El despertar de la primavera por el GR-99, el Camino Natural del Ebro

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La primavera implica el despertar de naturaleza, el incio de los ciclos reproductivos. En enero, aún en pleno invierno, empiezan a florecer avellanos y almendros incluso antes de que les broten las hojas. Y es en marzo y abril, al principio de la primavera, cuando se unen al festival los colores de los melocotoneros, cerezos, ciruelos y albaricoqueros. Éste es el momento ideal para salir a fotografiar los campos de frutales, como el principio del verano es el momento de fotografiar los campos de lavanda.

En España son conocidos y muy visitados los campos de cerezos del Valle del Jerte en Extremadura, así como los campos de melocotoneros de Cieza, en Murcia. En Catalunya podemos disfrutar de la floración de los frutales a orillas del Segre, como por ejemplo en Aitona, y también a orillas del Ebro, concretamente en la comarca de la Ribera d’Ebre. Y allí es donde se desarrolla el recorrido que propongo en este artículo, un paseo por los melocotoneros a orillas del río Ebro por el Camino Natural del Ebro.

CÓMO LLEGAR        EL TIEMPO

El GR-99 o Camino Natural del Ebro es un sendero de Gran Recorrido que atraviesa media península ibérica en sus 1.280km de recorrido, desde el nacimiento del Ebro en Fontibre hasta su desembocadura en Deltebre. En el circuito de este artículo sólo cubriremos 2,5 de esos 1.280km, en un recorrido de ida y vuelta desde Móra d’Ebre hasta la altura de la Isla de Sovarrec, un poco más al norte de esta localidad en el mismo cauce del río Ebro. En total son poco más de 5km totalmente llanos por un camino pavimentado que se pueden recorrer dando plácido un paseo a orillas del río. No hace falta ningún equipamiento especial, sólo calzado cómodo.

Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en la tortuga o en la liebre para cambiar la velocidad de reproducción.

Nuestro recorrido empieza en la Plaça de Baix, junto al río y frente al Ayuntamiento y a la iglesia de Sant Joan Baptista. Se encuentra un poco más arriba del Pont de Móra por el que cruza el Ebro la N-420a. Allí no es fácil aparcar porque todo son calles estrechas. Las coordenadas que he especificado para la localización del circuito corresponden a otra plaza próxima con un par de áreas de aparcamiento en batería. Si este lugar está lleno, algo más cerca del puente está la Plaça de Sant Roc, también con zona de aparcamiento en batería.

Este itinerario lo registré en marzo del 2015, justo el fin de semana que empezaba la primavera. Para pasar aquellos días me alojé en unos apartamentos turísticos que están justo en el principio del recorrido, al pie del Castell de Móra, con unas vistas privilegiadas sobre el río Ebro. Una de las características de la primavera es la impredecibilidad del tiempo, y por corta que sea la antelación de la reserva, no tienes garantías de que los días de estancia haga un tiempo espléndido. Y en mi caso, todo aquel fin de semana estuvo lloviendo casi sin interrupción. Y digo «casi» porque esa interrupción fue la que me permitió hacer este improvisado recorrido.

Casi todo el sábado estuve mirando por la ventana, a ver si dejaba de llover. El plan era recorrer en coche los alrededores de Móra d’Ebre y Benissanet en busca de buenas localizaciones con campos de frutales en flor. Pero no paraba de llover y el tiempo del que dispondría se iba reduciendo.

Mirando la lluvia por la ventana

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/160″, 100mm, ISO 400

Para no agobiarme demasiado con la espera me puse a practicar la captura de gotas de agua estrellándose en la barandilla del balcón.

Gotas de lluvia en la barandilla

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 1600

Gota de agua estrellándose contra una barandilla

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/320″, 180mm, ISO 1250

Es muy difícil pillar las gotas de agua justo en el momento en que se estrellan, y más aún a pulso, así que el truco consiste en disparar una ráfaga a la mayor velocidad posible y luego seleccionar las tomas buenas.

Al lado de los apartamentos hay un embarcadero donde suele bajar la gente a pescar en el río. Con la que estaba cayendo los únicos que se acercaban a él eran los cormoranes y otras aves acuáticas. Aquí pillé un cormorán sacudiéndose el agua de las alas, también desde el balcón del apartamento.

Cormorán sacudiéndose las alas

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/400″, 250mm, ISO 400

Con tantas horas de observación llegué incluso a ver revolverse en la superficie del río un enorme siluro que hubiera hecho feliz a más de un pescador (al principio pensé que era un submarinista con neopreno), pero no tenía la cámara a mano del mismo modo que no había ningún pescador para capturarlo. Quizás por eso el siluro se acercó a la superficio, sabiendo que con lluvia no hay pesca. Aquí otra de las vistas del río Ebro desde el balcón del apartamento, en un momento que parecía que quería aclarar pero que aún llovía.

Vistas del río Ebro desde Móra d'Ebre

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/50″, 30mm, ISO 100

Sobre las 5 de la tarde dejó de llover durante el tiempo suficiente como para decidir salir a ver los melocotoneros más próximos a apartamento. Era entonces o nunca. Para llegar a los apartamentos el día anterior, el navegador GPS nos llevó hacia el Hospital Comarcal de Móra y seguidamente por unos caminos sin asfaltar a través de campos de frutales hasta llegar al Camí de Sovarrec, y de ahí hacia los apartamentos por un camino por el que me pareció ver algunos melocotoneros mientras conducía. Como no sabía el tiempo que iba a aguantar sin llover y ya era bastante tarde para hacer kilómetros, iríamos caminando hasta aquel punto.

Como he introducido más arriba empezamos en la Plaça de Baix, por la calle que va pegada a la orilla del Ebro, el Passeig de l’Ebre. Esta calle coincide con el GR-99 o Camino Natural del Ebro. En una de las últimas casas de esta calle destaca una placa que marca el nivel de las aguas del río en la inundación del 23 de octubre de 1907. La placa está a la altura del primer piso, y sólo el estar allí, debajo de ella, y mirar a la otra orilla te permite imaginar la magnitud de tal riada, que no llegó a la altura de la de octubre del 1787, la mayor inundación de Móra d’Ebre de la que se tiene testimonio. En aquella riada, en la que se cree que bajaban del orden de 22 millones de litros de agua por segundo, murieron 9 personas y desaparecieron un centenar de casas. El agua cubrió la Plaça de Baix y llegó a inundar el interior de la iglesia. Se cree que fue esa riada la que conformó el Delta del Ebro tal como se conoce ahora.

El primer punto de interés del camino es el embarcadero, al que bajamos para hacer una foto de otro embarcadero próximo con barcas amarradas.

Embarcadero en el Río Ebro, junto al Camino Natural del Ebro

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 18mm, ISO 100

Hacia el lado opuesto, río abajo, una foto postal con el Pont de Móra al fondo.

El río Ebro a su paso por Móra d'Ebre

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 18mm, ISO 100

Una garceta común sobrevuela con elegancia la superficie del río cerca de la otra orilla.

Garceta común sobrevolando el río Ebro

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/400″, 250mm, ISO 1000

Y una pareja de ánades reales se nos acerca por si les «cae» algo.

Pareja de ánades reales

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/160″, 100mm, ISO 250

Volvemos al camino y seguimos. Tras pasar frente al Club Nàutic de Móra y unas instalaciones deportivas, justo en el cambio de asfalto a cemento, llegamos a una edificación redonda al pie de un barranco que corresponde a la antigua plaza de toros, de la que sólo queda la forma redonda y unas gradas. Frente a ella sale el camino de l’Aubadera. Si vemos que no está inundado nos desviamos por él, y si no seguiremos por el GR-99. Esta zona es una isla dentro del mismo cauce del río, pero a veces el nivel del agua baja lo suficiente como para poder llegar a ella a pie. El día que estuve, a pesar de la lluvia, no estaba inundado aunque sí bastante encharcado. Desde allí tenemos una vista más agreste del río y de Móra d’Ebre.

Móra d'Ebre desde l'Aubadera

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/60″, 35mm, ISO 100

Y aquí otra vista de Móra d’Ebre con el castillo más o menos en el centro pero oculto tras un sauce, y el rótulo de MORA D’EBRE a la altura del Hospital Comarcal.

Móra d'Ebre

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/50″, 18mm, ISO 100

Al lado de l’Aubadera hay otra pequeña isla. En esta otra foto vemos el camino encharcado por el que venimos. Al fondo de nuevo Móra d’Ebre con el castillo ahora sí visible arriba, y a la izquierda la estrecha franja de agua que nos separa de esa isla.

Camí de l'Aubadera

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/40″, 18mm, ISO 100

Un poco más adelante la hierba lo cubre todo. De nuevo mirando hacia atrás, hacia Móra, a la izquierda la alta vegetación ya no nos deja ver el río, y a la derecha la arboleda del área de ocio de l’Aubadera.

Àrea de lleure de l'Aubadera

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 200

Saliendo ya de la arboleda de l’Aubadera vemos los campos del Mas de Francisco del Peixer, con su altísima palmera.

Los campos del Mas de Francisco del Peixer

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/100″, 55mm, ISO 200

Este camino nos lleva de vuelta al GR-99, ahora un poco más adelante. Cuando llegamos al GR, seguimos a la derecha. En nada pasamos por el Mas de Francisco del Peixer, con la casa a la izquierda y los campos a la derecha. Me llaman la atención los primeros frutales floridos, posiblemente cerezos. El terreno está muy encharcado, y el sol aún no se atreve a salir.

Campos del Mas de Francisco del Peixer

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/40″, 24mm, ISO 200

Estos campos dependen de rudimentarios pero aún eficaces sistemas de riego.

Pozo del Mas de Francisco del Peixer

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/50″, 28mm, ISO 200

Y desde aquí ya vemos los primeros melocotoneros a lo lejos. El contraset de los colores del campo empapado de lluvia, una caseta echando humo por la chimenea, y las nubes al fondo enganchadas a las lejanas montañas me inspiran este disparo.

Campo de melocotoneros en el Romiguer

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/125″, 80mm, ISO 320

Campo de melocotoneros en el Romiguer

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/320″, 180mm, ISO 640

Al otro lado del río Ebro se abren un poco las nubes y un claro de luz del sol ilumina directamente el vecino pueblo de Móra la Nova.

Luz sobre Móra la Nova

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/125″, 45mm, ISO 100

Llegamos a ese colorido campo de melocotoneros. De cerca el color ya no «llena» tanto como desde lejos. Veo una pareja de ánades reales que parecen querer esconderse entre los árboles, pero aún les falta hojas para servir de escondite.

Pareja de ánades reales escondiéndose entre unos melocotoneros

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/250″, 135mm, ISO 1600

El sol sigue huyendo de nosotros y sólo baña la otra orilla del río, la de Móra la Nova.

Melocotoneros en flor a orillas del Ebro

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/60″, 35mm, ISO 320

Melocotoneros en flor a orillas del Ebro

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/50″, 28mm, ISO 400

Melocotoneros en flor a orillas del Ebro

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 100

Seguimos avanzando por la GR-99. A medida que aumenta la distancia que nos separa de este campo de melocotoneros el color de sus flores se vuelve a hacer como más intenso.

Melocotoneros en flor a orillas del Ebro

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/125″, 70mm, ISO 400

Mientras a nuestra derecha tenemos el río, a nuestra izquierda hay un barranco de casi 50 metros de altura, un barranco de rocas sedimentarias que se va ensanchando con las diversas riadas del Ebro. En esta parte del Camí de Sovarrec son frecuentes los derrumbes y desprendimientos.

Barranco de la orilla del Ebro

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/50″, 26mm, ISO 125

Llegamos a la altura de la Isla de Sovarrec. Uno de los brazos del río (Galatxo de Sovarrec) pasa a nuestro lado, mientras que el otro no lo vemos porque lo tapa la espesa vegetación de la isla. Las luz del sol sigue cayendo sobre la otra orilla mientras nosotros seguimos en penumbra.

Illa de Sovarrec

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/40″, 18mm, ISO 100

Cuando el río se vuelve a alejar de nosotros, en su lugar aparece otro campo de melocotoneros, estos más grandes y más floridos que los anteriores. Además puedo acercarme más a ellos, lo que me permite experimentar diferentes tipos de fotos jugando con la profundidad de campo, los puntos de fuga, las líneas y el bokeh.

Melocotoneros en flor

Sony A-580, DT 18-250, f/5.6, 1/160″, 100mm, ISO 800

Melocotoneros en flor

Sony A-580, DT 18-250, f/5.6, 1/200″, 120mm, ISO 1000

Melocotoneros en flor

Sony A-580, DT 18-250, f/5.6, 1/160″, 85mm, ISO 800

Melocotoneros en flor

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/160″, 230mm, ISO 1600

Melocotoneros en flor

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 1600

Casi que voy a tener que dar gracias al mal tiempo y a la falta de luz directa del sol, porque los tonos de luz y de color conseguidos en estas fotos me siguen transmitiendo las sensaciones de frescor y de humedad de aquella tarde tras la lluvia.

Seguimos por el Camí de Sovarrec y llegamos a la Sénia del Vent. En catalán una sénia es una noria de agua, de las que se empleaban antiguamente para elevar agua de un pozo o de una corriente de agua y así poder regar los campos. Nos separamos del GR-99 y bajamos un poco por el camino local de estos campos. Desde este camino vemos la Casa del Rec o Casa de les Aigües.

La Casa del Rec des de la Sénia del Vent, en el Camino Natural del Ebro

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 160

Llegamos hasta la separación entre el campo de melocotoneros que hemos fotografiado antes y uno de lo que yo creo son cerezos. Son pasadas las 18:30 y ya dudo que vayamos a ver la luz del sol.

Entre campos de melocotoneros y de cerezos

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/50″, 28mm, ISO 400

Volvemos atrás al GR-99. A través de una ventana de una edificación en ruinas de la Sénia del Vent vemos un pedazo del campo de melocotoneros de detrás.

Melocotoneros a través de una ventana

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/250″, 150mm, ISO 800

La técnica para realizar esta foto es abrir el diafragma al máximo, encuadrar centrando el hueco de la ventana para enfocar a través suyo, y son soltar el botón de enfoque recomponer la foto definitiva y disparar.

A la derecha de esta pared lo que supongo es el pozo propiamente dicho. Ahora ya no hay norias movidas por animales o por el viento, sino que se usan bombas para extraer el agua.

Pozo de la Sénia del Vent

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/40″, 24mm, ISO 640

Al otro lado no me quita ojo un perro que ha estado ladrando todo el rato que me he estado moviendo por allí.

El perro de la Sénia del Vent

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/160″, 250mm, ISO 1600

Pocos metros más adelante por el GR-99 hay otra sénia, llamada la Sénia de Juanito Solàrio. Supongo que antiguamente todos estos campos eran de diferentes propietarios y cada uno lo regaba con su propio pozo. Y también supongo que esta agua filtra desde el río por debajo del suelo. Estos campos están en el exterior de un meandro del Ebro, y no me extrañaría nada que todo este suelo fuera un depósito de sedimentos, al igual que la isla del Sovarrec que hay enfrente, con lo que es muy fácil que filtre agua del río por debajo y aflore por estos pozos. Pero todo esto son suposiciones mías.

Caseta y campo de cerezos en la Sénia de Juanito Solàrio

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/60″, 35mm, ISO 800

Por allí al lado de camino suele haber cacharros tirados y aparentemente abandonados que le dan un aire de dejadez al entorno.

Objetos abandonados junto a la Sénia de Juanito Solàrio

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/40″, 24mm, ISO 400

Y llegamos hasta la Casa del Rec. Frente a ella llega el camino que viene del Hospital Comarcal de Móra, el que me hizo recorrer el GPS el día anterior para llegar al apartamento. Hice algunas fotos allí, pero lo cierto es que no había nada interesante que fotografiar, y que a pesar de dejar reposar las fotos dos años (yo suelo dejar reposar las fotos para que «mejoren»), sigue sin aparecer nada interesante. Y dado que ya habíamos visto lo que habíamos venido a ver y que eran cerca de las 7 de la tarde y oscurecía, decidimos regresar por el mismo camino.

De regreso a Móra d'Ebre por el Camí de Sovarrec, tramo del Camino Natural del Ebro

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 160

Al pasar de nuevo junto al campo de melocotoneros de antes no he podido evitar volver a fotografiar sus flores bajo esta luz del atardecer, y esta vez sin salir del camino.

Flores de melocotonero

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/160″, 250mm, ISO 1600

Flores de melocotonero

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/125″, 250mm, ISO 1600

Flores de melocotonero

Sony A-580, DT 18-250, f/11, 1/60″, 250mm, ISO 1600

Cuando volvemos a pasar junto al Galatxo de Sovarrec, el trozo del Ebro que nos separa la Illa de Sovarrec, me llama la atención esta imagen de un árbol reflejado por completo en el agua.

Árbol reflejado en el agua del Galatxo de Sovarrec

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/50″, 30mm, ISO 1000

Entre la hora que es y lo tapado que está el cielo, oscurece muy deprisa y la poca luz que hay ya no me revela cosas interesantes que fotografiar. Me llama la atención la textura de arcillas y guijarros del barranco que tengo a mi derecha, la naturaleza sedimentaria del terreno. Una señal nos recuerda dónde estamos.

La naturaleza sedimentaria de la orilla del Ebro

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 1600

A nuestra izquierda, en medio de unos campos recien labrados, una destarlalada silla parece estar esperando a que alguien se siente en ella para descansar. Dudo mucho que pase alguien.

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/25″, 90mm, ISO 1600

A la vuelta ya no pasamos por l’Aubadera sino que seguimos por el Camino Natural del Ebro. No estamos para entretenernos mucho. A las 19:30 ya está muy oscuro para hacer fotos. A pesar de ello, cuando llegamos a la altura del embarcadero, no podemos evitar bajar a él y hacer esta foto del Ebro con el Pont de Móra y las casas de la orilla del río con esta luz crepuscular.

El Pont de Móra y el río Ebro en el crepúsculo

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/8″, 18mm, ISO 6400

Para hacer esta foto sin trípode he tenido que bajar la velocidad de disparo a 1/8″ y subir el ISO a 6400.

Y hasta aquí este paseo primaveral a orillas del río Ebro. Si estás leyendo este artículo a finales de marzo aún estás a tiempo de ir a ver los melocotoneros en flor, y si no apúntatelo para la próxima primavera. Es algo digno de ver, y sobre todo de fotografiar.

Cómo llegar al GR-99, el Camino Natural del Ebro

Previsión meteorológica

TRACK GPS        FOTOGALERÍA


 

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