En la provincia de Girona, entre el Puigsacalm (1.514 m) y la Serra dels Llancers (1.281 m) y bajando de la Collada de de Bracons (1.132 m) desde la Plana de Vic encontramos el pequeño pueblo de Joanetes, que nos da la bienvenida a la Vall d’en Bas, un municipio formado por varias poblaciones diseminadas es un fértil valle de La Garrotxa. O más bien habría que decir encontrábamos, porque desde la inauguración de los Túneles de Bracons en el año 2009 ya no se suele pasar por ese collado y se llega a la Vall d’en Bas ya en Sant Esteve d’en Bas, pasando de largo Joanetes por debajo.
Pues bien, Joanetes es un encantador pueblecito rodeado de montañas y bosques y que entre otras particularidades en las fechas navideñas acoge un pesebre viviente en sus calles donde se reviven las diferentes escenas de la Navidad, y todo ello bajo la estrella de Navidad luminosa más grande del mundo, según consta en el Libro Guinness de los Récords, y que está instalada sobre el risco de Santa Magdalena. El valle y el pueblo es atravesado por la riera de Joanetes, que nace cerca de la Collada de Bracons y desemboca en el río Fluvià, que recorre la Vall d’en Bas en dirección a Olot. En la riera de Joanetes y no muy lejos del pueblo, escondido en un rincón de exuberante vegetación hay un espectacular y bello salto de agua de 35 metros de altura: el Salt del Roure.
El itinerario para llegar al Salt del Roure es muy corto, un paseo, y no llega a los 3 km entre la ida y la vuelta, que podemos acortar a la mitad según donde aparquemos el coche. Apenas hay desnivel, y la ruta es apta para ir con niños. La única dificultad está en el mismo Salt del Roure, ya que para verlo bien tenemos que bajar a la riera por un tramo de escalones tallados en la roca que puede estar muy resbaladizo, pero hay un cable de acero cogido a la pared de la roca para facilitar la bajada y la subida. Es por ello que también recomiendo un calzado con buena sujección. Podemos ir en cualquier época del año, pero siempre es mejor después de unos días de lluvia. Yo visité el Salt del Roure en noviembre del 2.018 después de unos días de lluvia.
Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en en el + y en el – bajo la barra de reproducción para cambiar la velocidad.
El pueblo de Joanetes se encuentra en la carretera GIV-5273, la antigua carretera de la Collada de Bracons. Desde esta carretera también se accede a la Grevolosa, uno de los hayedos más espectaculares de Catalunya y al que ya dediqué uno de los primeros artículos de Fotohiking. Viniendo desde Olot o desde Barcelona por los túneles de Bracons pasamos el pueblo, y aproximadamente un kilómetro después encontramos un desvío a la izquierda hacia un camino de servicio de los túneles de Bracons. Podemos dejar el coche allí, como hice yo, o bien quitar la cadena que suele cerrar el camino, pasar, volver a poner la cadena, y aparcar unos 800 metros más adelante junto a las instalaciones del túnel. Con esto nos ahorramos la mitad del camino. Pero supongamos que nos apetece caminar, aparcamos junto a la carretera en el mismo desvío (hay sitio para unos 3 o 4 coches), y empezamos a bajar por el camino de servicio. Entre el desvío y la carretera hay una finca particular llamada La Carrera.
Hacia abajo podemos ver la boca del túnel de la Femada, el penúltimo de los túneles en dirección Olot, unas vacas pastando, y al fondo Sant Esteve d’en Bas, pero lo que me llamó la atención para hacer la foto fue la nube con forma de sombrero.
El camino de servicio de los túneles de Bracons está pavimentado con una mezcla de cemento y grava. Sobre el tono claro de este pavimento destacan las orugas de polilla zorro (Macrothylacia rubi), que suelen desplazarse por los caminos en otoño en busca de brezo y zarzas, que es de lo que se alimentan. A pesar de su aspecto son inofensivas.
Mas o menos a 200 metros de la cadena nos encontramos sobre el túnel de la Carrera. Desde aquí vemos la boca norte del túnel de Bracons, el más largo de todos con 4.556 metros de longitud bajo la Serra dels Llancers. Sobre el túnel el edificio junto al cual podemos aparcar el coche si decidimos ahorrarnos esta parte del camino.
A unos 500 metros de la cadena el camino de servicio cruza la riera de Joanetes en una curva a la izquierda.
A partir de aquí ya todo el camino es cuesta arriba hasta el Salt del Roure, pero sin apenas dificultad, ni te enteras. Unos 200 metros más adelante ya estamos sobre el túnel de Bracons y tenemos delante el edificio que comenté más arriba. Como se ve en la foto, hay un coche aparcado de alguien que no tenía muchas ganas de caminar.
A la derecha del edificio y como final del camino hay una puerta metálica que suele estar abierta.
Pasamos la puerta y ante nosotros se presentan majestuosos el Puigsacalm (1.514 m) con el Puigsacalm Xic (1.491 m) a la izquierda y a la derecha el Puig dels Llops (1.486 m). A la derecha del camino las bayas maduras de un acebo (Ilex aquifolium) ponen la nota de color.
El camino conduce a una vieja masía habitada llamada Santmateu. A la derecha del Puig dels Llops la Cinglera de Santa Magdalena, sobre la que se encuentra instalada la gigantesca estrella navideña de Joanetes, aunque no se ve desde este lado.
Nada más cruzar un arroyo, a la izquierda vemos una señal que indica al Salt del Roure. En la siguiente foto aparece en el suelo, pero no sé si es ésa su ubicación habitual.
Soltamos el alambre para pasar, lo volvemos a enganchar en su sitio, y seguimos este sendero.
Desde el sendero tenemos esta vista de la masía Santmateu.
El sendero atraviesa un campo en dirección a un espeso bosque.
Dentro de ese bosque descubrimos una vieja capilla.
Se trata de Sant Mateu de Joanetes. Hay constancia de que sobre el siglo XII existía un altar dedicado a Sant Mateu en algún lugar próximo a Joanetes, pero sin conocer la ubicación exacta. Sobre el siglo XVII el cura Joan Francesc Bosch ordenó construir la capilla en el lugar actual.
La capilla es pequeña y de una arquitectura muy simple, imitando al románico.
La puerta está cerrada, y sobre la dovela parece que hubieran querido añadir una inscripción pero la dejaron inacabada. Por las ventanas laterales no se ve nada del interior.
Seguimos por el sendero que pasa frente a la puerta de Sant Mareu de Joanetes. A pocos metros de la capilla pasamos junto a la Bauma de Sant Mateu. Esta parte del bosque es muy agreste.
A unos 100 metros de Sant Mateu de Joanetes cruzamos una línea de alta tensión. El bosque sigue espeso, y abajo a nuestra derecha corre la riera de Joanetes.
Pocos metros más adelante llegamos a una bifurcación.
Hacia la izquierda se enlaza con el Camí dels Burros en dirección al Puigsacalm. Nosotros seguimos por la derecha. El sendero se estrecha y sigue ascendiendo lentamente sobre la riera de Joanetes. El entorno es muy sombrío, y prueba de ello son la velocidad e ISO de las fotos resultantes.
Unos 250 metros pasada la bifurcación y en un rincón fresco y muy húmedo vemos por primera vez el Salt del Roure.
Para ver el salto en todo su esplendor es necesario bajar a la cueva. Seguimos por el sendero y llegamos a una especie de escalones excavados en la roca y que suelen estar empapados y por ello bastante resbaladizos.
Suerte que hay un cable de acero sujeto a la pared de la cueva que nos ayuda a bajar con seguridad. A medio tramo cambio el objetivo de la cámara y monto el ultra gran angular, porque ya sé que no me va a caber todo en la foto. Desde ahí obtengo esta preciosa vista del salto de agua y la poza.
Gracias a las recientes lluvias ofrece este inmejorable aspecto. Lo normal es que la poza tenga muy poca agua y apenas bajen unos hilillos por la roca. En la orilla de la poza pero aún bajo la roca de la cueva tenemos esta otra vista.
Salimos de la cueva rodeando la poza y llegamos hasta la riera. Desde allí ya tenemos el salto de agua casi delante.
¿A que es chulo el lugar? No sé cómo queda mejor la cascada, si en formato paisaje o en formato retrato.
La longitud total del salto es de 35 metros. La caída desde la cueva son unos 9 metros. La vegetación tapa la parte superior del salto. Quizás desde la otra orilla de la riera se pueda ver entero, pero baja mucha agua y las piedras para pasar están muy separadas, así que lo intento desde donde estoy.
Cambio de nuevo el objetivo para fijarme en los detalles. Así es la caída del agua frente a la cueva.
Aquí ya no queda mucho más por ver, así que iniciamos el regreso. Aquí la caída del agua desde dentro de la cueva, aguantando a pulso una exposición de 1/5″.
Aquí la cueva del Salt del Roure desde abajo, en la orilla de la poza.
Empezamos a subir los escalones cogidos al cable de acero. Una última foto del Salt del Roure a mitad de subida, añadiendo en la composición la hiedra que cuelga de la roca, como si imitara el agua del salto.
El último tramo de escalones de la cueva.
Ya fuera de la cueva y ya en el camino me fijo en una roca muy húmeda que ya vi a la ida. La roca está cubierta de musgo y todo el alrededor está empapado en agua, como su la humedad brotara de la roca.
Desde aquí doy el último vistazo al Salt del Roure entre tan exuberante vegetación.
El hecho de que la luz venga de otro lado hace que los colores del bosque se aprecien ligeramente diferentes entre la ida y la vuelta por el mismo camino. También influye que a la ida me fijo más en el suelo que piso y a la vuelta, como ya me lo conozco, me recreo con el entorno y por eso lo veo diferente.
Para estar a primeros del noviembre los colores del otoño están apareciendo en el hayedo de la riera de Joanetes justo ahora. Los otoños son cada vez más tardíos.
Sin embargo los rojos frutos del acebo están en pleno apogeo.
Llegamos al cruce con la línea eléctrica. Desde aquí vemos el Puig Sabarraca (1.266 m) en la Serra dels Llancers.
Como ahora todo es bajada no nos damos cuenta y llegamos a Sant Mateu de Joanetes.
Pasamos frente a la capilla y giramos a la izquierda en dirección al túnel de Bracons. Salimos del bosque.
En lugar de atravesar el campo por donde vinimos a la ida, seguimos por el camino como si fuéramos hacia la masía Santmateu. La imagen es muy bucólica a pesar de los vehículos aparcados junto a las casas.
No nos acercamos mucho más a la casa y atajamos por enmedio del prado en dirección al alambre del desvío al Salt del Roure. Desde el centro del prado miramos hacia atrás para imaginar la vista desde la masía. Así ven ellos el Puigsacalm.
Pasamos el alambre y luego la puerta metálica junto al edificio de los túneles. Ahora sólo queda la parte más aburrida del camino hasta la carretera de Joanetes, donde me espera mi coche.
Y hasta aquí este sencillo itinerario hacia un lugar bellísimo y poco frecuentado. Si estás haciendo turismo por la Vall d’en Bas y ha llovido muy recientemente en las montañas del Puigsacalm, no dudes en dedicar una horita para visitar el Salt del Roure.
Cómo llegar al Salt del Roure
Previsión meteorológica
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Espectacular el sitio, es un lugar mágico. Ésta localización está en La Vall d’en Bas, para mi el mejor valle de toda la Garrotxa, donde se encuentra éste lugar tan idílico, y no muy lejos el bosque de la Grevolosa, igual de espectacular. Recomendadísimo!
La verdad es que sí, aunque la riera de Joanetes no suele llevar mucha agua durante la mayor parte del año. Y si, la Vall d’en Bas es un rincón único.