Descubriendo la Sierra de Aralar en el Lago Lareo
El Lago Lareo es un pequeño embalse de abastecimiento de agua en pleno Parque Natural de la Sierra de Aralar, entre Navarra y Guipúzcoa. Su visita es todo un regalo para los sentidos.
El Lago Lareo es un pequeño embalse de abastecimiento de agua en pleno Parque Natural de la Sierra de Aralar, entre Navarra y Guipúzcoa. Su visita es todo un regalo para los sentidos.
La Sierra de Urbasa es una meseta montañosa de unos 1000 metros de altura. Urbasa en euskera significa «bosque húmedo» y esto nos da una idea de cómo es el Bosque Encantado de Urbasa.
Entre las sierras de Aralar y de Urbasa, en Navarra, hay un bosque de colosales robles donde en cada rincón parece que se te vaya a aparecer un duende. Son los Robles Milenarios de Danbulintxulo.
Muy cerca de Pamplona se encuentra un bosque milenario único, un robledal húmedo muy parecido al famoso bosque de Sherwood: el Bosque de Orgi.
A los pies del monte Autza se conjuran las fuerzas de la naturaleza para hacer nacer el río que da nombre al Valle de Baztán. Estoy hablando de la Cascada de Xorroxin.
Urdax es uno de los pueblos del valle de Baztán más visitados por los franceses y menos por los españoles, y ellos saben por qué. Frente a él se levanta el monte Azkar, con unas magníficas vistas de Urdax y su entorno.
En el Parc Natural dels Ports se encuentra el hayedo más meridional del continente europeo, la Fageda del Retaule, un bosque de hadas cuyo habitante más ilustre es Lo Faig Pare.
Cerca de Ochagavía hay un barranco por el que sólo cae agua si ha llovido bastante. Es la Cascada de Osate. No es espectacular, pero sí bastante bonita… cuando tienes la suerte de poder verla.
Al norte del Valle de Roncal, en Isaba, se encuentra la ermita de Idoia, una basílica del siglo XV rodeada de una exuberante vegetación y que resulta interesante visitarla en otoño, y más si llueve o acaba de llover.
De la comarca navarra de Baztán dicen que fueron los primeros vascos. Sin duda es un lugar lleno de leyendas y misterios donde proliferaron las brujas, que cuentan se reunían en una cueva de Zugarramurdi para celebrar sus aquelarres.