganta sobre el que se encuentran las minas de carbón de Sant Corneli. El sol está bajando muy rápidamente y las sombras empiezan a cubrir el fondo del pantano.
Entrando ya en el puente, hacia la izquierda las escaleras que bajan al lugar donde estaba el campo de fútbol, que a veces se utilizaba para acumular montañas de carbón.
A la derecha esta dramática vista de la abadía y el río.
Las sucesivas capas de lodo han ido cubriendo estructuras del puente a lo largo del tiempo.
Mientras cruzo el puente despacio porque el peso del lodo adherido a mis botas no me deja caminar bien, las sombras van avanzando rápidamente por el fondo del pantano.
Sin duda este tranquilo tramo del río era ideal para cruzarlo, y eso le valió al lugar el nombre de «la vadera«.
Esto también debió influir en la decisión de construir aquí un gran embalse que abasteciera de agua toda el área metropolitana de Barcelona, aunque esto conllevara sumergir pueblos enteros como Sant Salvador de la Vedella y La Baells. Esto es lo único que podemos ver de Sant Salvador cuando el embalse está lleno de agua. No resulta tan dramático sino que además tiene cierto aire de romanticismo.
La foto anterior es un montaje de ordenador de cómo se vería Sant Salvador de la Vedella con el pantano hasta arriba de agua. La fotografía original es bien diferente.
Llegamos al final del puente y pasamos por la zona de campos de Sant Salvador de la Vedella. Las sombras están a punto de alcanzar la abadía.
Los agujeros que hay en la base de la roca de Sant Salvador de la Vedella bien podrían ser antiguos eremitorios, pero en realidad son refugios de la Guerra Civil española, excavados por los habitantes del pueblo para protegerse de los bombardeos.
La verdad es que la luz del atardecer aporta cierta calidez al desolador ambiente del lugar.
Más allá de la abadía, donde se encontraba el pueblo, consigo ver los restos de una casa del pueblo, la más entera.
Ya de vuelta al coche y al llegar a una bifurcación, opto por seguir el camino de la izquierda, que parece que tiene el lodo más seco. Creo que es por donde estaba la vía del carrilet.
Finalmente tenemos que incorporarnos a la antigua carretera porque la maleza y un árbol caído impiden seguir por el trazado de la vía del carrilet.
Al girar a la izquierda a 400 metros escasos de donde tenemos el coche, las sombras ya cubren el cauce del río y hasta las casas de los mineros de Sant Josep.
Subimos ya el último tramo de la desvencijada carretera hasta el coche. Creo que aquí nunca da la luz del sol.
Al final vemos asomar entre los árboles y con un aire tenebroso la central térmica. Se acabó el paseo… o podemos acabar el día pasando un poco de miedo en Horrorland.
Y hasta aquí este corto paseo por el fondo de un pantano y también por la historia. Recuerda que no siempre se puede hacer este recorrido y que hay que esperar a que el nivel de agua del pantano esté suficientemente bajo y el lodo completamente seco. A malas siempre puedes acercarte en kayak o por detrás por la carretera de La Nou de Berguedà.
Cómo llegar a Sant Salvador de la Vedella
Previsión meteorológica
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Muy interesante, cuantos secretos guardan los pantanos entre sus aguas. Un abrazo Santi
Gracias Antonio. Nos encontramos mucha historia por los caminos que recorremos.
LA llastima es que no es pugui arribar a Sant Salvador des del altre banda…. i no sempre esta tant sec .
Però amb un drone…