Un paseo primaveral por el pantano de Santa Fe de Montseny
El Pantano de Santa Fe de Montseny, a poco más de una hora de distancia de Barecelona, es un claro ejemplo de los cambios estacionales de la naturaleza.
El Pantano de Santa Fe de Montseny, a poco más de una hora de distancia de Barecelona, es un claro ejemplo de los cambios estacionales de la naturaleza.
A las puertas de los Pirineos encontramos el pequeño Valle de Ribes en torno al río Freser. En este recorrido vamos a conocer algunos de sus tesoros, como el espectacular Salt del Grill o la vieja mina de uranio Yellas.
Aigüestortes por la Ruta de la Nutria, un fascinante recorrido por el valle glaciar del río Sant Nicolau pasando por el Estany de Llebreta y la cascada del Sant Esperit hasta llegar al llano de Aigüestortes.
Detrás de la fábrica de embutidos de Les Planes d’Hostoles se encuentra el salto de agua más alto del río Brugent que va a parar a una gran poza en un entorno que la hace muy especial, el Gorg de Santa Margarida.
Cuando el calor aprieta sólo nos apetece ir a lugares donde refrescarnos en contacto con la naturaleza, y uno de ellos es el Gorg del Salt de Borredà, en la riera de Mergançol.
A los pies del monte Autza se conjuran las fuerzas de la naturaleza para hacer nacer el río que da nombre al Valle de Baztán. Estoy hablando de la Cascada de Xorroxin.
El río Brugent, en las Montañas de Prades, suele «rugir» en época de lluvias, y cuando no ruge da vida a rincones tan bellos como el Toll de l’Olla. Si quieres conocerlo aquí te enseño cómo llegar y qué te puedes encontrar.
Hay un lugar en la Garrotxa con cascadas y pozas de ensueño que recuerdan rincones de la selva amazónica. Se trata de Les Planes d’Hostoles, y el rincón más emblemático es el Molí dels Murris.
La comarca catalana de Osona está llena de rincones de una belleza única, pero destaca uno donde el agua, las rocas y la luz hacen creer en cuentos de hadas, La Foradada de Cantonigròs.
Las Montañas de Prades son cuna de ríos cortos pero intensos. Suelen ir secos casi todo el año, pero en temporada de lluvias se cargan de agua y bajan con fuerza descomunal, esculpiendo valles como el Valle del río Glorieta.