La primavera despierta con fuerza en los campos de frutales, sobre todo en los melocotoneros. Es el momento de salir a fotografiar este estallido de color, y un buen lugar es el Camino Natural del Ebro a la altura de Móra d’Ebre.
En un hueco en la roca al pie de un acantilado, en el Parc Natural de Sant Llorenç de Munt i l’Obac, se encuentra incrustada una masía milenaria, el Puig de la Balma. Es una de las excursiones más típicas en Mura.
De la comarca navarra de Baztán dicen que fueron los primeros vascos. Sin duda es un lugar lleno de leyendas y misterios donde proliferaron las brujas, que cuentan se reunían en una cueva de Zugarramurdi para celebrar sus aquelarres.
Construídos a finales del siglo XIX y principios del XX para abastecer de agua una colonia agrícola, la naturaleza ha integrado los Estanys de Graugés en el paisaje, y vale la pena hacerles una visita.
Situado entre el Penedès y el Garraf, el pantano del Foix es el corazón de un parque natural con un importante patrimonio paisajístico y cultural, y que vale la pena recorrer, sobre todo en primavera.
