El Pirineo está salpicado de lagos. Se calcula que puede haber unos 2.500 en toda la cordillera, incluyendo los territorios francés, español y andorrano. El acceso a la mayoría de ellos es caminando largas travesías por montaña o en el mejor de los casos a bordo de vehículos 4×4 autorizados. Cerca de Vielha, en el Valle de Arán, hay un pequeño lago de muy fácil acceso y que nos permite disfrutar de la montaña y la naturaleza. Se trata de la Bassa d’Oles, a los pies del Montcorbison (2.172 m), y rodeado por un extenso bosque de pino rojo, el Bòsc de Varicauba (o de Baricauba). Si estás de visita en el Valle de Arán no puedes dejar de ir a visitarlo con la familia. No es tan espectacular como los lagos de alta montaña, pero el entorno que le rodea suma.
El recorrido por la Bassa d’Oles: track y recomendaciones
El itinerario que propongo aquí para conocer y disfrutar de la belleza de lugar es un recorrido circular que no llega a los 2,5 km y que apenas tiene dificultad, por lo que es adecuado para ir con niños. Casi todo es por pista o camino, por lo que podemos llevar calzado deportivo, aunque siempre es mejor ir equipado con zapatillas o botas de senderismo. También conviene llevar agua porque no hay fuentes por el camino, aunque el recorrido es muy corto y no nos moriremos de sed. En cuanto a la ropa, hay que recordar que es el Pirineo y la Bassa d’Oles está a unos 1.600 metros de altitud, por lo que en verano puede hacer calor aunque también puede llover de forma repentina, y el resto del año el clima es fresco o frío. Yo lo hice un día soleado a finales de noviembre del 2018 y si bien había una fina capa de hielo en las zonas sombrías del lago, el sol calentaba bastante.
El entorno y su relieve
Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en en el + y en el – bajo la barra de reproducción para cambiar la velocidad.
La excursión y las fotos
Km 0,0 – Llegando a la Bassa d’Oles
La Bassa d’Oles se encuentra en Gausac, un pequeño pueblo a 1 km de Vielha. De Gausac sale una pista asfaltada que asciende durante unos 8 km y a través del Bòsc de Varicauba desde los 1.000 de altitud de Gausac hasta los 1.600 de la Bassa d’Oles. Junto al lago hay un refugio que suele abrir para grupos y escolares, y frente a él hay un amplio aparcamiento donde podemos dejar el coche. Detrás del refugio el Montcorbison se eleva hacia el cielo, y detrás de esta montaña se encuentra el Valle del Joèu, que ya visitamos en el circuito de la Artiga de Lin y los Uelhs deth Joèu.
Nada más dejar el coche nos acercamos al lago para contemplarlo de cerca, y comprobamos que un dique de obra contiene sus aguas, por lo que lo primero que pensamos es que se trata de un lago artificial. Pero no es así, es natural y el dique se construyó para aumentar el nivel de sus aguas y su superficie, el régimen hidrológico de la Bassa d’Oles es natural. Así de espléndido se ve el lago junto al aparcamiento.
El agua del lago es muy tranparente y podemos apreciar cómo la superficie del agua está cerca del punto de congelación.
Otra imagen del lago donde se puede comprobar que la fina capa de hielo corresponde a la parte más sombría de la superficie.
La zona de aparcamiento junto a la Bassa d’Oles es bastante amplia. De espaldas al lago, al fondo del todo el Tuc de la Llança (2.6598 m), a la derecha del cual pasa el Port de la Bonaigua (2.072 m).
El dique presenta algunas pequeñas fisuras que dejan escapar agua del lago. Esta agua baja por el aparcamiento formando un pequeño arroyo que va a parar a Gausac cerca del inicio de la pista.
Nos dirigimos a la entrada al Bòsc de Varicauba por un amplio camino. Hay una señal de prohibido el paso porque no es de extrañar que más de uno meta el coche por ahí.
Empezamos a seguir unas señales con flechas blancas sobre fondo azul, que creo corresponden a algún circuito de BTT.
Vamos rodeando la Bassa d’Oles hacia el noroeste. En la siguiente foto vemos cómo la superficie del lago es más lisa donde está medio helada y más rizada donde no hay hielo. Al fondo el Montcorbison.
Cuando llevamos recorridos unos 150 metros a través del bosque pasamos junto a otro dique del lago. Este dique presenta una compuerta para ayudar a regular el nivel de agua del lago.
Seguimos a través del bosque, ahora alejándonos del lago. A los pocos metros pasamos un desvío a la izquierda y un cruce a la derecha. De momento vamos haciendo caso a las flechas blancas sobre fondo azul.
Nos cruzamos con un estrecho arroyo que viene del lago.
Llegando a un claro el camino gira a la derecha.
Km 0,5 – Las cabañas del bosque
Poco más adelante vemos una cabaña en otro claro del bosque.
Dejamos el camino y nos acercamos a la cabaña, que está cerrada.
Abajo hay unas mesas de madera y resulta curioso ver la textura del hielo sobre la superficie de la madera.
Aquí las huellas de un pájaro en el hielo de una mesa.
Hacia el norte y un poco más abajo asoma otra cabaña sobre los árboles. Al fondo el Montlude (2.518 m) y hacia la izquierda el Tuc de Sacauva (2.286 m) y la Montanha d’Uishèra (2.339 m).
Regresamos sobre nuestros pasos. En el claro del bosque que nos queda a la derecha en los primeros metros de regreso vemos cómo a la sombra se mantiene la escarcha de la humedad de la noche.
Km 0,6 – Atravesando el Bòsc de Varicauba
Volvemos a adentrarnos en el Bòsc de Varicauba.
Aproximadamente tras unos 150 metros de «retroceso» llegamos al primer desvío de después del dique con compuerta. Continuaremos por él, a la derecha.
Por este camino nos volvemos a cruzar con el pequeño arroyo que sale de la Bassa d’Oles.
El camino a través de este frondoso bosque de pino rojo (Pinus sylvestris) es amplio y en ligero ascenso, muy cómodo.
El pino rojo debe su nombre al color que adquiere su corteza, que es de un rojo subido en la parte alta del árbol y pardorrojiza en la inferior.
A unos 250 metros del desvío cruzamos un pequeño claro en el bosque.
Desde el claro y hacia el sureste podemos ver a lo lejos las cimas nevadas del Tuc de Meddia (2.207 m), el Pujoalbo (2.503 m) a su derecha, y el Montardo (2.833 m) asomando entre ellos.
El camino continúa entre árboles y con un poco más de pendiente.
Salimos de nuevo del bosque justo en una bifurcación del camino. Seguiremos por la izquierda.
Hacia la izquierda vemos el Montcorbison.
A la derecha el paraje llamado Eth Prilhon, con una pequeña cabaña en el prado y la Montanha d’Uishèra a lo lejos.
Hacia adelante el camino que debemos seguir.
Km 1,2 – El pequeño lago
Antes de continuar nos acercamos a un estanque o pequeño lago que queda a nuestra izquierda.
Desde la orilla del lago avistamos otra cabaña un poco más arriba, más o menos a continuación por el camino.
Volvemos al camino y continuamos subiendo sin perder de vista el Montcorbison.
Vamos a superar unos 20 metros de desnivel en apenas 100 de camino. Al avistar de nuevo la cabaña suspiramos de alivio al comprobar que lo peor está a punto de acabar.
La rampa acaba en un pequeño prado frente a la cabaña, aunque la cuesta no acaba del todo.
En el camino encuentro un fragmento de hueso de gran tamaño, quizás el extremo superior de una tibia de vaca. No parece un resto de consumo humano, pero tampoco hay más huesos cerca para determinar que sea de un cadáver devorado por los buitres.
Km 1,4 – El camino a la Artiga de Lin y al Montcorbison
Ahora sí, la cuesta acaba en otro camino. Subimos un poco más arriba del camino para tener una mejor perspectiva del entorno.
Hacia el Noroeste se puede llegar a la Artiga de Lin rodeando el Montcorbison por el norte.
Como lo nuestro es un paseo, seguimos hacia el Sureste.
Este tramo del camino en ligero descenso es realmente agradable, con unas vistas de lujo.
Km 1,8 – Era Piusa
Por este prado hay acumulaciones de piedras que parecen vestigios de antiguos cercados, quizás para recoger al ganado que sube a pastar a esta zona. Este montón de piedras está un poco apartado del camino. Al fondo vemos otra cabaña.
Una mirada hacia atrás para disfrutar de esta vista. Sólo faltan algunas ovejas, vacas o caballos pastando plácidamente aquí.
El camino aparece muy marcado a partir de aquí. Al fondo los árboles mantienen un rincón del prado a la sombra.
Al llegar a la zona de sombra comprobamos que el suelo está helado. Allá donde llega la luz del sol no sé cuánto tardará en fundirse.
Llegando a la cabaña que vimos antes, algunos charcos del camino están cubiertos por una notable capa de hielo. Mejor no pisar. Son curiosas las formas que dibuja el aguja debajo del hielo.
También resulta curioso cómo cristaliza la humedad del aire al congelarse sobre la hierba de esta parte del prado. Pulsa sobre la foto para poder verla con más detalle.
A nuestra izquierda el prado aparece son su superficie muy pisoteada. Desde aquí tenemos otra bucólica vista retrospectiva del camino.
Esta zona pisoteada parece una especie de humedal o un estanque seco. Según el mapa topográfico parece que forma parte del sistema hídrico de la Bassa d’Oles junto con el otro estanque que nos encontramos subiendo.
Km 2,0 – El cruce de la Bòrda dera Vila
Nos aproximamos a la Bòrda dera Vila.
El camino en realidad no lleva a la cabaña, sino que gira a la izquierda hasta un cruce. De hecho más que un cruce es como un triángulo de caminos.
En el cruce, a la derecha el camino sube hasta el Montcorbison pasando junto a la Bòrda dera Vila.
Km 2,1 – Bajando al Refugio de la Bassa d’Oles
Nosotros seguimos recto, dejando atrás el cruce, o el último vértice del triángulo. A nuestras espaldas el Montcorbison, que realmente no parece estar muy lejos.
El camino se adentra en el bosque y desciende por la umbría de la montaña y en apenas 200 metros avistamos el refugio de la Bassa d’Oles.
Antes del volver al coche y dar por finalizado este corto paseo, nos acercamos al lago frente al refugio y, aprovechando que el sol está más alto y que el viento está más calmado, intentamos disfrutar de los reflejos.
Km 2,4 – Final del recorrido
Y hasta aquí este corto paseo por el Pirineo aranés, ideal para abrir el apetito y bajar a comer a Vielha en cualquiera de los buenos restaurantes de que dispone la capital de la Val d’Aran. Mi recomendación es para el único sitio que conozco, la Braseria El Racó, que como su nombre indica, está bastante escondida en un rincón. Es un sitio muy pequeño y tradicional donde disfrutar de la gastronomía tradicional aranesa y de la catalana en general.
Cómo llegar a la Bassa d’Oles
Previsión meteorológica
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Magníficas fotos de un paseo magnífico, estuve el mes pasado, es una belleza natural llevada a extremos insospechados.
Muchas gracias. Generalmente la belleza la encontramos en lo más sencillo.