Cerca de Pamplona, a tan sólo 25 km de esta ciudad, encontramos uno de los bosques más singulares que tenemos, el único robledal húmedo que queda en Navarra. Hablamos del Bosque de Orgi, un bosque milenario que cubre una superficie de 80 hectáreas en el Valle de Ultzama y cuyo gran parecido con el famoso Bosque de Sherwood le ha servido para convertirse en escenario de la película «Robin y Marian» protagonizada por Sean Connery y Audrey Hepburn en 1976.
Después de muchos años de explotación forestal, ahora el Bosque de Orgi es un espacio protegido que se está dejando que la naturaleza lo recupere. Lo han configurado como un parque al que se puede ir a pasar el día y pasear, con una red de caminos y senderos guiados que en total suman unos 2,4 km.
El recorrido que propongo es muy sencillo, apto para todas las edades y condiciones. Se trata de un itinerario más o menos circular de unos 2,7 km y totalmente llano, y que cubre los tres recorridos de paseo que propone el parque (los 300 metros de más corresponen a la ida y vuelta desde el aparcamiento). Sólo en necesario llevar calzado cómodo y ropa de abrigo si hace frío. También puedes llevar bocadillos para comer en la zona de picnic de la entrada.
Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en la tortuga o en la liebre para cambiar la velocidad de reproducción.
Dejamos el coche en el aparcamiento del parque, frente a un centro hípico. En el aparcamiento cobran 2€ por coche y día, pero sólo si está abierta la caseta de información. Yo fui un día lluvioso de noviembre y la caseta estaba cerrada. Desde el aparcamiento accedemos al Centro de Acogida del parque después de cruzar un camino asfaltado. Vas a comprobar que las condiciones del día no eran las más adecuadas para hacer fotos, con un cielo plomizo y lloviznando después de haber caído una ligera nevada, por lo que no hice muchos disparos.
En este Centro de Acogida está la zona de servicios, con la caseta de información, el WC y las mesas y bancos de picnic. Empezamos el recorrido por el camino señalizado que se adentra en el bosque hacia el sur.
A lo largo del recorrido encontramos diversos paneles informativos que nos ayudan a interpretar lo que vemos y encontramos en este bosque. Llegamos a un cruce con un camino que viene de la izquierda y otro que sale a la derecha en dirección al Laberinto. Nosotros seguimos recto, ya visitaremos el Laberinto después.
Por estre tramo del camino pasamos cerca de enormes robles centenarios así como por rincones con bancos donde sentarse un momento para escuchar el bosque.
En la época que visité el Bosque de Orgi ya habían caído la mayoría de las hojas de estos robles y se podría decir que lo más verde era el musgo que cubría muchas de sus grandes ramas.
Cuando llegamos a la altura de una bifurcación con un «atajo» señalizado hacia nuestra izquierda, nosotros seguimos recto. Poco más adelante llegamos encontramos otro atajo a nuestra izquierda y un panel informativo junto al cual el camino continúa convertido en «senda«. Seguimos por la senda, y entramos en la parte más húmeda del Bosque de Orgi. En principio no nos tenemos que mojar, pero es posible que haya charcos por el camino. Después de pasar junto a un pequeño mirador de cara a una laguna llamada Aguasalada cruzamos un pequeño arroyo que sale de -o acaba en- esa laguna.
Me llama la atención aquí el contraste cromático entre la nieve, los helechos secos, el musgo y la hierba y arbustos que aún se mantienen verdes. Un roble parece agonizar en los brazos de una gran mata de helecho.
La senda traza una curva a la izquierda indicando que ya hemos llegado al final y que iniciamos el regreso al camino por el otro lado.
Por el camino pasamos junto a algunas zonas encharcadas, que por el nivel de agua que presentan hacen pensar que en algunas épocas del año se pueden llegar a inundar. La siguiente foto es un vertorama (panorama vertical) de dos tomas horizontales.
Salimos de la zona húmeda y llegamos a un pequeño claro del bosque. A pesar de que no hace mucho que ha nevado y que aparentemente hay pocas visitas en el parque, queda bien marcado por dónde sigue la senda. Un roble centenario extiende sus ramas hasta el mismo suelo. Los robles más expuestos a las corrientes de aire pierden antes las hojas que no los del bosque más espeso.
En un tronco caído me llaman la atención un grupo de setas por su vivo color amarillo. Son las primeras setas que veo hoy.
Un pequeño petirrojo nos mira en el camino y apenas se distingue del color de las hojas de roble caídas.
Unas vallas de madera nos muestran una pasarela, también de madera, que se aparta del camino.
Subimos a la pasarela. A la derecha hay otra zona inundable, más extensa que la anterior. Se trata de una balsa donde es posible observar aves y anfibios.
Al final de la pasarela se encuentra el observatorio o hide, que muestra una panorámica de la balsa.
La meteorología no acompañaba en absoluto para ver nada moverse por delante nuestro. Lo más interesante que pude fotografiar fue el goteo de las ramas empapadas de los árboles.
Salimos del observatorio y cruzamos la pasarela de vuelta a la senda.
Se acaba el tramo de paseo del bosque correspondiente a la Senda y llegamos de nuevo al Camino, con el atajo entrando por la izquierda. Hacemos caso a la señal que nos ayuda a encontrar la dirección correcta.
Poco más adelante encontramos otro observatorio o hide, éste preparado para observar aves. Entramos a ver si vemos algo, y me llevo una gran sorpresa al comprobar que hay un carbonero posado en una rama.
Y mi sorpresa se magnifica cuando el carbonero echa a volar y se posa en el suelo, más cerca de mí. Aprovecho sin hace ruido, bueno, sólo el del obturador de la cámara, para fotografiar cómo picotea algo, aunque creo que él sabe que estoy allí.
Aquí una vista más general de lo que se ve desde el observatorio.
A la salida del observatorio nos cruzamos con otro atajo. Nosotros seguimos recto por el camino, y pasamos por otro claro con bancos, cerca de donde también hay una especie de teatro que yo no llegué a ver.
Aquí las hojas de los robles muestran todos los colores posibles a la vez, desde el verde hasta el rojo. El cambio climático está haciendo estragos con la velocidad con que se pasa del verano al invierno.
Algún acebo muestra ya sus bayas de un intenso rojo.
Llegamos al cruce con el principio del camino y la entrada al Laberinto. Nosotros seguimos por el camino hacia la derecha.
A la derecha de la pasarela vemos otra balsa.
Pasada la pasarela, ahora sí entramos en el Laberinto, a nuestra izquierda. El Laberinto no es un laberinto en realidad sino una zona del bosque muy espesa y especialmente adaptada para los visitantes con deficiencias visuales. Todos los caminos tienen a un lado una cuerda para que los invidentes puedan desplazarse sin problema por ellos, y hay varios rincones donde sentarse a escuchar los pájaros (cuando los hay). No faltan los paneles con información sobre qué ver, qué tocar y qué oir en cada uno de los rincones.
Salimos del Laberinto y nos dirigimos al Centro de Acogida del parque. Por el camino pasamos al lado de un cercado con unas cabañas de madera. Me imagino que aquí darán paseos en pony a los más pequeños.
La zona de picnic es bastante espaciosa, con las mesas bastante separadas entre sí para preservar mejor la intimidad de las familias que se paran a comer o a beber algo aquí. Tiene pinta de que se tiene que estar muy bien hasta en verano.
Y sin nada más que ver aquí, nos dirigimos al aparcamiento cruzando de nuevo el camino asfaltado, que se pierde en las profundidades del bosque.
El Bosque de Orgi es un gran desconocido, y a mí me parece un lugar interesante para visitar aunque parezca más un parque de recreo que no un parque natural. Existen senderos señalizados fuera del parque que pueden ser aún más interesantes para el fotohiker. Yo tuve mala suerte con el día de mi visita, y además era el día de vuelta a Barcelona de mi estancia en el Valle de Baztán, por lo que no pude dedicar mucho tiempo. Creo que el verano debe ser una buena época para visitarlo.
Cómo llegar al Bosque de Orgi
Previsión meteorológica
- Texto y fotos con licencia Creative Commons BY-NC-ND 4.0 International. Puedes compartir libremente si citas al autor, si no obtienes ningún beneficio económico, y si no realizas ninguna modificación. Y si además me lo dices, me harás muy feliz. 🙂