A tan solo unos 60 km. de Barcelona, entre las comarca del Vallès Oriental, Osona y La Selva, se encuentra el Macizo del Montseny, con las montañas más altas de la Catalunya central y donde se combinan tanto el bosque mediterráneo como el centroeuropeo, lo que hace que en otoño sea un lugar de obligada visita para todo aquel que ama esta estación del año.
El circuito que propongo es el archiconocido recorrido circular por el pantano de Santa Fe de Montseny, a 1.100 metros de altitud, que aunque sea muy conocido, las características del entorno hacen que cada vez que se visita todo parezca diferente. El total del recorrido es de unos 4,5 km y no tiene ninguna dificultad, por lo que es apto para ir con niños o acompañado por tu perro. Sin embargo no es adecuado para cochecitos de niño, aunque la gente los lleva igual y luego se encuentran con problemas.
Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en la tortuga o en la liebre para cambiar la velocidad de reproducción.
El punto de partida es el aparcamiento del Hostal Restaurant Avet Blau (coordenadas 41.773918, 2.461385). Hay dos aparcamientos, el propio del restaurante y otro más amplio más abajo. Dado que es un lugar muy frecuentado tanto por excursionistas como por ciclistas y moteros, y sobre todo en otoño, es muy recomendable llegar por la mañana muy temprano, o incluso hacer noche en el propio hostal o en el cercano Hostal Santa Fe, a pocos metros. O si no una buena alternativa es ir en día laborable, pero de todos modos con el frío de la mañana el ambiente es más propicio para disfrutar de la naturaleza y de la fotografía. Allí mismo, bajo tres altísimas sequoias californianas que fueron plantadas hace casi un siglo, se encuentra el Centre d’Informació de Can Casades, abierto todo el año de 10 a 14 y de 15 a 16:30, excepto en Navidad y Año Nuevo. Si lo encuentras abierto puedes pedir información y un plano. Te advierto que en la zona no hay cobertura de telefonía móvil de ninguna operadora, ni tan solo en los mismos hostales.
Las fotos que ilustran este artículo están tomadas a primeros de noviembre del 2011 después de dos o tres días de fuertes lluvias ininterrumpidas. La humedad de toda esta lluvia recogida por el bosque ayudó a dar unos colores muy vivos a las fotos. Dicen que las fotos salen mejor con mucha luz, pero las de otoño salen mejor con mucha lluvia. Por aquel entonces el objetivo que montaba era el Tamron 18-200.
Si has dejado el coche en el aparcamiento de abajo, tienes que caminar hacia la carretera y seguidamente torcer a la derecha antes de llegar a ella, y si has aparcado en el hostal, tienes que ir hacia la rampa que baja al otro aparcamiento y nada más empezar coger el sendero que sale a la izquierda.
A los pocos metros llegamos a una construcción de piedra alrededor de la llamada Font del Frare. No siempre sale agua.
Hacia la derecha desciende el sendero en dirección a un puente que cruza la Riera de Santa Fe. Como había llovido bastante, la riera bajaba cargada de agua, lo que me permitió hacer algunas fotos de «efecto seda» con la cámara apoyada en el pasamanos. Al no haber mucha luz no hizo falta usar filtro ND. Bastaba con cerrar mucho el diafragma y como el agua bajaba muy rápida tampoco era necesaria demasiada exposición.
El sendero se adentra en el bosque de hayas y circula paralelo a la riera. No tiene pérdida porque tiene bordillos de obra, lo que rompe un poco con el entorno.
La riera recibe agua de muchos arroyos. Cerca hay una pequeña construcción de piedra en ruinas desde la que podemos seguir haciendo «efectos seda«.
Llegamos al cruce con una pista que viene del Avet Blau y el sendero sale del bosque para cruzar un campo más abierto. Ahora aparte de los bordillos de obra, el sendero está pavimentado. Las cortezas de los árboles, húmedas por la lluvia, muestran unos líquenes exhuberantes.
Llegamos a otro cruce. A la derecha, tras pasar un puente de madera se llega al Hosta Santa Fe y la ermita, y a la izquierda de encuentra la Torre d’en Lleonard. Miramos hacia atrás para tener una perspectiva del camino recorrido.
Dejamos el sendero «pavimentado» y seguimos adelante, adentrándonos de nuevo en el bosque, con la riera aún a nuestra derecha. Aquí las diferentes especies de árboles lo cubren todo con un mosaico de color. Es una parte muy agradable de la excursión, también porque por aquí pasa menos gente.
Supongo que te habrás dado cuenta del parecido de este lugar con la foto de fondo de la web, ¿no? Pues sí, se trata del mismo lugar, y el mismo día.
En este momento empieza a chispear y tenemos que echar mano del paraguas, más que nada para proteger la cámara. No es nada fácil hacer fotos con una mano. Nos cruzamos con algunos paseantes. Me llamó la atención el contraste de color con el paraguas de esta mujer, por lo que cuando se cruzaron conmigo esperé que se alejaran un poco para hacerles esta foto.
A medida que avanzamos vemos que el agua de la riera está cada vez más tranquila. Eso es porque llegamos a l’Estanyol, una pequeña presa que se construyó cuando el Hostal Santa Fe para proporcionarle electricidad. Ahora ya no se utiliza. Justo a la altura de la presa el camino se hace un poco complicado para personas con movilidad algo reducida ya que hay que baja unas piedras, pero nada que no puedan superar con un poco ayuda. En este punto nos damos la vuelta para mirar la presa. Normalmente no baja tanta agua por aquí.
El sendero desciende con mayor desnivel que hasta ahora para poder salvar la diferencia de altura producida por l’Estanyol. A nuestra izquierda hay una vieja conducción de agua. Empieza a llover con más intensidad, así que hago esta foto y guardo la cámara.
Poco más adelante pasamos por detrás de una construcción de piedra llamada La Fabriqueta, que corresponde a la central eléctrica del pantano de Santa Fe de Montseny. Este pantano más grande se hizo después de l’Estanyol para poder abastecer de electricidad el Hostal Santa Fe, ya que la primera presa enseguida resultó insuficiente. Tras bordear el pantano por la orilla Norte llegamos a la presa, y nos desplazamos hacia la otra orilla cruzando la presa. A mitad de camino no puedo evitar sacar la cámara de la mochila a pesar de la lluvia para fotografiar el pantano con La Fabriqueta en el centro. El resultado esta panorámica montada con dos fotos.
Se puede apreciar el contraste de colores de la vegetación, las nubes bajas al fondo, y el impacto de las gotas de lluvia en el agua impidiendo la formación de reflejo alguno. Si eres seguidor de mi fotoblog SantiMB.Photos, del Twitter o de mi fanpage de Facebook habrás notado también que esta foto es el fondo que utilizo en esos sitios. Es que el Montseny me encanta, ¿se nota?
El nivel de agua del pantano de Santa Fe de Montseny fluctúa mucho, y en otoño del 2011 distaba mucho de ser óptimo. Es más, en otoño del 2013 estaba prácticamente seco mientras que en invierno del 2014-2015 estaba bastante lleno, y por lo que me han contado, este otoño del 2015 vuelve a estar bastante seco. Para que veas la diferencia, aquí te muestro una foto que corrresponde a un soleado y apacible día de noviembre del 2008, que es cuando más lleno lo he visto.
Volviendo a nuestro recorrido, en la otra orilla del pantano llegamos a mi rincón favorito, donde se encuentra el Faig Gros del Pantà (el haya grande del pantano), un árbol enorme que hacen falta al menos tres personas para abrazarlo.
Desde aquí también tenemos una preciosa vista de la presa y los colores del otoño.
Aquí es una gozada contemplar los colores del otoño y ver destacar las gruesas raíces de estas enormes hayas aferrándose al suelo.
La proximidad de este rincón con Can Casades hace que los fines de semana esté demasiado lleno de gente y eso le resta encanto, por eso la importancia de venir muy temprano o en día laborable para disfrutar de la paz del bosque. Abandonamos el lugar tomando el sendero de la derecha, siguiendo más o menos la orilla del pantano. A los pocos metros pasamos por debajo de un grupo de castaños. En el suelo podemos ver muchas cubiertas y alguna castaña que ha pasado desapercibida para la gente.
El sendero empieza a alejarse del pantano con una subida apreciable. El agua de la lluvia baja por el sendero en dirección al pantano como si se tratara de un pequeño torrente.
Por aquí hay que estar atento porque hay un punto en que el camino parece querer seguir hacia la derecha, paralelo al pantano, pero realmente hay que seguir subiendo recto. Las lluvias de otoño del 2011 fueron un poco tardías, por lo que no fue buena temporada de setas. Aquí una de tamaño notable, que evidentemente se hacía ver.
El camino sigue al otro lado de este torrente que bajaba particularmente cargado de agua y que por aquel entonces había que cruzarlo por piedras. Afortunadamente ahora hay una pasarela de madera que hace más fácil cruzarlo.
Ya cerca del final del recorrido cambiamos las hayas por abetos. Si volvemos atrás a mirar la foto panorámica de La Fabriqueta sobre el pantano vemos detrás de ella destacar por encima de las hayas unas puntas de color verde oscuro: son los abetos que vamos a atravesar ahora. Ésta es una mirada hacia atrás.
Pocos metros más adelante llegamos al Hostal Restaurante Santa Fe, que detrás tiene la ermita de Santa Fe que da nombre a toda esta zona. Como hemos empezado temprano el recorrido, seguramente en este momento estaremos hambrientos y en hora cercana para comer. Podemos hacerlo aquí en el mismo restaurante, o seguir hacia Can Casades girando a la izquierda. Allí hay una zona de picnic con mesas, una fuente y WC públicos, a la sombra de las tres sequoias. O si queremos comer en plato y no nos sedujo la oferta del Hostal Santa Fe, aún estamos a tiempo de probar en el Avet Blau, punto de partida y de final del recorrido. Acostumbra a estar muy lleno y el personal no es que se agobie mucho, así que paciencia.
Una vez en el coche y ya de vuelta a la civilización, en dirección a Sant Celoni, si nos da tiempo podemos alargar la excursión subiendo al Turó de l’Home, la montaña más alta del macizo del Montseny con 1.712 metros. Al poco de salir de Can Casades llegamos a un desvío que nos indica al Turó de l’Home por la derecha. La carretera no está en muy buen estado, al menos cuando fui yo. No se puede subir a la cima en coche sino que hay que dejarlo en un aparcamiento. A partir de allí podemos seguir caminando por la misma carretera o subir por un sendero que sale de detrás del aparcamiento. Yo prefiero esta segunda opción por ser más corta aunque con mayor pendiente. Al poco rato de subir veremos la caseta de lo alto del Turó de l’Home, que es donde tenemos que ir. Desde arriba se puede ver casi toda Catalunya si el cielo está claro. Es fácil reconocer el Pirineo, la Costa Brava con las Illes Medes, la sierra de Collserola, la sierra de Sant Llorenç del Munt, con Montserrat detrás entre La Mola y el Montcau, y ya más atrás las montañas de Prades, el Montsant y el macizo dels Ports. El atardecer en otoño es espectacular, pero hay que abrigarse bien porque allí el aire sopla fresco y con fuerza.
Si quieres seguir este recorrido con el GPS puedes ver y descargarte mi track de Wikiloc enlazado más abajo, aunque es muy sencillo y no tiene pérdida. Sólo es posible desorientarse a la vuelta al pantano, pero siempre hay tanta gente que uno u otro te indica el camino. La subida al Turó de l’Home es opcional y tampoco tiene pérdida con las indicaciones que te he dado en el párrafo anterior. Si quieres disfrutar de los colores de otoño aún estás a tiempo, pero como dejes pasar los días las hayas se irán pelando, aunque en invierno también tiene su qué. Como he dicho al principio, cada vez que visitas Santa Fe del Montseny descubres cosas diferentes.
Cómo llegar a Santa Fe de Montseny
Previsión meteorológica
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Preciosa ruta, de mis favoritas, la has detallado de manera sublime!!!
Casi puedo cerrar los ojos y encontrarme allí.
Me han entrado ganas de volver y mira que la tengo vista…
Enhorabuena por tu trabajo.
Saludos!!!
Yolanda R.
Es lo que digo: este recorrido lo puedes hacer 100 veces y las 100 veces te sorprende.
Descripcion impresionante y las fotos espectaculares !!! Ya tengo ganas de volver!
Gracias! Pues porque no me va bien en la agenda ahora, pero yo también tengo ganas de volver. 🙂