El Parc Natural de la Zona Volcànica de la Garrotxa, en la provincia de Girona, es el mejor exponente de paisaje volcánico de la Península Ibérica. Con 45 conos volcánicos conocidos de entre 10.000 y 700.000 años de edad y algunas coladas basálticas, el clima húmedo característico de la comarca de la Garrotxa cubre el parque con un verde manto de vegetación compuesto mayoritariamente por encinar de montaña. La verdad es que se trata de volcanes muy antiguos, extinguidos todos, y la mayoría están bastante erosionados y cubiertos por vegetación, lo que hace que la mayoría de la gente sólo conozca tres de ellos, el Montsacopa en pleno casco urbano de Olot, la capital de la comarca, el Santa Margarida y el Croscat en Santa Pau, y de coladas la que dio origen a la Fageda d’en Jordà y que proviene del volcán Croscat, la impresionante colada basáltica sobre la que se asienta Castellfollit de la Roca, y las que se sitúan entre el río Fluvià y la riera de Bianya en Sant Joan les Fonts. Justo en medio del triángulo formado por estas tres poblaciones, Olot, Castellfollit de la Roca y Sant Joan de les Fonts se encuentra la pequeña Serra de Molera, en la que vamos a descubrir sus 4 volcanes y disfrutar de una bonita panorámica del entorno.
El recorrido por la Serra de Molera: track y recomendaciones
Esta excursión consiste en un itinerario circular de poco más de 7 km y con no mucho desnivel, por lo que es apta para niños y mayores que no tengan ninguna dificultad para caminar. Casi todo el recorrido es por caminos y senderos a través de bosque, por lo que basta con llevar calzado deportivo, agua y un poco de ropa de abrigo en invierno. Yo la he hecho el diciembre del 2019 y a pesar de ser fresco el ambiente, el esfuerzo de la caminata no te deja pasar frío.
El entorno y su relieve
Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en en el + y en el – bajo la barra de reproducción para cambiar la velocidad.
La excursión y las fotos
Km 0,0 – Mas Molera
Empezamos el recorrido en Mas Molera, una masía milenaria que da nombre a la sierra y que ahora es un alojamiento rural con una capacidad máxima de 24 plazas distribuidas en 4 alojamientos. Yo he pasado allí las dos últimas navidades y pienso repetir. Se llega allí por la autovía A-26 que va de Olot a Besalú, saliendo de ella por la primera salida (viniendo de Olot) en dirección a Begudà. Tras una bajada pasada la rotonda de la salida encontramos a la izquierda un paso por debajo de la autovía. Ése es el camino a Mas Molera.
Como es de sentido común, si no estamos alojados en Mas Molera no vamos a aparcar allí, pero sí podemos dejar el coche en un ensanchamiento del camino pasada una masía que hay a la izquierda poco antes de Mas Molera, procurando que el coche no bloquee el paso a la maquinaria agrícola de la masía. De todos modos si vas con familia y puedes, alquila uno de los alojamientos y disfruta de la salida del sol antes de emprender la marcha por la Serra de Molera.
En la finca de Mas Molera podemos encontrar hasta 5 robles (Quercus pubescens), como éste de 14,85 m de altura y 5,8 metros de perímetro en el tronco, cerca del gallinero.
Salimos de Mas Molera en dirección al Camí de Molera. Aquí también encontramos algunas encinas (Quercus ilex) de grandes dimensiones.
Una de ellas se apoya y abre paso a través de una gran roca.
Una vez llegamos al camino principal subimos hacia la derecha.
Pocos metros más arriba nos desviamos por un camino que sale a nuestra izquierda.
El camino va subiendo poco a poco a través del típico bosque de encina de la Garrotxa que prácticamente cubre toda la Serra de Molera.
A unos 500 metros de Mas Molera pasamos junto a Claperols, una explotación agrícola que pertenece a Mas Molera. Al fondo un polígono industrial en dirección a Olot, medio cubierto por la bruma de la mañana.
Por delante el camino sigue siendo agradable y casi en línea recta. Luego ya se complicará.
A la derecha del camino veo una vieja raíz apoyada en una roca y que presenta varios tipos de setas. Me alegra ver setas a estas alturas del invierno y después de un otoño bastante seco. La climatología de la Garrotxa lo permite.
La parte de la raíz más próxima a la tierra estaba cubierta por la típica seta sin pie que prolifera en madera en descomposición.
Ya en el tronco del árbol cortado aparece otro tipo de setas.
Cuando llevamos unos 500 metros por este camino salimos un poco del bosque y vemos la luz.
El camino parece asfaltado, pero realmente el suelo es todo lapilli, la típica grava resultado de erupciones volcánicas explosivas.
Abajo a nuestra izquierda el Pla de Begudà. En el borde la masía del Bac, a los pies del Sant Cosme (617 m) en la Serra d’Aiguanegra, y a la izquierda de la foto la autovía A-26 en dirección a Olot. Ese conjunto de encinas que asoma a la izquierda de la foto es el pequeño volcán de Claperols.
Me llaman la atención en el borde del camino unas flores de colleja (Silene vulgaris) que aún está en flor a finales de diciembre cuando la época de floración acaba en octubre.
Poco más adelante pasamos entre dos grandes piedras con lo que parecen los vestigios de lo que fue una puerta. El camino se vuelve más agreste y empinado.
Junto a una de esas piedras veo una flor de cártamo silvestre (Centaurea jacea), que en principio sólo florece en verano.
Km 1,1 – Pererols
A unos 200 metros de las grandes piedras llegamos a Pererols, una gran casa aparentemente abandonada desde lejos pero que está rodeada de un sinfín de trastos y chatarra, lo que me hace pensar que no está del todo deshabitada.
Paso por la derecha de la casa con sigilo, no vaya a haber algún perro suelto, y encuentro un sendero que sube hacia el bosque por detrás de la casa.
Atrás va quedando Pererols. La grna casa está en unas condiciones deplorables.
A los pocos metros el sendero da un giro de casi 180º. Empieza el tramo con más cuesta de todo el recorrido.
Parece que han estado limpiando un poco el camino de matorrales.
Pero unos 100 metros más adelante llegamos a lo que parece el final del camino, junto a una gran roca a nuestra izquierda.
Pero no, no se acaba. Atravesamos unos matorrales siguiendo el camino y descubrimos que éste sigue a través del bosque, pero más poblado de matorrales.
A medida que avanzamos se va suavizando la cuesta hasta que empezamos a bajar. A unos 300 metros del paso entre matorrales llegamos a una alambrada.
Km 1,8 – Volcà del Cairat
Pasamos la alambrada desenganchando los alambres del poste y volviéndolos a enganchar, y salimos del bosque justo enfrente del cráter del volcán del Cairat.
Seguimos hacia la izquierda por el camino que discurre junto a la alambrada.
Lejos de lo que suele ser el cráter de un volcán, el del Cairat actualmente es una parcela de hierba donde pastan plácidamente unos asnos (Equus africanus asinus), algunos de ellos de raza catalana. En cuanto me ven acercarme se reunen todos en el centro vigilando mis movimientos.
Seguimos caminando por el borde del cráter del volcán del Cairat. Al fondo destaca el Puig de Bassegoda (1.374 m).
A la que los asnos comprueban que no soy una amenaza para ellos empiezan a seguirme desde el otro lado de la alambrada.
Al final de la alambrada llegamos a otro camino. Seguimos a la izquierda y atravesamos por un paso batiente de otra alambrada. Los asnos ya habían salido del cráter y estaban justo detrás mío.
Km 2,1 – Cal Gall
El camino conduce a la casa de Cal Gall. Tras ella vemos las cumbres nevadas del macizo del Canigó, en territorio francés. Nosotros nos desviaremos por la izquierda junto a uan alambrada antes de llegar a la casa.
Vamos subiendo de nuevo en dirección al bosque. Abajo a la derecha quedan unos campos y al final de éstos asoma la casa Repàs. Al fondo seguimos viendo el inconfundible macizo del Canigó y a su derecha y un poco más avanzado el Puig de Coma Negra (1.558 m), justo en la frontera con Francia.
Un poco más a la derecha, o más bien detrás nuestro, Cal Gall con los perros ladrando. Al fondo y a la izquierda del todo el Bassegoda, y más a la derecha y casi sobre Cal Gall la Serra del Mont (1.123 m).
Por abajo a la derecha se acerca otro grupo de asnos.
La cuesta acaba frente a una verja de hierro.
Abrimos la puerta por arriba y pasamos al otro lado, sin olvidar volver a cerrar. Estas puertas son para que no salga el ganado. Continuamos hacia la izquierda por un camino que se adentra en el bosque cuesta arriba para luego ir llaneando.
Pasamos un primer desvío siguiendo a la derecha, y poco después otro haciendo lo mismo.
Abajo a nuestra derecha queda Sant Joan les Fonts, que apenas podemos ver a través de las encinas del Bosc del Sabater.
A unos 600 metros de la verja llegamos al Clot del Infern, un sombrío barranco en la parte norte de la Serra de Molera y límite de la Reserva Natural Parcial del Volcà Aiguanegra.
En esta parte resguardada de la Serra de Molera aún aún queda algún roble que no ha perdido la hoja.
A unos 500 metros del Clot de l’Infern nos encontramos rodeados de robles que han perdido las hojas por completo. Sus hoja tapizan el suelo de manera que cuesta ver por dónde va el camino.
Algunas rocas del lugar nos muestran su evidente origen volcánico.
Unos metros más adelante el camino parece bifurcarse de nuevo. Esta vez nos desviaremos a la izquierda.
Km 3,5 – Pla de Cal Cairat
Tras un corto repecho salimos del bosque y llegamos a un claro, el Pla de Cal Cairat.
Giramos a la izquierda y empezamos a subir por una desdibujada vereda junto al límite con el bosque.
A medida que subimos se nos van revelando magníficas vistas del entorno. Lo primero que vemos a nuestra derecha es la Aulina Nova y la Aulina Vella, y detrás al fondo el Puigsacalm (1.515 m).
Sin un sendero marcado que seguir, vamos subiendo por el Pla de Cal Cairat siguiendo más o menos las líneas de las gradas del terreno. A medida que ganamos altura se nos va abriendo la perspectiva por detrás nuestro. A la derecha de la Aulina Nova la Serra de Sant Miquel del Mont (793 m) y seguidamente la Vall de Bianya.
Un poco más a la derecha, al fonde destacan las cimas nevadas del Balandrau (2.585 m) y la Serra del Catllar (2.693 m), que separan los valles de Ribes y el de Camprodon. No pude evitar sacar mi sombra en la foto.
Hacia adelante no tenemos tan buena vista, sólo una zona boscosa y una antena asomando sobre ella.
Otra fotogénica mirada hacia atrás con el Puigsacalm a la izquierda y la Serra de Santa Magdalena (1.547 m) entre Vidrà y Vallfogona de Ripollès en el centro.
Seguimos paralelos a las gradas hasta salir del Pla de Cal Cairat y adentrarnos en un encinar. Allí encontramos la Font i Bassa d’Aiguanegra. El agua está estancada y es muy oscura. Quizás de ahí le viene el nombre. Hay excrementos de cabras por los alrededores. Imagino que vienen a beber aquí.
Damos la vuelta y seguimos subiendo por el Pla de Cal Cairat pero ahora perpendicularmente a las gradas. Tras superar la última grada, a unos 585 metros de altitud, tenemos esta nueva vista del Puigsacalm y la Serra de Santa Magdalena, pero ahora vemos asomar la ciudad de Olot por detrás de la Aulina Nova.
Un poco más a la derecha y ya en lo más alto del llano, un árbol solitario.
Km 4,2 – Volcà d’Aiguanegra
Al acercarnos al árbol comprobamos que éste se encuentra al borde de una depresión circular en el terreno. Estamos en el cráter del volcán de Aiguanegra.
El árbol en cuestión es un pino sin apenas tronco, que se ramifica fuertemente a muy poca altura del suelo.
Empezamos a rodear el cráter por la izquierda. Volvemos a tener la vista que ya conocemos de antes, pero ahora desde un poco más arriba, lo suficiente como para que veamos algo más de Olot. En primer término entre la Aulina Nova y la Vall de Bianya una cima de 598 metros en la Serra d’Aiguanegra y detrás la Serra de Sant Miquel del Mont. Detrás de la Aulina hacia Olot asoma ligeramente el volcán de la Garrinada, el más antiguo de la zona y origen de la colada más reciente de Sant Joan les Fonts. Abajo a la derecha la Vall de Bianya.
Usamos el zoom para acercanos a la iglesia románica de Sant Miquel del Mont, en lo alto de la sierra del mismo nombre.
La espectaculariadad de las vistas desde lo alto del volcán de Aiguanegra hace que éste sea un lugar muy frecuentado por excursionistas, senderistas, runners y ciclistas de BTT. No me encontré a nadie en el camino de subida hasta aquí y ahora no hace más que llegar gente.
Ahora miremos con más detalle la vista de la Vall de Bianya. Abajo a la derecha el volcán de la Canya y la zona del arroyo Verlets que ya visitamos en la excursión de las coladas y las fuentes de Sant Joan les Fonts. En el centro el barrio de La Roureda que pertenece a La Canya y al fondo del valle L’Hostalnou de Bianya.
A lo lejos y bien cubiertos de nieve el Balandrau, la Serra del Catllar y el Pic de Bastiments (2.881 m), que es el pico más oriental del Pirineo que llega y supera los 2.800 metros.
Detrás el cráter del Aiguanegra.
Hacia el norte y el este poca cosa más vemos aparte del Bassegoda y las sierras de la Alta Garrotxa. Me llama la atención un solitario torreón en medio del bosque, la Torre de Canadell.
Una muestra del lapilli que encontramos en el volcán de Aiguanegra.
Seguimos rodeando el cráter el volcán. Aquí el redondo pino solitario del cráter con sus raíces aferrándose al borde.
Una vez cerrado el círculo nos dirigimos al bosque del borde del Pla de Cal Cairat.
Una última mirada al cráter, su pino y las vistas.
Llegamos a un camino al borde del bosque. Ahora sí, una última mirada al pino solitario.
Ya en el camino continuamos hacia la izquierda. Este camino conduce a Cal Cairat.
Antes de llegar a la casa encontramos una abertura en el muro de piedra de la derecha.
Pasamos por esa abertura y cruzamos el campo hacia el muro opuesto. Desde allí tenemos esta vista de Cal Cairat.
Una vez en el otro muro continuamos hacia la izquierda.
Al final de este muro, a la derecha vemos un sendero señalizado con postes dentro del bosque. Nos dirigimos hacia él.
Km 4,7 – Sendero a Sant Joan les Fonts
Una vez en el sendero seguimos en dirección a Sant Joan les Fonts y Begudà.
A los pocos metros llegamos a otro poste que nos indica seguir a la izquierda.
Pocos metros más adelante se bifurca el camino. Nosotros seguimos por la izquierda.
El sendero va descendiendo por el encinar hasta unirse al camino por el que vinimos al volcán de Aiguafreda 200 metros después de la última señal.
Seguimos por el camino hasta el claro con la verja de hierro por la que pasamos a la ida.
El track que estaba siguiendo me hacía volver a pasar por Cal Gall y el volcán del Cairat, pero yo decidí explorar más a fondo la Serra de Molera e intentar añadir los otros 2 volcanes de la sierra a la lista, así que pasé de largo la verja y seguí bajando por el claro. Al fondo el Canigó y el Comanegra.
Pasado el claro el sendero vuelve a adentrase en el bosque.
Al poco de entrar en el bosque llegamos a una alambrada.
Pasamos al otro lado sin olvidar volver a poner los alambres en su sitio. El sendero sigue recto hacia abajo, pero para evitar tanta pendiente preferí seguir a la izquierda en busca de un camino que me aparecía en el mapa del GPS. Después, al llegar a otra alambrada, continué a la derecha. Al fondo y entre los árboles se ve Sant Joan les Fonts. El ruido de la fábrica de papel llega hasta aquí.
Finalmente encuentro el camino al otro lado de otra alambrada, ahora ya con marcas de SL (blanco y verde).
El camino llanea entre lo que creo que son castaños que ya han perdido la hoja.
Al menos en el suelo hay numerosas cáscaras de castañas y hojas secas de castaño.
Abajo a la izquierda Sant Joan les Fonts y la ruidosa zona industrial. Hacia la izquierda de la foto se ve claramente la iglesia nueva.
Llegando a un cercado el camino gira hacia la izquierda y para seguir tenemos que pasar otra alambrada.
Tras pasar la alambrada el camino vuelve a girar a la derecha y unos pocos metros más adelante llegamos a un cruce.
Km 5,8 – Volcà de Repàs
Unos pocos metros más adelante, abajo a nuestra izquierda vemos unos cultivos en curva y una casa. Están en el volcán de Repàs. La vista del valle se pierde a la derecha en Castellfollit de la Roca.
Esta parte de la Serra de Molera es particularmente fresca y húmeda. Aquí la vida que es capaz de desarrollarse sobre una roca.
Seguimos por este agradable camino hasta otra alambrada en un cruce.
Pasamos la alambra y entramos en otro bosque de castaños.
Tras unos 100 metros empezamos a salir de este bosque.
Ya fuera del bosque se nos abre un claro con vistas al Comanegra, la Torre de Canadell y el Bassegoda.
Km 6,1 – Volcà de Repassot
Llegamos a otra alambrada y un cruce con un camino pavimentado. El mapa dice que estamos en el volcán de Repassot.
Pasamos la alambrada, y desde allí miramos hacia atrás, hacia Repàs.
Seguimos por el camino hacia la izquierda. Hacia la derecha se llega a Cal Gall. Abajo vemos la casa de Repassot, detrás al final del valle Castellfollit de la Roca, y en cuanto al relieve de fondo, el Bassegoda y la Serra del Mont marcando el límite con la comarca del Alt Empordà.
Parece que el topónimo Bassegoda viene de las palabras vascas basa (árido, desierto) y goiti (cima, altura), por lo que Basagoiti significaría cima desierta, y eso es lo que realmente parece esta cima.
Sobre la Serra del Mont se encuentra el santuario de la Mare de Déu del Mont, patrona del Empordà y del Obispado de Girona. Hasta 1940 sólo se podía subir a pie. Ese año el camino del este se convirtió en pista forestal, que fue asfaltada en 1971 cuando se instaló junto al santuario la estación repetidora de radio y TV, y la pista del sur fue asfaltada en 1996.
El camino se vuelve a adentrar en el encinar.
Al pasar por un barranco que baja del volcán del Cairat describe una curva muy cerrada.
Pocos metros más adelante el camino va a parar al Camí de Molera tras pasar una barrera.
Ya en el camino asfaltado pasamos frente a Repassot.
Vista de unos pastos próximos a Repassot.
Ahora ya encaramos el tramo hacia el final del recorrido en Mas Molera. Se hace más cansado caminar sobre asfalto que sobre tierra, a pesar de que el camino es totalmente llano.
Km 7,1 – Mas Molera
Casi sin darnos cuenta, 700 metros después de pasar frente a Repassot, llegamos de vuelta a Mas Molera para disfrutar de un merecido descanso.
Y hasta aquí este completo y fácil recorrido por la Serra de Molera que nos ha permitido ampliar nuestro conocimiento de la Garrotxa. Ya estoy pensando en la próxima excursión para cuando vuelva a visitar Mas Molera.
Cómo llegar a la Serra de Molera
Previsión meteorológica
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Magnífico recorrido i mejores fotografías. Voy mucho a la Garrotxa,desde Vic es un momento, es uno de mis espacios favoritos, pero este sector lo conozco poco, voy a tener que ponerme las pilas. En este momento todas las pozas i cascadas están increíblemente bellas.
¡Muchas gracias! ¡Y qué afortunado de estar en Vic, que es casi el centro de las mejores pozas y cascadas de Catalunya! Aparte de las propias en la comarca de Osona, al oeste tienes el Berguedà, al norte el Ripollès y al este la Garrotxa, un amplio abanico de ríos y rieras con sus pozas y cascadas. Ya estoy viendo fotos actuales de cómo están todas, en un estado que hace años que no se veían. Lástima que algunos caminos están dañados y no es fácil acceder por ahora.