Gorgues de l’Arnera, unas calas ampurdanesas lejos del mar

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Cuando se menciona el Alt Empordà a todo el mundo le viene a la cabeza la Costa Brava, con l’Escala, Roses, Cadaqués, Port de la Selva o el Cap de Creus entre los lugares más significativos. Pero no sólo tiene costa sino también montaña. El Cap de Creus es donde el Pirineo se sumerge en el Mediterráneo, y en el extremo opuesto de la comarca, el pico del Roc del Comptador marca el techo de la misma con sus 1.451 metros, en la Serra de les Salines. Y en la Serra de les Salines nace un pequeño río, el Arnera, que en su breve y vertiginoso descenso desde la sierra hasta el pantano de Boadella configura más de una veintena de pozas, las Gorgues de l’Arnera. El nombre de Arnera viene de Arenaria, que podría significar «río arenoso», y de hecho en sus pozas suele haber acumulación de arena, de forma que algunas de ellas parecen playas, calas ampurdanesas en plena montaña.

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CÓMO LLEGAR        EL TIEMPO

El circuito que propongo aquí es un itinerario circular de poco más de 10,5km con un desnivel acumulado de unos 550m, casi todo concentrado en la parte media del recorrido. Es de dificultad moderada debido a su longitud y al desnivel, pero no representa ningún problema para alguien con una forma física normal y acostumbrado a caminar. Tiene origen y final en el pueblo de Maçanet de Cabrenys, y visitaremos las más conocidas Gorgues de l’Arnera, rodearemos la Serra de Can Salaverd pasando por el Molí d’en Robert, y regresaremos a Maçanet de Cabrenys por un tramo del sendero GR-11, la Senda Pirenaica.

El Arnera es un río de régimen pluvial, o sea que lleva el máximo caudal de agua en época de lluvias, o sea en primavera y en otoño. Además las obras de mejora de la carretera GI-503 han deteriorado significativamente el curso del río en algunos tramos. Yo hice el recorrido en invierno y es cierto que no bajaba mucha agua, y por lo visto el caudal mínimo es en agosto, así que no sé cuánta agua bajará en verano para poder remojarse en alguna de las pozas, al menos los pies. Si vas a hacer este recorrido en verano lleva agua en abundancia porque puedes pasar calor (yo lo pasé en invierno).

Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en la tortuga o en la liebre para cambiar la velocidad de reproducción.

Aparcamos el coche en una plaza que hay frente a la Oficina de Turismo de Maçanet de Cabrenys, justo en las coordenadas 42°23’08.6″N y 2°44’49.7″E. La manera más directa de llegar, viniendo por la GI-503 desde Figueres, es pasar de largo el primer desvío que nos señala ir al centro y seguir hacia Tapis, saliendo del término de Maçanet de Cabrenys. Tras cruzar la Riera de Fraussa llegamos a un cruce que a la derecha nos indica de nuevo el Centro Urbano, la Oficina de Turismo y el Aparcamiento entre otras cosas. Tomamos ese desvío y seguimos las indicaciones. Si una vez en la plaza no encontramos sitio para aparcar (es un pueblo pequeño), probamos por la calle que sale a la derecha de la Oficina de Turismo, que vuelve de nuevo a la carretera.

El itinerario empieza frente a la Oficina de Turismo y sigue la calle que sale a su derecha, la misma que acabo me mencionar en el párrafo anterior. Si sigues mi track de Wikiloc verás que empieza un poco más adelante. Eso es porque empecé a grabar en los apartamentos donde me alojé, Cal Ratero, un alojamiento que recomiendo. Al poco de dejar atrás la Oficina de Turismo hay un puente sobre la Riera de Fraussa desde el que tenemos una vista de Maçanet de Cabrenys con la Serra de Salines de fondo.

Maçanet de Cabrenys y la Serra de les Salines

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/320″, 18mm, ISO 100

El Roc del Comptador queda justo detrás de la primera casa que oculta la Serra de les Salines. Detrás ya es territorio francés. A la derecha vemos la punta del campanario de la iglesia de Sant Martí, y más a la derecha y de cara a nosotros la parte trasera del edificio modernista de La Unió Maçanenca con sus característicos ventanales alargados.

No cruzamos el puente sino que nos desviamos por el camino que sigue por la orilla derecha de la riera. Este camino nos lleva hasta delante de Can Cardona, una masía del siglo XVIII.

Can Cardona

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/100″, 18mm, ISO 100

Pasamos por delante de la masía y seguimos por el camino hasta llegar a la calle por la que hemos entrado a Maçanet de Cabrenys con el coche. Nos desviamos hacia la izquierda en dirección a la carretera, y cuando llegamos a ella la cruzamos y continuamos en dirección al Camping de Maçanet. Cuando llevamos unos 800 o 900 metros, justo a la entrada de los bosques de Mas Olivet, a nuestra izquierda sale un sendero hacia la Font de les Escomes, que por lo que sé está bastante abandonada. Nosotros seguimos por esta carretera.

Los bosques de Mas Olivet estan formados básicamente por alcornoques de los que se extrae el corcho. Es la actividad agrícola o forestal principal del Alt Empordà. Podemos ver diferente alcornoques descorchados a lo largo del camino. En uno de ellos, totalmente a la sombra, un rayo de luz ilumina un helecho que crece en un nudo de la corteza.

Helecho al sol

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 500

He aprovechado la luz que se refleja en las hojas de los árboles del fondo para conseguir un bonito bokeh alrededor del helecho abriendo el diafragma al máximo.

Llegamos a un punto en que la carretera describe una curva cerrada a la derecha, y en el exterior de la misma hay un banco y sale un pequeño sendero que supongo lleva al borde del barranco sobre el río Arnera. No sé si vale la pena porque no fui, yo seguí por la carretera. Pocos metros pasada esa curva tenemos el río Arnera a nuestros pies.

El río Arnera

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/160″, 100mm, ISO 1250

Sobre el kilómetro y medio sale a nuestra derecha una pista de tierra que indica hacia La Farga, y la tomamos. En invierno los petirrojos no paran de revolotear a nuestro alrededor, pero a cierta distancia, escondiéndose en los alcornoques.

Un petirrojo

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/250″, 250mm, ISO 1600

El camino va descendiendo poco a poco entre el bosque, y cuando llevamos 400 metros desde el desvío nos encontramos ante un espacio abierto.

Cerca de La Farga

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 40mm, ISO 125

Dejamos atrás a nuestra derecha La Farga, un antiguo edificio industrial prácticamente absorbido por la vegetación.

La Farga

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/100″, 18mm, ISO 100

Y tras La Farga llegamos a un puente que cruza el río Arnera.

El río Arnera bajo el puente de La Farga

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/50″, 18mm, ISO 100

Nos acercamos un poco al río por la derecha, y al fondo podemos ver una pequeña presa.

El Arnera desde más cerca

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 50mm, ISO 320

Más a la derecha sale un pequeño sendero que lleva hasta la presa, justo en el punto donde La Farga tomaba el agua del río para poder desarrollar su actividad, que no he descubierto cuál era.

Cerca de la presa de La Farga

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/60″, 28mm, ISO 100

En la otra orilla se ven bancos y árboles dispuestos como en un parque, y estos árboles deben dar una buena sombra en verano. Regresamos al puente, cruzamos el río, y tomamos el camino que baja hacia la derecha, paralelo al río. A los pocos metros llegamos al extremo opuesto de la presa donde me encontraba en la foto anterior.

El otro lado de la presa

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/50″, 22mm, ISO 100

Estamos en la Gorga de la Bóta (barrica en catalán), o también conocida como la Gorga de la Farga, la primera de las Gorgues de l’Arnera que visitamos. El agua de la poza está tranquila y transparente como una piscina. De hecho aquí se venía a nadar, aunque la arena que ha ido trayendo el río hay reducido notablemente la profundidad. Cuando hice esta visita no tenía ni en mente crear esta web, así que no se me ocurrió hacer ninguna foto de la poza ni aunque fuera de carácter documental. Me llamó más la atención el salto de agua de la presa.

La presa de la Farga de lado

Sony A-580, DT 18-250, f/18, 1/8″, 18mm, ISO 100

La foto ha sido un intento de efecto seda a pulso, y no ha quedado tan mal. Aquí un plano más cercano de la caída de agua, justo en el borde de la presa, intentando que el agua del fondo salga desenfocada abriendo el diafragma al máximo.

En el borde de la presa

Sony A-580, DT 18-250, f/4.5, 1/160″, 50mm, ISO 100

Y ahora cerramos el diafragma para alargar el tiempo de exposición e intentar otro efecto seda a pulso.

Un efecto seda

Sony A-580, DT 18-250, f/14, 1/8″, 110mm, ISO 100

Bajamos a las rocas e intentamos sacar un plano general de la presa también con el diafragma cerrado al máximo para alargar el tiempo de exposición.

Plano general de la Presa de la Farga

Sony A-580, DT 18-250, f/22, 1/8″, 18mm, ISO 100

A la izquierda lo que queda de la Font de la Farga, destruida tras una reciente riada. Antes salía abundante agua por el caño, pero ahora apenas un hilillo.

La Font de la Farga

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 800

Desde aquí podemos el agua se desliza por entre las enormes rocas de granito en dirección al puente de La Farga. En primavera y verano creo que la vegetación tiene que estar bien verde.

El puente de La Farga desde la presa

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/50″, 30mm, ISO 250

Regresamos al puente por donde hemos venido, pero antes de cruzarlo podemos bajar al río por un pequeño sendero que sale por la derecha para comprobar la acumulación de arena en el lecho del río.

Bajo el puente de La Farga

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 125

Cubierta ya esta etapa del recorrido, regresamos a la carretera del camping. Una vez en la carretera, proseguimos hacia la derecha, hacia abajo. En la siguiente curva llegamos al desvío que conduce al Molí de l’Olivet.

El Molí de l'Olivet

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 50mm, ISO 200

Documentado desde el año 1430, este molino estuvo en funcionamiento hasta el año 1969, en que fue dañado por una gran riada. Ahora, ya restaurado, es una instalación para acampada de grupos de scouts (escoltas).

Bajamos un poco más por la carretera y bajamos a la Gorga de les Dones (Poza de las Mujeres) por un sendero que sale por la derecha.

La Gorga de les Dones

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 320

Esta es la poza por excelencia del Arnera. Se desconoce el origen del nombre. Hay quien dice que viene de los tiempos en que hombres y mujeres se bañaban por separado. Aquí la acumulación de arena es considerable lo que hace que sí parezca una pequeña cala. Una gran roca de granito parece la plataforma ideal para practicar saltos frente en la parte más profunda de la poza, aunque por las marcas de las rocas de la orilla, parece que el nivel de agua normal es unos 30 o 40cm por encima del que me encontré.

Un improvisado trampolín

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/60″, 35mm, ISO 400

En el año 1961 se construyó una pequeña presa para subir el nivel de agua, de tal manera que la parte más profunda tiene 2 metros y medio. Antes del verano el ayuntamiento retira parte de la arena y acondiciona el entorno para los visitantes. De nuevo me imagino que en primavera y verano este lugar tiene que estar más verde y sombrío. En invierno la presa permanece abierta para que el agua del río siga su curso.

La presa de la Gorga de les Dones

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/200″, 120mm, ISO 1000

Visto el lugar regresamos a la carretera por una subida en escalera, y continuamos hacia el camping. Desde lo alto del puente que cruza el Arnera intentamos un efecto seda de la poca corriente de agua que lleva el río. El rincón es tan oscuro que no hace falta cerrar mucho el diafragma para obtener un tiempo de exposición suficientemente largo para mi pulso.

El desagüe de la Gorga de les Dones

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/8″, 45mm, ISO 100

Tras cruzar el río, la carretera inicia un fuerte ascenso aunque luego se suaviza. Seguimos ganando altura por esta carretera que no tiene interés fotográfico (o al menos yo no se lo encontré en enero) y que discurre por bosque de alcornoques y encinas, y tras cruzar una línea de tendido eléctrico, sobre el kilómetro 3,8, nos encontramos con una fuente que no he encontrado el nombre en ningún sitio. El lugar lo constituyen dos bancos circulares de piedra y ladrillo en torno a unos árboles y con un aspecto de total abandono. En una pared al fondo hay un caño de hierro del que no sale ni gota de agua.

La fuente desconocida.

Sony A-580, DT 18-250, f/5, 1/100″, 55mm, ISO 640

Cien metros más adelante llegamos al desvío al Camping Maçanet, a la izquierda. Nosotros seguimos recto, subiendo los pocos metros que nos quedan de la Collada de Can Salaverd, que serán la cota más alta de todo el recorrido. Ahora el camino es más o menos llano, y aproximadamente 700 metros después del desvío al camping, en el kilómetro 4,7 llegamos a una señal que nos dice que para ir al Molí d’en Robert tenemos que tomar la pista de tierra que sale a la izquierda. Esta pista forma parte del mítico sendero de gran recorrido GR-11 que recorre todos los Pirineos, y nos va a hacer descender 160 metros en un tramo de poco más de 500 metros. En una parte del descenso, más o menos por la mitad, vemos a lo lejos el Puig Neulós, una montaña que separa Francia de España en La Jonquera y que es característico por su antena. Presenta algo de nieve en la cima.

El Puig Neulós a lo lejos

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/100″, 60mm, ISO 125

Sobre el kilómetro 6,3 del circuito nos encontramos de nuevo con el río Arnera en el punto más bajo de todo el recorrido.

El Arnera a la altura del Molí d'en Robert

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 400

Estamos frente al Molí d’en Robert, antiguo molino del siglo XIV que pasó a ser propiedad de la familia Robert en el año 1600 y que estuvo moliendo hasta el año 1945. Hoy en día es un restaurante con una amplia zona de recreo para niños, con piscina incluída que es la antigua balsa del molino. Me disculparás de nuevo que no muestre fotos del molino, pero el exterior no me pareció nada fotogénico, no deja de ser un restaurante en una casa antigua. Además, cuando visité el lugar estaba cerrado por vacaciones.

Cruzamos el río y salimos del camino hacia la izquierda, rodeando una arboleda en la que hay una terraza del restaurante y una zona con mesas y bancos de madera que más bien parece un área de picnic, cosa que me extraña tratándose de un restaurante. Al final llegamos a un meandro del río repleto de redondeadas rocas graníticas. El agua del río baja en absoluta calma por aquí, en parte quizás porque el molino «le roba» parte del caudal poco más arriba. Otra zona que en primavera y verano tiene que estar rebosante de verde.

Aguas tranquilas

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/125″, 35mm, ISO 100

Aprovechamos para intentar captar la corriente del agua buscando un plano cerrado con ángulo a nivel y acortando la profundidad de campo abriendo diafragma al máximo.

De cerca

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/320″, 180mm, ISO 100

En la arboleda, alguna flor despistada intenta aprovechar al máximo la poca luz del sol que llega a este rincón sombrío en invierno.

Una margarita solitaria en invierno

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 250

Aprovechando que nadie me va a decir nada, me dispongo a avituallarme en una de las mesas de madera de debajo de la arboleda. Es curioso que en invierno, cuando la naturaleza debería estar dormida, los pajarillos muestran una actividad frenética a nuestro alrededor. Igual están esperando que nos vayamos para dar buena cuenta de las migas de pan que dejemos en el suelo. Uno de ellos me observa desde otra mesa.

Un pajarillo que observa

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/400″, 250mm, ISO 1000

Un agateador también me vigila camuflado en la corteza de un árbol.

Agateador camuflado

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/400″, 250mm, ISO 800

Otro pajarillo me observa de reojo y desde lejos en la hierba. ¿Eres capaz de verlo? Él a nosotros sí.

Pájaro observando en la hierba

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 400

Continuamos la visita al Molí d’en Robert cruzando delante del mismo por la orilla del río. Desde aquí una vista del Arnera colándose por debajo del GR-11 por unos tubos.

El Arnera bajo el GR-11

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 400

Aquí el agua parece tomar más impulso al pasar por una zona más estrecha. Poco más abajo el río nos ofrece esta otra vista.

El Arnera a su paso frente al Molí d'en Robert

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 200

En esta zona las rocas y el Arnera conforman unas pequeñas pozas llamadas las Gorgues de Can Robert.

Gorgues de Can Robert

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/30″, 18mm, ISO 200

Bien, ya nos podemos despedir del Arnera porque no lo vamos a volver a ver más, al menos en cuando a este circuito se refiere. Regresamos al GR-11 rodeando el Molí d’en Robert y la piscina por la derecha, llegando a lo que es el aparcamiento del restaurante, frente a una casa antigua con pocas ventanas, gran escalinata y una antena parabólica.

La casa de la parabólica

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 18mm, ISO 100

Detrás nuestro la arboleda con las mesas de madera, por donde entra una bonita luz que seguramente sólo se ve aquí en invierno.

La arboleda de Can Robert

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/50″, 18mm, ISO 100

Pasamos por delante de la casa de la parabólica y giramos a la derecha, siguiendo la pista. Poco más adelante, justo tras dejar atrás la casa, sale un sendero por la izquierda que se adentra en los Bosques del Mas d’Avall. En este punto tenemos dos opciones, o seguir por la pista, el GR-11, o atajar por este sendero. La principal diferencia es que el sendero es más corto pero con más cuesta, y el GR-11 es más largo pero con menos cuesta. El desnivel a superar es el mismo, pero por el atajo son unos 700 metros de camino y por el GR-11 puede que sean cerca de 2km. Como verás en el track, yo elegí atajo.

No sé cómo serían las vistas por el GR-11, pero por el atajo son magníficas. Cuando hemos recorrido 200 metros y apenas ascendido 50 hay un rincón donde podemos descansar. Mirando hacia el Oeste, al fondo en lo alto de una montaña nos llama la atención una silueta que hemos ido viendo a lo largo del itinerario y que parece un castillo o una torre. Se trata de la iglesia abandonada de Santa Maria de la Fau, del siglo XV.

Santa Maria de la Fau a lo lejos

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/160″, 50mm, ISO 100

Poco más adelante, en otro descanso, miramos hacia la Serra de les Salines a través del valle del Arnera.

El valle del Arnera y la Serra de les Salines

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 18mm, ISO 100

El Puig de la Guàrdia, delante nuestro y hacia la derecha, nos tapa Maçanet de Cabrenys. Sobre el kilómetro 7,3 la subida de empieza a suavizar cuando pasamos por delante de las ruinas de una cabaña o de una casa.

Unas ruinas

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 40mm, ISO 500

Y 100 metros más adelante nos reencontramos con el GR-11, incorporándonos a él hacia la izquierda, en dirección Norte. A partir de aquí el camino hasta Maçanet de Cabrenys es bastante monótono, mayoritariamente a través de terreno boscoso y pasando por al lado de algún prado una vez rodeado el Puig de la Guàrdia por el lado Este.

Ya en Maçanet de Cabrenys, lo primero con lo que nos encontramos es con el campo de fútbol. Pasamos por al lado y cuando el camino se convierte en una calle, seguimos siempre hacia adelante ignorando otras calles que nos cruzan. Al cruzar la Riera d’Ardenya por un puente me sorprenden los «ojos» de los árboles.

El árbol que lo ve todo

Sony A-580, DT 18-250, f/5, 1/125″, 70mm, ISO 800

Cruzamos la carretera sobre el kilómetro 9,8 y seguimos hacia adelante, hacia el centro histórico de Maçanet de Cabrenys. Las calles se van estrechando y las casas son cada vez más antiguas. Al final vamos a para a la Plaça de la Vila, presidida por la Maça de Rotllan (la Maza de Roldán), una barra de hierro que cuenta la leyenda lanzó Roldán, un guerrero de la época de Carlomagno, desde el otro lado de los Pirineos una vez acabada la campaña contra los sarracenos. Cuenta la leyenda que cuando la lanzó exclamó «Ja és massa net. Allà on la meva maça caurà, Maçanet de Cabrenys es dirà» («Ya está demasiado limpio. Allá donde mi maza caerá, Maçanet de Cabrenys se llamará«). Pero claro, es una leyenda.

Tras este monumento, La Unió Maçanenca, donde nos espera una merecida cerveza bien fría, no sin antes entrar en la Plaça del Castell por un callejón que sale por la derecha. Las casas se disponen de forma oval alrededor de la majestuosa iglesia de Sant Martí, del siglo X, como una muralla. Me voy al único lugar de la plaza donde puedo sacar toda la fachada de la iglesia de un único disparo.

Sant Martí de Maçanet

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 18mm, ISO 100

Y esto es todo. Espero que hayas encontrado interesante la explicación y las fotografías para animarte a seguir este circuito y hacer tu propio reportaje.

Cómo llegar a las Gorgues de l’Arnera

Previsión meteorológica

TRACK GPS        FOTOGALERÍA


 

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5 thoughts on “Gorgues de l’Arnera, unas calas ampurdanesas lejos del mar

  • Carai!!! Con la calor que estoy pasando ahora mismo… y esos gorgues de aguas cristalinas llamándome a gritos!!!
    Fantástico post, friend como siempre!
    Saludos!!!

    PD. Me ha encantado la foto del bokeh del helecho #mehaenamorao

     

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