Como ya expliqué en el circuito de Sant Maurici y el Estany de Ratera, el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici es el único parque nacional de Catalunya y el segundo de los Pirineros después del de Ordesa. Allí también explicaba que el parque tiene dos vertientes, una que da hacia Vall de Boí, en la comarca de la Alta Ribagorça y otra que da hacia Espot en la del Pallars Sobirà, por donde discurría aquel circuito. Pues bien, hoy vamos a visitar la primera vertiente, y vamos a subir al altiplano de Aigüestortes por la Ruta de la Nutria, un fascinante recorrido por el valle glaciar del río Sant Nicolau pasando por el Estany de Llebreta y la espectacular cascada del Sant Esperit.
El recorrido hasta el lago de la Llebreta recibe el nombre de Ruta de la Nutria porque el valle de Sant Nicolau es uno de los pocos hábitats que tiene este tímido animal en el Pirineo. Se trata de un itinerario parcialmente circular (hay un tramo de vuelta desde el Estany de Llebreta que no pasa por el camino de ida), de unos 7,5 km sólo la Ruta de la Nutria, hasta el lago (ida y vuelta), o casi 15 km en total si vamos a llegar hasta el Planell (altiplano) d’Aigüestortes. Hay que estar en buena forma física para hacer el circuito completo, ya que aunque el desnivel no es muy acusado, el recorrido es largo y en algunos tramos muy pedregosos se castigan bastante las piernas. Pero no por eso vamos a dejar de ir a este precioso lugar, ya que en el pueblo de Boí disponemos de taxis que nos llevan hasta el Planell d’Aigüestortes para volver caminando, o bien la opción contraria, subir caminando y volver en taxi si hay plazas. Y si vamos con niños pequeños o con personas de movilidad reducida, podemos coger un viaje de ida y vuelta en taxi.
La mejor época del año para hacer este recorrido es en verano o principio de otoño, entre junio y octubre. El resto del año es posible que haya nieve y eso puede dificultar la caminata. En cualquier caso conviene ir debidamente equipado para caminar por montaña, y no olvidar el agua y alguna prenda para protegernos del viento o de la lluvia, ya que al tratarse de un lugar de alta montaña el tiempo puede cambiar en cuestión de minutos. Yo fui a primeros de septiembre, finales de verano, y la mañana amaneció a 4ºC y la madrugada anterior nevó por encima de los 1.800 o 2.000 metros. Durante el largo camino llovió, salió el sol, volvió a llover, y así. Aparte del equipo adecuado también podemos llevar bocadillos para comer en el Planell d’Aigüestortes, que es un lugar idílico.
Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en la tortuga o en la liebre para cambiar la velocidad de reproducción.
El circuito empieza y acaba en el aparcamiento de la Palanca de la Molina, al que hay que llegar bien temprano porque la Ruta de la Nutria es bastante conocida y es posible que el aparcamiento esté completo a media mañana. Se llega por la carretera L-500 que remonta Vall de Boí desde Pont de Suert. Poco después del desvío a Boí y a Taüll llegamos al aparcamiento del Pont de la Farga. Allí hay un desvío a la derecha en la carretera que nos indica hacia el Parc Nacional d’Aigüestortes. Tomamos ese desvío y al poco llegamos al aparcamiento de la Palanca de la Molina.
Si al llegar está completo, deberemos dejar el coche en el aparcamiento del Pont de la Farga, en la carretera, y subir a pie por el Camí dels Enamorats, un sendero de 1km que sube hasta la Palanca de la Molina y que empieza al otro lado de la carretera, pocos metros antes del puente de la Farga.
Nos dirigimos al final del aparcamiento de la Palanca de la Molina, donde hay una caseta de información y donde también empieza y acaba la Ruta de la Nutria. Todo el itinerario está debidamente señalizado con postes informativos. Tener en cuenta que los rótulos están en catalán, por lo que Ruta de la Nutria queda como Ruta de la Llúdriga, y los tiempos estimados de llegada son para velocidades de entre 4 y 5 km/h. Si nos paramos a contemplar el entorno o a hacer fotos vamos a tardar bastante más.
El primer tramo del recorrido es por la umbría del valle de Sant Nicolau. Los primeros metros son de constante pendiente a través del frío y sombrío (observa los valores de ISO de las fotos) bosque de pino negro.
Cuando llevamos algo más de 600 metros recorridos y el camino se hace algo más llano salimos a un pequeño claro en el bosque, desde aquí el que tenemos esta preciosa vista del valle del Sant Nicolau.
Detrás nuestro el Aüt, las Roques Blanques y el Tuc del Mont.
De nuevo nos adentramos en el bosque.
A unos 150 metros del claro de antes el sendero se acerca lo suficiente al río Sant Nicolau como para que podamos hacer algunas fotos de frescas y cristalinas aguas.
En los siguientes 100 metros del camino es normal que nos encontremos algunos tramos del camino parcialmente inundados por el agua que se escurre por la ladera de esta vertiente del valle. En algunos casos los podremos superar mediante pequeñas pasarelas de madera, pero en otros tendremos que pisar lo mojado.
A 1,3 km del aparcamiento podemos volver a ver el Sant Nicolau por un hueco entre los árboles.
Y poco más adelante salimos a otro pequeño claro del bosque que nos permite ver el cielo. La niebla o las nubes bajas cubren parcialmente las montañas a lo lejos.
A unos 700 metros de donde hicimos las fotos del río Sant Nicolau, el camino pasa junto a una fuente. El agua no está tratada, así que yo no bebería de ella.
Poco más adelante los árboles nos dejan ver a lo lejos la cima del Cap de les Pales del Planell Gran (2.746 m) parcialmente cubierto de nieve, cosa poco habitual a principios de septiembre.
Cuando llevamos 1,9 km de recorrido en total llegamos a uno de los puntos de referencia de la Ruta de la Nutria, la Palanca de la borda de Pei. Aquí el camino se bifurca. Por la derecha se continúa hasta el Estany de Llebreta por el camino de la Pleta del Pago, con bastante subida, y por la izquierda, cruzando el puente colgante, se llega también al mismo sitio pero por un camino más sencillo. Seguiremos por la izquierda porque la vuelta la haremos por el de la derecha.
Antes de cruzar el puente podemos tomar alguna foto del río Sant Nicolau en este punto. Desde arriba es más difícil por el movimiento del puente.
A partir de ahora continuamos por la solana del valle del Sant Nicolau, aunque en el primer tramo no vamos a ver mucho el sol, porque la vegetación nos cubre casi por completo.
El sendero está cubierto con piedras como si en el pasado hubiera estado adoquinado. A partir de aquí vamos en constante ascenso, que nos obliga a ir parando de vez en cuando a tomar aire.
A unos 300 metros del puente pasamos junto a un pequeño prado. Cerca de la valla de madera observo una minúscula frambuesa (Rubus idaeus).
Aquí una vista del valle arriba desde el prado, con el Cap de Pletamala (2.692 m) asomando detrás de un árbol, que tapa por completo el Cap de les Pales del Planell Gran.
Llegando a la borda de Casòs tenemos esta bucólica imagen del valle hacia atrás con el Aüt al fondo.
El sendero se vuelve a rodear de vegetación. A pesar de estar en la solana del valle es frecuente encontrar musgo por en medio de las ramas de los arbustos.
A partir de aquí la subida se acentúa. A unos 800 metros del puente de la Palanca de Pei el sendero de la Ruta de la Nutria se cruza con la pista por la que suben y bajan los taxis de Aigüestortes. Hay que tener cuidado al cruzar. La continuación del sendero está visiblemente señalizada con un poste. De nuevo el camino sigue ascendiendo con decisión cubierto por una espesa vegetación. Observa los valores de tiempo de exposición e ISO de la siguiente foto.
A unos 100 metros de cruzar la pista de Aigüestortes nos acercamos a las ruinas de la Borda de Gaspar.
Unos pasos más adelante se nos aparece de nuevo el Cap de les Pales del Planell Gran, ahora más cerca.
A la altura de la Borda de Gaspar el camino se allana momentaneamente, lo que nos permite tomar un poco de aliento mientras tomamos algunas fotos de las ruinas.
A unos 150 metros de la Borda de Gaspar la Ruta de la Nutria se vuelve a acercar a la pista de Aigüestortes, pero esta vez no la cruza.
A partir de aquí vienen 300 metros de buena cuesta que se empiezan a suavizar cuando llegamos a una pequeña pasarela de madera que cruza un arroyo.
Y la cuesta acaba finalmente pocos metros más adelante al cruzar otro arroyo, justo en la entrada al Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.
Tras cruzar por esta última pasarela llegamos a un prado de montaña con unas estupendas vistas del valle. Al fondo la Roca de la Cremada (1.885 m).
A 150 metros de la entrada en el parque nacional llegamos a otro de los lugares bucólicos de este itinerario, la borda y la ermita de Sant Nicolau, al que accedemos tras pasar una puerta.
La verdad es que no existe documentación sobre la ermita de Sant Nicolau. Por esto no se puede asegurar que realmente sea románica a pesar de su arquitectura. Sólo la abren el primer domingo de julio.
El lugar invita a descansar un rato de la caminata mientras tomamos algunas fotos.
Continuamos nuestro camino, ahora ya de bajada y con destino al Estany de Llebreta. A unos 150 metros de la ermita el camino confluye en una pista que desciente hacia la derecha en una par de curvas cerradas. Tras la primera curva tenemos ya una buena vista del Estany de Llebreta.
Y aquí otra vista del lago 300 metros más adelante.
Más o menos en el centro de la imagen se intuye la cascada del Sant Esperit. Aquí una foto con el teleobjetivo a 200 mm de distancia focal.
El camino sigue descenciendo hasta acabar en la pista de Aigüestortes a la altura de la curva que se ve a la izquierda. Como yo quiero hacer algunas fotos a pie de lago decido bajar directamente desde aquí, campo a través. Tampoco es tan difícil. Ya en la orilla del lago monto el objetivo ultra gran angular con el filtro polarizador circular y saco esta foto del Estany de Llebreta.
Me acerco aún más, con los pies casi en el agua y la cámara lo más baja posible. Sin embargo en el momento de pulsar el disparador para enfocar y medir la luz una nube cubría parcialmente el sol y en el momento de pulsar a fomdo para acabar el disparo la nube se apartó, quedando la foto un poco sobreexpuesta.
Continuamos por la pista valle arriba. Hay que tener precaución con los taxis. Poco más adelante del donde la Ruta de la Nutria se une a la pista, las aguas del lago también se acercan a ella. Desde aquí tomo una foto del lago valle abajo, ahora con el objetivo todoterreno de siempre.
En realidad la Ruta de la Nutria acaba aquí. Dependiendo de lo cansado que estés puedes iniciar el camino de regreso al aparcamiento o bien continuar al menos hasta la cascada del Sant Esperit, que está muy cerca de aquí. Si finalmente decides regresar pulsa aquí para ir directamente a la explicación del regreso desde este punto. Si no, continúa leyendo.
Cuando llevamos ya unos 100 metros por la pista de Aigüestortes desde el final del sendero la Ruta de la Nutria vemos un sendero que sale a nuestra derecha. Nos desviamos por él. Las señales indican al Planell d’Aigüestortes.
Por aquí es posible que veamos vacas pastando o rumiando plácidamente. Lo más seguro es que oigamos los cencerros antes de poder verlas.
Una pequeña pasarela de madera nos ayuda a cruzar un arroyo sin tener que mojarnos las botas.
Una bucólica imagen del Estany de Llebreta y las vacas desde el punto en que el camino empieza a alejarse del lago.
A partir de aquí el sendero empieza a subir de nuevo junto al río Sant Nicolau. Valle arriba las nubes parecen amenazadoras.
Nos acercamos un poco más al río para fotografiarlo más de cerca.
Cuando llevamos poco más de 250 metros del sendero al Planell d’Aigüestortes llegamos a un puente de madera en alto que cruza en torrente del Barranc de Sarradé, en una zona con muchas piedras.
Una vez pasado el punete, el camino sigue por la derecha, pero parece que se puede ir recto por un pequeño prado, que es lo que hice yo. Tras superar un pequeño muro de piedra al final de este atajo, nos reincorporamos de nuevo al camino correcto. Aquí una vista hacia atrás desde este punto.
El camino es de fuerte subida durante unos 50 metros hasta llegar a una señal que indica el mirador de la cascada del Sant Esperit hacia la derecha. Allí tenemos la mejor vista frontal de la cascada.
La cascada del Sant Esperit es una cascada escalonada de 30 metros de altura. A lo largo de la cascada hay diversas pozas llamadas «marmitas de gigante» que se forman por la acción de los cantos rodados dando vueltas por la fuerza del agua.
Ahora tu última oportunidad para regresar si estás cansado o continuar hasta el Planell d’Aigüestortes si aún estás con fuerzas. La señal del mirador dice que hasta el Planell d’Aigüestortes son 45 minutos, pero para una persona normal que se para a hacer fotos tienes que contar el doble. Te aviso que desde aquí hasta el Planell d’Aigüestortes es todo cuesta arriba. Si decides volver pulsa aquí para saltarte el resto del itinerario, y si no puedes continuar leyendo.
Volvemos al camino y seguimos hacia el Planell d’Aigüestortes subiendo por la roca de la cascada del Sant Esperit. El lugar por donde subir está más o menos indicado por el desgaste de la roca. Más o menos desde arriba tenemos esta vista del Estany de Llebreta.
Durante 400 metros el sendero supera un desnivel aproximado de unos 50 metros. En este tramo no hice fotos porque empezó a llover con moderada intensidad y se me hacía difícil subir sin se que mojara la cámara. Ésta fue la primera foto que pude hacer cuando cesó un poco la lluvia y me acercaba a un claro.
Una vez cruzado este claro tenemos esta preciosa vista hacia atrás del valle.
Casi a 1 km del mirador de la cascada del Sant Esperit llegamos a una puerta que tenemos que pasar por la derecha, por un par de portezuelas que tenemos que abrir con la mano y que se cierran por un sistema de contrapesos.
Esta puerta nos da paso al Planell del Sant Esperit, un altiplano por el que las aguas del río Sant Nicolau discurren mansamente bajo la mirada indiferente de alguna vaca pastando.
Aquí es fácil perder el rastro del sendero, por lo que tenemos que buscar las señales. A la izquierda de unas grandes rocas de granito encontramos el poste que nos indica por dónde seguir hacia el Planell d’Aigüestortes.
Subimos por un terraplén de piedras siguiendo ahora los pequeños postes de madera pintados de amarillo.
Mientras subo por aquí me llaman la atención a lo lejos unos pajarillos que muestran una vistosa cola anaranjada cuando vuelan. Consigo fotografiar uno posado, que no me quita ojo de encima a pesar de estar a bastante distancia. Se trada de un colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros).
Esto es lo que dejamos atrás. Abajo a la izquierda el Planell del Sant Esperit. Arriba a la derecha la pista de Aigüestortes.
Y mirando al frente a nuestra derecha, abajo el Planel del Sant Esperit atravesado por el río Sant Nicolau, a la derecha el bosque de l’Orquera, de pino negro (Pinus uncinata), asomando por detrás el Bony del Graller (2.645 m), más atrás el Pic des Mussoles (2.876 m), y destacando al frente la Roca de la Cremada (1.885 m).
El sendero cruza la pista de Aigüestortes poco más arriba.
Cruzamos sin perder de vista los postes amarillos. Aquí una vista hacia atrás desde un poco más arriba.
En este tramo de fuerte pendiente la pista de Aigüestortes traza un par de curvas cerradas, por lo que el sendero la vuelve a cruzar entre ambas curvas, y al final acaba en la pista llegando ya al Planell d’Aigüestortes. Aquí una vista del sendero desde ese punto.
Podemos seguir por al lado de la pista, sin tener que caminar por ella. A los 150 metros pasamos por la caseta de información de Aigüestortes, donde también está la parada de taxis. Pasada la caseta de información seguimos por el camino de la derecha hasta ver la pasarela de madera que lleva al mirador del Sant Esperit.
A mitad de camino por la pasarela me llama la atención a mi izquierda un pequeño pino que nació en una grieta de la roca y que está creciendo como un bonsai.
Y llegamos al mirador del Sant Esperit, a 1.800 metros de altitud, y desde donde se nos muestra una vista de todo el valle.
Un panel informativo nos ayuda a poner nombre a todo lo que vemos desde aquí, menos a la vaca que descansa plácidamente.
Hago una última foto de las vistas con el objetivo ultra gran angular con filtro polarizador. En el plano me entran la vaca, el Bony Blanc, el bosque de L’Orquera, el Aüt y el Estany de Llebreta.
Regresamos al camino anterior y seguimos hacia la derecha hasta lo que parece un pequeño aparcamiento junto al que hay un WC. Desde allí se ve la presa del Sant Esperit.
Regresamos hacia la parada de taxi y ahora seguimos por el camino que continúa hacia la derecha, una pista adaptada para discapacitados, y que nos lleva al Planell d’Aigüestortes.
Este altiplano fue en el pasado un lago del que ahora sólo queda el cauce del Sant Nicolau que discurre lentamente trazando retorcidos meandros. De aquí el nombre de Aigüestortes, aguas torcidas.
El lugar es tan bucólico y apacible que dan ganas de echarse en la hierba como las vacas.
El camino atraviesa transversalmente todo el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Mauricio y acaba en Espot.
Lo ideal una vez llegas aquí es seguir unos pocos metros por el camino hasta llegar al Pont de Morrano, a la derecha, y seguir desde allí el sendero circular que atraviesa el bosque de Aigüestortes por la otra orilla del Sant Nicolau hasta regresar de nuevo al camino cerca de la parada de taxis. Yo no sabía lo de este sendero y tampoco tenía mucho tiempo para estar aquí porque me esperaban en la cascada del Sant Esperit, por lo que sólo pude hacer una foto más al Sant Nicolau antes de emprender el regreso a la cascada.
El camino de regreso es el mismo que el de ida, pero como ahora es cuesta abajo es mucho más descansado y rápido.
Cerca ya de la cascada preferí seguir por la pista ya que empezaba a tener las piernas muy cansadas de tanto descenso, y recuerdo que esa parte era algo más difícil. Una vez a la altura de la cascada me acerqué a una de las marmitas de gigante de más arriba para tomar este espectacular picado de la cascada, la poza y el Estany de Llebreta al fondo.
Bajamos hacia el Estany de Llebreta por el sendero del mirador de la cascada del Sant Esperit. Al llegar al murito de piedra del atajo de antes, seguimos por el sendero oficial, por la izquierda. Este tramo del sendero pasa muy cerca del río Sant Nicolau, por lo que podemos acercarnos para tomar alguna foto, como ésta mirando río abajo.
El camino da un giro a la derecha hasta llegar a la larga pasarela de madera que cruza el pedregal del Barranc de Sarradé.
Ante nuestros ojos aparece el Estany de Llebreta. Ya no están aquellas vacas que descansaban tranquilamente en este lugar idílico.
El camino se acaba en la pista de Aigüestortes y nosotros seguimos por ella por la orilla derecha del lago. Dejamos a nuestra derecha el camino que baja de la ermita de Sant Nicolau, y cruzamos el arroyo del Barranc de Copiello, que pasa junto a un pequeño cercado con una cabaña. Volvemos a la Ruta de la Nutria.
Una vez pasado el prado de la Casa del Magre empeora la visibilidad en la pista de Aigüestortes, por lo que hay que ir con cuidado con los taxis. Ésta es la vista del Estany de Llebreta desde este punto.
A unos 600 metros del camino de la ermita de Sant Nicolau, al final del lago, sale un sendero hacia la izquierda que es por donde debemos seguir.
Cruzamos por última vez el río Sant Nicolau.
El camino empieza subiendo suavemente hacia la Pleta del Pago. Es ya la última subida de todo el recorrido.
A medida que vamos subiendo vamos viendo troncos de árboles retorcidos a nuestro alrededor. Son los árboles que arrastran las avalanchas de nieve, ya que en esta zona de la montaña son muy frecuentes.
Después de subir durante unos 150 metros llegamos a la Pleta del Pago, una zona de pastos en este lago del valle del Sant Nicolau. Es la zona más alta de este tramo del recorrido de regreso al aparcamiento, y desde aquí nos despedimos del Estany de Llebreta, que ya no lo volveremos a ver.
Por delante aún nos queda bastante camino, pero ya no hay más cuestas… hacia arriba.
A nuestra izquierda y mirando hacia atrás, la ladera del Tuc de Llebreta (2.523 m) y del Bony Blanc (2.756 m) por la que bajan los aludes. Al fondo el Bosc de l’Orquera.
Salimos de la Pleta del Pago y ahora empieza una fuerte bajada por un camino a ratos muy pedregoso.
Son 160 metros de desnivel en 1,3 km de recorrido, pero los primeros 100 metros los bajamos en apenas 400 metros de camino.
A nuestra derecha vemos la pista de Aigüestortes con los taxis que no paran de subir y bajar.
Después de los primeros 400 metros de bajada el descenso se hace más suave, pero las caderas, rodillas y dedos de los pies han quedado resentidos del freno constante. No sé qué es peor, si las cuestas o los descensos.
Unos 900 metros más adelante llegamos al ya conocido puente colgante de la Palanca de Pei que cruzamos a la subida al Estany de Llebreta. Sin duda es mucho mejor ese camino para subir.
Por el camino que queda desde aquí a aparcamiento poca cosa más puedo aportar que no haya hecho en el trayecto de ida. El cansancio ha hecho mella y no estoy para fotos. Me llama la atención en la oscuridad del margen del sendero la blancura de una florecilla de hepática blanca (Parnassia palustris) que presenta una diminuta mosca que parece una Drosophila.
Pasamos junto al río Sant Nicolau, que sigue tan alegre como de costumbre.
De nuevo me llama la atención otra delicada florecilla, en este caso de Dianthus hyssopifolius, con un par de dominutas gotas de agua en sus pétalos.
Y por fin llegamos al aparcamiento de la Palanca de la Molina. El cansancio es mayúsculo, pero ha valido mucho la pena por las cosas que hemos visto y fotografiado. Sin duda este es un recorrido muy recomendable para conocer esta parte del Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici y hacer fotografía de paisaje de montaña. Y por si esto fuera poco, recomiendo también aprovechar la visita a Vall de Boí para visitar todos y cada uno de sus núcleos (Barruera, Cardet, Cóll, Durro, Erill la Vall, Boí y Taüll) con sus iglesias románicas que son Patromonio de la Humanidad, así como también dar un paseo por el balneario de Caldes de Boí.
Cómo llegar a Aigüestortes por la Ruta de la Nutria
Previsión meteorológica
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