Al sur de Ochagavía, el conocido pueblo navarro del Valle de Salazar que nos da la bienvenida a Irati, existe un rincón donde confluyen dos barrancos, el de Arbea y el de Osate. Cuando llueve se suele formar una cascada en ese lugar. No es una cascada espectacular pero sí que alta y esbelta, y tiene la particularidad de que dura muy poco, por lo que no es fácil de ver. Se trata de la Cascada de Osate, también llamada de Otsate o de Arbea, según la cartografía que se consulte.
Como puedes apreciar en la foto anterior, no se ve la cascada, está seca, y eso que fui a visitarla tan sólo 4 días después de unas generosas lluvias que duraron 3 días sin interrupción. Pero puedes buscar en Google donde hay más fotos donde baja agua, para hacerte una idea. Y si quieres verla en pleno apogeo, casi mejor ir el día después de las lluvias, si no el mismo día. Como las aguas no vienen de muy lejos es muy fácil que se seque a las pocas horas de haber dejado de llover.
El circuito que propongo para visitar la Cascada de Osate, o al menos el lugar donde se encuentra, es muy sencillo, un paseo por los alrededores de Ochagavía de casi 6km, apto para toda la familia. Casi todo es por pista excepto un par de tramos por sendero, y el desnivel no es excesivo, excepto unos pocos metros en el barranco de Osate donde hay que tener precaución en un breve descenso. El itinerario no tiene gran interés fotográfico, pero me he decidido a publicarlo porque es un lugar bastante demandado. De hecho el track de GPS es el más visitado y descargado de mi Wikiloc con diferencia.
Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en la tortuga o en la liebre para cambiar la velocidad de reproducción.
Nuestro circuito empieza frente a la Oficina de Turismo de Ochagavía, donde como ya comenté en otros circuitos publicados aquí («Muskilda, el santuario románico de Irati» y «El bosque de Zabaleta en Irati«), atienden muy bien y dan muy buena información sobre actividades a realizar por la zona, tanto en Irati como en los valles de Salazar y Roncal. Frente a una panadería que hay al lado de la Oficina de Turismo suele haber algún sitio para aparcar, y si no en la misma carretera, al lado del río. Si la cosa está mal para aparcar, puedes ir al aparcamiento que hay al lado de la Sidrería Kixkia, donde hay sitio de sobra. Las coordenadas son 42.906021 y -1.087510, y queda al otro lado del río, casi saliendo de Ochagavía si vienes del Sur. Si has dejado el vehículo en este lugar y no tienes interés en pedir más información sobre la zona no hace falta que te acerques a la Oficina de Turismo, ya que nuestro cirtuito pasa por al lado de la Sidrería Kixkia.
De todos modos voy a explicar el circuito como si saliéramos de la Oficina de Turismo, y lo primero que hacemos es cruzar el río Anduña por el puente de enfrente de la panadería. Desde el puente tenemos una de las vistas típicas de Ochagavía con el Puente de Piedra al fondo.
Nada más cruzar el río seguimos por la izquierda. Ochagavía mantiene aún muchas casas viejas, la mayoría de ellas reconvertidas en alojamientos rurales o en tabernas.
A la altura del Puente de Piedra, de época medieval (según dicen) no podemos evitar echarle una mirada de cerca.
A la altura de otro puente, más moderno, giramos a la derecha frente a la Estación Patatera, al lado de la cual se encuentra la Sidrería Kixkia. Puedes empezar el itinerario aquí si aparcaste al lado.
Supongo que el nombre le debe venir porque en esta época éste sería un lugar de almacenaje y carga de patatas de toda la zona. Sin llegar a pasar por la puerta torcemos a la izquierda, pasando por al lado de esta nave, y al final de la calle continuamos hacia la derecha. Al final de este otro tramo de calle llegamos a la falda del Krutxaldea, y seguimos por la pista hacia la izquierda, en suave pero continuo ascenso. Estamos en la famosa Senda Pirenaica, la GR-11.
Al final de este primer tramo en línea recta el GR-11 traza una curva cerrada a la derecha. Antes de tomarla echamos un vistazo hacia atrás para ver Ochagavia desde la altura.
Tras la curva la GR-11 sigue subiendo con la misma pendiente a lo largo de otro tramo en línea recta. Cuando llevamos 2km desde la Oficina de Turismo, o 900 metros desde la curva de antes, y justo cuando la pista empieza a trazar una curva amplia a la izquierda, llegamos al punto más alto del recorrido y además también a una bifurcación. Salimos de la GR-11 por el camino que empieza a descender hacia su derecha, y desde allí volvemos a echar una mirada a Ochagavía y todo su entorno más inmediato.
El cielo se está cerrando y amenazando lluvia. Con esta luz resaltan más los colores del otoño, o al menos a mí me lo parece. El rojo de los escaramujos resalta especialmente.
Este camino va descendiendo muy suavemente. A los 500 metros cruzamos el barranco de Arbea cuando el camino traza un giro a la derecha. Unos 200 metros más adelante llegamos a un espacio abierto, un prado, el de la desaparecida borda de Xinko. Justo cuando el camino da un giro cerrado a la derecha, algunos tracks invitan a seguir recto cruzando el prado para atajar un poco. El que yo seguía era uno de ellos, y yo intenté hacerlo pero tuve que desistir porque por los sitios donde me sugería avanzar la maleza lo cubría todo y era muy difícil pasar.
Decidí seguir por el camino por el que iba.
Unos 300 metros más adelante de este punto vemos en el camino una indicación del sendero SL-NA60, que sale hacia nuestra derecha. Si pasamos por la borda de Xinko en lugar de seguir por el camino estaremos viniendo por el otro lado, así que en este caso el sendero saldrá hacia nuestra izquierda. Tomamos este sendero, que se adentra en el bosque.
El bosque aclara una vez cruzamos de nuevo el barranco de Arbea. Unas setas se abren paso entre la hierba en el margen del sendero, las primeras setas que encontramos en todo el recorrido.
Desde aquí, con el camino más despejado, tenemos unas buenas vistas del barranco de Osate hacia el Suroeste de Ochagavía, pero también empezamos a notar las primeras gotas de lluvia sobre la cabeza.
El sendero vuelve a ascender brevemente hasta llegar al segundo punto más alto del itinerario pocos metros más adelante. Nos encontramos en la pared del barranco, recorridos unos 600 metros del sendero SL-NA-60.
Justo aquí empieza la parte más complicada del recorrido, ya que en apenas 100 metros de sendero vamos a descender 25 metros de altura por un camino algo pedregoso. La única precaución consiste en estar bien atento a dónde se pisa.
El sendero desemboca en una pista de cemento en lo que parece ser un depósito de aguas. En un lateral de la montaña, en la orilla de la pista, se pueden apreciar los estratos de roca descubiertos por la obra de la pista. Unos pequeños pinos se aferran como pueden a la roca. Las semillas no pueden elegir el lugar donde caen.
Empezamos a bajar por la pista pavimentada. Desde el depósito de agua tenemos una nueva vista de Ochagavía.
Seguimos bajando por esta pista, y unos 200 metros más abajo del depósito de agua, en plena curva cerrada a la derecha, un poste nos señala el camino a la Cascada de Osate saliendo de la pista hacia la izquierda. Además informa de que faltan sólo 200 metros. Tomamos ese sendero. El camino lo preside un gran espino blanco que ha perdido ya todas sus hojas pero que sus frutos destacan con un granate intenso.
El sendero sigue en dirección al fondo del barranco mientras la vegetación que lo envuelve se va espesando cada vez más. Aquí es tal la humedad que el musgo trepa por los troncos de los árboles… y las setas también.
Y por fin, tras descender un tramo del sendero donde han dispuesto escalones con troncos de madera, llegamos al pie de la Cascada de Osate. Seguramente antes de llegar ya sabremos si baja agua o no por el ruido. Cuando yo fui no se oía nada, así que éste es el panorama que me encontré.
Estaba todo muy seco a pesar de haber llovido abundantemente 4 días atrás, tanto la cascada como el río. La ventaja es que te puedes situar justo en el pie de la cascada sin mojarte, y comprobar el desgaste de la roca por la acción del agua, como si fuera una pulidora.
El brillo no es debido a la humedad de la roca, sino que es de la misma roca, pulida por el agua al caer… cuando cae. El río que sale de aquí tampoco muestra ni una gota de agua, ni tan siquiera encharcada.
A pesar de todo me imagino cuán impresionante debe ser la caída de agua cuando me sitúo justo al pie de la cascada y miro hacia arriba, hacia el lugar desde donde el agua se precipita al vacío.
Damos la vuelta y regresamos al sendero que lleva a la pista pavimentada.
Una vez en la pista, continuamos en dirección al Camping Osate, 200 metros más adelante, y al llegar a él torcemos a la derecha siguiendo el camino asfaltado que nos lleva de regreso a Ochagavía.
Ya en Ochagavía podemos aprovechar para explorar los diferentes rincones del pueblo. Yo me acerqué al cruce con la carretera de Irati, punto donde se juntan los ríos Anduña y Zatoya para dar origen al Salazar, que da nombre al valle.
Desde encima del puente hice la siguiente foto del Zatoya, que baja paralelo a la carretera de Irati. Intenté un leve efecto seda disparando a 1/10″.
Sí que es cierto que a pesar de haber llovido tanto, por el Anduña no bajaba mucha agua. En los días anteriores la aguas cubrían las piedras que se ven en esta foto, en la que también sale el Puente de Piedra de más cerca.
Y hasta aquí este recorrido por los alrededores de Ochagavía y la Cascada de Osate, una cascada que sólo se deja ver cuando llueve. Si tú tienes la ocasión de verla y fotografiarla con agua, estaría muy encantado de que me la enseñaras, ya que yo me quedé con las ganas.
Cómo llegar al Barranco y la Cascada de Osate
Previsión meteorológica
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