Basses de Gallissà, un humedal artificial en la Cerdanya

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A primeros del siglo XX el río Segre trazaba un meandro al pie del cerro (en catalá turó) de Gallissà, cerca de la población de Bellver de Cerdanya. Tras llevarse a cabo aquí la extracción de áridos durante varios años, una gran riada en 1982 arrasó la zona y se acabó convirtiendo en un vertedero. Entre los años 2000 y 2002 se realizó un gran trabajo de recuperación de la zona creando una serie de balsas artificiales a orillas del Segre y convirtiéndola en un humedal, las Basses de Gallissà («basses» son balsas en catalán). Ahora este lugar forma parte de la Reserva natural parcial de Segre-Prullans y dispone de equipamientos como pasarelas para cruzar las balsas, bancos para sentarse y una caseta para observar aves. Un camino adaptado para silla de ruedas recorre todo el parque.

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CÓMO LLEGAR        EL TIEMPO

El circuito que propongo aquí tiene una parte lineal y plana que va desde Bellver de Cerdanya hasta prácticamente la entrada a las Basses de Gallissà, luego desde allí un tramo circular que recorre las balsas y sube hasta el turó regresando al tramo lineal de vuelta a Bellver de Cerdanya. Son apenas 4km de fácil ejecución a excepción del tramo de subida al Turó de Gallissà, que vence bastante desnivel en muy pocos metros. Se puede hacer con niños, que se lo pueden pasar bien intentando identificar aves en la caseta de observación. Aunque las Basses de Gallissà están adaptadas para personas con movilidad reducida, este itinerario no es apto para ellos. En este caso hay un aparcamiento en la misma entrada del recinto y es posible hacer el recorrido corto que indica un cartel en la entrada.

Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en la tortuga o en la liebre para cambiar la velocidad de reproducción.

Empezamos el itinerario frente al restaurante Ca la Núria, en el extremo occidental del casco urbano de Bellver de Cerdanya, y tomamos la calle de bajada en dirección suroeste. En la primera calle que cruza, nosotros seguimos recto por la Carretera de Pi. A la izquierda hay un campo de cereal que en julio ya está totalmente amarillo, color sólo roto por el azul de flores que crecen por en medio y el rojo de algunas amapolas diseminadas por todo el campo.

Un campo de cereal en julio

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/100″, 26mm, ISO 100

Al fondo a la izquierda, bajo las nubes, asoman las cumbres de la sierra del Cadí. Decir que el día empezó tapado, pero afortunadamente se abrió el cielo para permitirme tomar unas fotos bastante decentes.

Poco más adelante, casi en la misma esquina, pasamos por delante de la Font dels Cucs. El sol no está ahora en el mejor lugar para poder hacer fotos de la fuente, pero como pasaremos otra vez por aquí de regreso, espero que haya mejor luz. Seguimos caminando por la Carretera de Pi, y a unos 200 metros de la Font dels Cucs llegamos a un desvío. Dejamos la Carretera del Pi y tomamos el camino de la derecha, que es la Carretera a Santa Eugènia de Nerellà. En el cruce hay un banco, un buzón de correos, y un poste que indica que estamos en el Camino de Santiago.

Sobre los 700 metros del recorrido pasamos por delante de lo que parece un almacén de jardinería. Un perro ladra detrás de una gran puerta de madera. Cuando pasamos justo por delante, el perro asoma el hocico por un agujero debajo de la puerta y deja de ladrar mientras nos contempla con ojos tristones.

El perro que mira por debajo de la puerta

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/160″, 100mm, ISO 500

Y no sólo nos observa el perro.

La mirada de la lagartija

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/400″, 250mm, ISO 250

A los 850 metros de recorrido llegamos a una bifurcación. Tomamos de nuevo el camino de la derecha… y no será la última vez, porque tras pasar por delante de una casa con unos campos, sobre el kilómetro 1, llegamos a otro desvío y de nuevo tomaremos el camino de la derecha. Allí mismo vemos unos caballos protegerse del calor del sol bajo la sombra de un árbol.

Caballos a la sombra

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/100″, 55mm, ISO 160

Me hizo gracia verlos dispuestos así, dos de culo y el de en medio de cara, y así mientras movían los tres la cola para sacarse las moscas de encima, también se sacaban las de la cara.

Poco más adelante pasamos por delante de otra propiedad privada. A la derecha sale un camino que lleva al río Segre. Podemos acercarnos a la orilla, que está a pocos metros.

El río Segre

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/80″, 18mm, ISO 100

Para ser el mes de julio el río baja con bastante agua, en parte quizás por las lluvias de días anteriores. Allí mismo, en la vegetación de la orilla, me llama la atención una polilla con un llamativo color naranja fuego contrastando con el verde.

Una polilla llamativa

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/400″, 250mm, ISO 250

Sobre el kilómetro 1,3 llegamos al aparcamiento de las Basses de Gallissà. Pasado el pequeño aparcamiento, que está vacío (yo pensaba que habría bastante gente, tratándose de un sábado en pleno verano), entramos en el recinto y cogemos el sendero de la derecha (sí, otra vez a la derecha). Este camino nos acerca de nuevo hacia el río Segre, aunque no lo llegamos a ver. A nuestra izquierda y a cierta distancia queda la balsa de La Estacada. Por el camino vemos mariposas revolotear a nuestro alrededor y que no hay manera de fotografiar porque no se posan, y las pocas que lo hacen echan a volar a la que nos acercamos a menos de 2 metros. También cuesta encontrar posado un caballito del diablo, aunque al menos éste sí se dejó.

Un caballito del diablo

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/400″, 250mm, ISO 320

El camino es muy agradable, y más aún sin gente que haga ruido. Para estar adaptado para sillas de ruedas lo encontré un poco estrecho, quizás porque es muy poco frecuentado y tampoco tiene un mantenimiento muy intensivo. Son las pisadas de los visitantes las que marcan el camino.

El camino de las Basses de Gallissà

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/60″, 18mm, ISO 100

Aquí el camino pasa entre la Bassa de l’Estacada y la Bassa dels Tirons, llamada así porque suele estar frecuentada por patos, que en la Cerdanya los llaman tirons. Tras rodear esta última balsa por la izquierda, el sendero describe un giro a la derecha y se encamina hacia un puente de madera.

Puente de madera

Sony A-580, DT 18-250, f/10, 1/60″, 18mm, ISO 100

Las diferentes balsas está comunicadas unas con otras, y este puente cruza el canal que comunica la Bassa dels Tirons con la Bassa de les Encantades. Desde el puente tenemos una muy buena vista de la Bassa dels Tirons.

La Bassa dels Tirons

Sony A-580, DT 18-250, f/10, 1/80″, 18mm, ISO 100

No vi ningún pato. Lo único que había en esta balsa era alguna libélula sobrevolando el agua, y los pequeños pececillos que se dejaban ver entre las algas viscosas que cubren las orillas de la balsa.

Pececillos en la Bassa dels Tirons

Sony A-580, DT 18-250, f/10, 1/400″, 250mm, ISO 500

Cerca de la barandilla de madera, unas mariquitas me llaman la atención por el contraste de su color con la hoja sobre la que están posadas.

Mariquitas en hoja

Sony A-580, DT 18-250, f/10, 1/400″, 250mm, ISO 320

No, no son madre e hija, sino ejemplares adultos de especies diferentes. Las mariquitas, como todo coleóptero, tienen una fase larvaria en forma de gusano u oruga, en la que sí crecen, y una fase adulta que es la típica forma que conocemos y en la que no crecen.

Seguimos por este sendero, que nos lleva a la orilla del río Segre, justo frente a un camping que queda en la otra orilla. Mientras camino veo saltar un pequeño saltamontes.

Un pequeño saltamontes

Sony A-580, DT 18-250, f/10, 1/400″, 250mm, ISO 200

En este punto el río no parece interesante. Es más interesante la vista opuesta, detrás mío, el parque con los bancos y los puentes. A pesar de haber una luz muy dura, me gusta el contraste del verde con el azul del cielo y esas nubes que casi se pueden tocar.

El parque de las Basses de Gallissà

Sony A-580, DT 18-250, f/10, 1/320″, 18mm, ISO 100

A la derecha tenemos la Bassa de les Encantades, que muestra este apacible aspecto.

Bassa de les Encantades

Sony A-580, DT 18-250, f/10, 1/40″, 18mm, ISO 100

Al lado del camino hay una caseta de observación de aves, lo que los fotógrafos llamamos un «hide«. Desde dentro de ella podemos observar las aves de la balsa sin ser vistos. Eso sí, tenemos que permanecer en silencio y sin hacer movimientos bruscos. En el interior hay pósteres informativos que nos ayudarán a identificar las aves que veamos. Estuve un rato dentro, observando toda la balsa con mucha atención, y no vi pasar ni un sólo pájaro, sólo alguna libélula. De repente vi algo pequeño y azul pasar como un rayo sobre la superficie del agua desapareciendo tras unas matas, más o menos en el centro de la balsa. Rastreé toda la zona con el teleobjetivo al máximo, hasta que un reflejo azul abajo en el agua me delató su posición.

Descubriendo el martín pescador

Sony A-580, DT 18-250, f/10, 1/400″, 250mm, ISO 500

Disparé unas cuantas fotos más casi a ciegas a la espera de poder ver algo luego en el ordenador. Aquí muestro unos recortes de un par de ellas.

Recorte del martín pescador de la Bassa de les Encantades

Sony A-580, DT 18-250, f/10, 1/400″, 250mm, ISO 640

Otro recorte del martín pescador

Sony A-580, DT 18-250, f/10, 1/400″, 250mm, ISO 500

Salimos de la caseta y volvemos al camino. En seguida llegamos a una bifurcación. Por el camino de la izquierda regresamos a la entrada del recinto de las Basses de Gallissà pasando por la Bassa de l’Estacada. Es la opción para personas con movilidad reducida. Nosotros tomamos el de la derecha, que sube al Turó de Gallissà. Por el camino que va hasta el pie del cerro la vegetación es muy exuberante, y el intenso verde hace que los demás colores hagan contraste.

Una polilla

Sony A-580, DT 18-250, f/10, 1/400″, 250mm, ISO 320

Por aquí también revolotean muchos caballitos del diablo. Por fin consigo verme las caras con uno de ellos.

Cara a cara con un caballito del diablo

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 125

Y bien, empieza el ascenso. En apenas 200 metros de camino vamos a superar un desnivel de 60. Además salimos del cobijo de los árboles y quedamos expuestos al sol. Es el tramo más duro, pero por suerte es muy corto. Una mariposa me observa con atención.

Una mariposa me observa

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 100

A lo largo del camino desde que hemos entrado en las Basses de Gallissà han estado revoloteando a nuestro alrededor ejemplares de una mariposa blanca y negra llamada medioluto ibérica (Melanargia lachesis), y que han sido imposibles de fotografiar porque no paraban quietas. Pues bien, ya cerca del Turó de Gallissà nos encontramos unas que están más ocupadas en comer de unas flores de cardo que en nosotros, así que aprovecho a fotografiar una de ellas desde muy cerca mientras me recupero de la ascensión.

Una medioluto ibérica

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 100

Y llegamos a lo alto del Turó de Gallissà, donde encontramos un mirador con paneles que describen las vistas. Hacia el Este vemos el núcleo urbano de Bellver de Cerdanya en lo alto, y delante las Basses de Gallissà.

Bellver de Cerdanya y las Basses de Gallissà desde el mirador

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/320″, 18mm, ISO 100

Sí, lo sé, el diafragma algo abierto para foto de paisaje, a f/6.3, pero es que se me olvidó cerrarlo desde la foto anterior. Afortunadamente a 18mm de focal apenas se nota.

Y hacia el Oeste los campos de La Prada frente a Santa Eugènia de Nerellà. Por detrás y a la izquierda, con su inconfundible aspecto rocoso se yergue la sierra del Cadí.

La Prada

Sony A-580, DT 18-250, f/11, 1/60″, 26mm, ISO 100

La verdad es que ha quedado un cielo muy bonito, y desde lo alto del Turó de Gallissà se aprecia mejor junto con el paisaje de campos y montañas. Así lo vemos mirando un poco más a la derecha de la foto anterior.

Precioso cielo

Sony A-580, DT 18-250, f/11, 1/320″, 18mm, ISO 100

Nosotros no somos los que tenemos aquí las mejores vistas. Ese privilegio se lo lleva un halcón abejero que sobrevuela nuestras cabezas. Me pregunto cómo puede ser capaz de ver abejas desde allí arriba.

Halcón abejero

Sony A-580, DT 18-250, f/11, 1/400″, 250mm, ISO 125

Después de disfrutar de estas vistas y un merecido descanso para recuperar el aliento, seguimos por nuestro camino. Tras descender unos metros, el siguiente tramo llanea por la ladera norte de un cerro contiguo. A los lados del camino encontramos unas matas con flores parecidas a margaritas o manzanilla pero sin pétalos, y si nos frotamos suavemente la mano con ellas, ésta coge olor como a aliño de aceitunas. Se trata de «espernallac» en catalán (Santolina chamaecyparissus), también conocida como abrótano hembra, té de Aragón o manzanilla de Mahón.

Las flores desconocidas que huelen a aliño de aceitunas

Sony A-580, DT 18-250, f/11, 1/400″, 250mm, ISO 320

La naturaleza es rica y variada en formas y en colores. Aquí un caracol esperando el mejor momento para salir a comer.

Caracol

Sony A-580, DT 18-250, f/11, 1/400″, 250mm, ISO 320

Una vista del camino que acabamos de recorrer. Poco más allá de donde se ve acabar el camino está el Turó de Gallissà, cubierto por una vegetación de verde más intenso, y las pequeñas flores amarillas que hay alrededor del camino son las de la foto anterior al caracol.

El camino recorrido

Sony A-580, DT 18-250, f/11, 1/80″, 18mm, ISO 100

A pesar de estar expuestos al sol, caminar por este agradable tramo del camino es una gozada mientras contemplamos los pequeños detalles de la naturaleza viva.

Un Graphosoma lineatum sobre una margarita

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 125

Diente de leon a punto de echar a volar

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/160″, 250mm, ISO 100

Una Zygaena

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 160

Otra medioluto ibérica sobre flor de cardo

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 200

Sobre el kilómetro 2,6 llegamos a una pista y tomamos el camino que va hacia la izquierda. Este camino va descendiendo poco a poco en dirección a la bifurcación de la casa con campos que tenía caballos al lado, antes de llegar a las Basses de Gallissà. La sencillez de una rosa silvestre capta mi atención.

Una simple rosa rosa

Sony A-580, DT 18-250, f/6.3, 1/400″, 250mm, ISO 160

Seguimos por esta pista hasta llegar a la carretera de Santa Eugènia de Nerellà sobre el kilómetro 3,2, y pasamos por delante del lugar donde nos miraba el perro por debajo de la puerta. A la izquierda sale un pequeño camino que pasa entre campos. Nosotros nos adentramos unos metros para poder contemplar el núcleo de Bellver de Cerdanya desde otro punto de vista.

Bellver de Cerdanya a pie de campo

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/200″, 18mm, ISO 100

Poco más adelante nos reencontramos con la Carretera de Pi tras pasar por delante del banco, el buzón y el poste del Camino de Santiago. Me gusta cómo el sol proyecta las sombras de los árboles sobre el asfalto.

La Carretera de Pi

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/40″, 18mm, ISO 100

Pasamos de nuevo por la Font dels Cucs, y esta vez sí que nos pararemos a fotografiarla un poco, por dentro y por fuera.

La Font dels Cucs por dentro

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/60″, 18mm, ISO 500, flash interno

No sé de dónde viene el nombre de la fuente, porque «cucs» quiere decir «gusanos» en catalán, y por lo que he leído el nombre se de debe a los cuclillos, «cucuts» en catalán, aves que no tienen nada que ver con las representadas en los azulejos de la fuente, que son abubillas, «puputs» en catalán. Aquí una foto del exterior del conjunto.

El exterior de la Font dels Cucs

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/160″, 22mm, ISO 100

Ahora un plano cerrado y con poca profundidad de campo del campo de cereal de detrás de la fuente, el de la primera foto del recorrido, ahora que la luz es mejor.

Colores del campo de cereal de detrás de la fuente

Sony A-580, DT 18-250, f/5.6, 1/400″, 105mm, ISO 100

Y hasta aquí el pequeño circuito de hoy. Es verano y tampoco apetece caminar mucho rato al sol, así que éste ya está bien. No sé tú, pero yo acabé tomando una cervecita en la terraza del restaurante Ca la Núria disfrutando de las siguientes vistas.

El Turó de Gallissà desde Ca La Núria

Sony A-580, DT 18-250, f/9, 1/200″, 18mm, ISO 100

En el centro del plano, semioculto por la sombra de una nube, el Turó de Gallissà que acabamos de visitar.

Las fotos de este artículo son de julio del 2014, hace justo dos años, y no sé si habrá cambiado algo en el recorrido. Si es así, espero que haya sido a mejor, nunca a peor. No cuesta tanto conservar bien las cosas para que las puedan disfrutar todos.

Cómo llegar a las Basses de Gallissà

Previsión meteorológica

TRACK GPS        FOTOGALERÍA


 

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