Hay un viejo dicho catalán que dice así: La Mare de Déu de Coaner, que tothom l’anomena i ningú sap on és (La Virgen de Coaner, que todo el mundo nombra y nadie sabe dónde está). Y es que el milenario pueblo de Coaner queda muy bien escondido entre las montañas de la comarca barcelonesa del Bages, en un valle esculpido por una corta riera de 13 km que nace en la Molsosa, comarca del Solsonés, y muere en el río Cardener antes de llegar a Súria. Hay documentos de finales del siglo X que mencionan en este paraje en la frontera entre cristianos y sarracenos un castillo con el nombre Quovece Nigro (que derivó en Codener y finalmente en Coaner), y otros documentos del siglo XI ya hablan de una iglesia parroquial junto al castillo, la de Sant Julià, y varias casas a su alrededor. Hacia el año 1654 se construyó cerca de allí el Santuari de la Mare de Déu de Coaner donde poder venerar la talla de la virgen del siglo XIII encontrada junto a la riera (actualmente se encuentra en Valls de Torroella). Hoy en día Coaner es un pequeño grupo de masías con 26 habitantes dependiente del municipio de Sant Mateu de Bages, aunque la población más cercana es Súria.
El recorrido por el Camí de Coaner: track y recomendaciones
Este recorrido lineal de poco más de 7 km entre la ida y la vuelta nos lleva junto a la Riera de Coaner desde la Ribera, cerca de la población de Súria hasta los Gorgs de Coaner, pasando por lo que queda del antiguo pueblo y el Santuari de la Mare de Déu de Coaner. El camino es fácil, todo por pista de tierra y con pocos desniveles, por lo que se puede ir con calzado deportivo, aunque recomiendo que éste sea impermeable porque hay que cruzar la riera diez veces y según el caudal de agua puede que nos mojemos los pies. Aunque hay algunas fuentes por el camino, éstas suelen estar secas o con agua de dudosa potabilidad, así que conviene que llevemos agua. Como opción se puede volver de Coaner a la Ribera por las Obagues (umbrías) de Cal Serra i de Can Ribera por senderos señalizados. La distancia total del recorrido con esta variante es algo más corta pero con más desniveles.
El entorno y su relieve
Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en en el + y en el – bajo la barra de reproducción para cambiar la velocidad.
La excursión y las fotos
Km 0,0 – La Ribera
El recorrido empieza y acaba en el camino de Coaner junto a una finca llamada La Ribera. Se accede a ella desde la carretera C-55 por la salida a Súria nord, pasado Súria si venimos desde Manresa. A 1 km de la segunda rotonda llegamos a un cruce que indica a Coaner a la derecha. Seguimos por ese camino asfaltado, y más o menos a 1,4 km del cruce llegamos a La Ribera, donde podemos aparcar el coche donde no moleste.
A la derecha del camino hay campos de cereal, entre La Ribera y el río Cardener. A finales de primavera (las fotos del reportaje son de junio del 2019) las espigas ya empiezan a madurar y entre ellas asoma alguna amapola.
Continuamos a pie por el camino, que está muy bien señalizado.
En la primera curva, a la izquierda sale un camino que va a la vieja masía.
Pasada la curva, a la derecha hay más campos de cereal, pero más descuidados que los otros. Aquí abundan las amapolas entre las espigas de trigo, así como los cardos en la orilla del camino.
Tras una curva a la derecha el camino inicia un suave pero constante ascenso. Detrás queda La Ribera.
El camino se adentra ahora en una zona de bosque de pino. Pasamos junto a una caseta.
Justo pasada la caseta, a la izquierda el camino de la Obaga de Can Ribera, por el que regresaríamos si elegimos completar el recorrido de forma circular como comenté más arriba.
El camino sigue en suave ascenso por el bosque de pino. Parece que lo han arreglado recientemente.
Más o menos a unos 600 metros de La Ribera, a nuestra izquierda vemos un torrente seco que deja al descubierto una capa de roca.
Por allí cerca, al lado del camino, hay un palo de madera con un número 8 que señala la ubicación de una pisadas fósiles o icnitas. No tengo fotos porque cuando pasé no sabía que era eso, lo he descubierto al documentar la excursión. Al parecer las huellas pertenecen a un antepasado del jabalí y datan de unos 30 o 35 millones de años. Pocos metros más adelante llegamos al final de la cuesta. Hacia la derecha tenemos una vista del río Cardener en el punto donde acaba la riera de Coaner, abajo y medio oculto por la espesa vegetación, y más allá Cal Carreter. En cuanto al paisaje geológico, la roca rojiza de la izquieda corresponde a la anticlinal de la Falla del Mig-Món -cuenta una leyenda local que Dios creó el mundo en dos partes y las unió en Süria, justo en el punto donde se puede ver la Falla del Mig-Món (Medio-Mundo), que está en las afueras de Súria- pertenecientes a la Formación de Artés. Al fondo la roca grisácea de la Formación de Súria.
Cuenta una leyenda local de Súria que Dios creó el mundo en dos parte y las unió en Süria, justo en el punto donde se puede ver la Falla del Mig-Món (Medio-Mundo), que está en las afueras de Súria.
A partir de aquí el camino inicia un suave descenso que nos llevará hasta la riera de Coaner. Vemos una primera marca de sendero PR.
En el suelo del camino casi piso una mosca escorpión (Panorpa communis), que no es ni mosca ni escorpión.
Cuando llevamos aproximadamente 1 km desde donde hemos dejado el coche, a la izquierda me llama la atención un pino cuyo tronco da un giro de 360º hacia arriba con una forma parecida a la clave musical de Sol.
El terreno parece bastante seco, aunque la presencia de musgo y hongos indica que no suele serlo mucho.
Unos 100 metros más adelante y en una curva del camino pasamos junto a un altísimo pino.
Km 1,3 – Riera de Coaner
Llegamos al primero de los diez vados de la riera de Coaner que deberemos cruzar a lo largo de 1,2 km.
Normalmente no baja mucha agua por la riera, por lo que se puede cruzar sin riesgo a mojarse los pies. En ocasiones las lluvias pueden alimentar mucho el caudal y entonces es mejor cruzar por los pasos de piedras que suele haber a un lado.
Entre la vegetación de ribera empezamos a encontrarnos mariposas revoloteando a nuestro alrededor a medida que avanzamos por el camino. Aquí una mariposa lobito listado (Pyronia bathseba) posada sobre una flor de lo que parece lino azul (Linum narbonense).
A pocos metros de allí unas flores de albejana o guisante borde (Lathyrus latifolius).
Y al otro lado del camino y bajo la luz del sol, una flor de barba cabruna o salsifi (Tragopogon pratensis).
Aquí una vista del camino de Coaner en este tramo prácticamente llano y con la vegetación que lo rodea.
A la izquierda, a la orilla de la riera, abundan las higueras (Ficus carica), como ésta cargada de higos aún verdes.
Poco más allá otra Pyronia bathseba colgando de la hoja de un arce.
Km 1,7 – Font de l’Escolà
Si no fuera por el cartel nos pasaríamos de largo la Font de l’Escolà, a la izquierda del camino.
Poco más adelante y hacia la izquierda sale un sendero que conduce a la Font de Xiscà. No la visité porque el camino estaba bastante lleno de matorrales.
Poco más adelante nos volvemos a encontrarnos la riera de Coaner junto al camino. Apenas hay corriente, lo que posibilita que cientos de zapateros (Gerris lacustris) puedan deslizarse tranquilamente sobre la superficie del agua.
Nos vamos cruzando una y otra vez con la riera. Como expliqué al principio, lo haremos hasta 10 veces a la ida y otras 10 a la vuelta.
Unos 250 metros pasada la Font de l’Escola el entorno es más soleado y empezamos a ver amapolas en la orilla del camino.
Y cuando se abre la vista entre las montañas avistamos por primera vez la Torre de Coaner, o Torre dels Moros.
Seguimos cruzando la riera una y otra vez. Suerte que el pavimento en los vados está cementado, por lo que no nos ensuciamos de barro aunque pisemos en mojado.
En una amapola encuentro tres sírfidos pegándose un festín. Aunque estos insectos parezcan avispas o abejas son primos hermanos de las moscas y completamente inofensivos.
Al otro lado del camino y en un rincón sombrío destaca un arbusto de rosa mosqueta (Rosa eglanteria) lleno de flores.
Km 2,0 – Horts de Can Serra
Pasamos junto a unos campos de cultivo casi a los pies de la Torre de Coaner. Son los Horts (huertos) de Can Serra.
Los aspersores estan regando un campo de frutales.
Las amapolas marcan el límite del campo, como si fueran un seto natural.
Tras dejar atras estos campos nos encontramos con otros a la izquierda del camino, algo elevados sobre el nivel del mismo y contenidos por un viejo muro de contención de piedra. Sobre él crecen unas viejas higueras que aún no entiendo cómo sus raíces no han destrozado el muro de contención.
Pasado ese muro de contención y cuando el camino se ha puesto al nivel de las tierras de esos huertos tenemos esta vista de los mismos con la Torre de Coaner arriba justo detrás de lo que es la masía de Can Serra.
Pasados los huertos volvemos a cruzar la riera perdiendo ahora de vista la Torre de Coaner. Unos metros más adelante pasamos junto a otra parcela.
Superada la parcela, en la orilla del camino florecen matas de correhuela (Convolvulus arvensis).
Cruzamos ya por última vez la riera casi a los pies de Can Serra y la Torre de Coaner.
En una orilla del camino encontramos una mata de vulneraria (Anthyllis vulneraria) con sus curiosas flores tubulares. En ellas hay unos diminutos insectos (dos arriba a la derecha y uno en el centro abajo) que podrían ser larvas de saltamontes longicornios.
Tras una curva de 90º a la izquierda enfilamos por fin el camino hacia Coaner.
Encontramos otra nueva flor en la orilla del camino, en esta ocasión árnica de secano (Pallenis spinosa).
A medida que subimos a Coaner se nos van haciendo más visibles las torres, la del antiguo castillo y la de la iglesia de Sant Julià.
Al pasar junto a Sant Julià ponemos el sol por detrás de la iglesia para poder hacer una foto a contraluz.
Km 2,9 – Núcleo medieval de Coaner
Y al final de la cuesta llegamos al núcleo medieval de Coaner. Salimos del camino entrando en la placeta junto a una casa. Detrás hay un pequeño corral con cabras.
Hacia la izquierda y en primer término la iglesia de Sant Julià de Coaner.
Esta iglesia de estilo románico-lombardo y consagrada en el año 1024 (sólo faltan 5 para que cumpla el milenio) ha sido restaurada en varias ocasiones, una de ellas en 1573 tal como figura sobre la puerta de la iglesia, pero siempre respetando su estructura original.
Desde la pequeña explanada de la fachada vemos a lo lejos y semioculto por los pinos el Santuari de la Mare de Déu de Coaner, donde iremos luego.
En la parte trasera destacan los tres ábsides con decoración lombarda.
Por detrás sale el camino que lleva a la Castell de Coaner.
Del castillo de Coaner sólo queda la torre, que ya hemos ido viendo a medida que nos acercábamos a Coaner por el camino. Junto a la torre se encuentra la masía de Can Serra.
Como la masía es una propiedad privada y hay una cadena en el camino (aunque ningún cartel que prohiba el paso), no me atrevo a acercarme más para tomar fotografías. Desde lo alto de la rampa tomo una foto de la iglesia de Sant Julià junto con lo que queda de lo que supongo era la rectoría. La iglesia quedaba dentro del recinto del castillo.
Visto el núcleo medieval de Coaner, o más bien lo que queda de él, volvemos al camino y proseguimos la marcha. Miramos hacia atrás para dar el último vistazo (por ahora) a la iglesia y a la torre.
Pocos metros pasada la casa de al lado de la plaza vemos un desvío a la izquierda que es el sendero que lleva a la Obaga de Cal Serra y que comentaré más adelante, y poco más adelante hay un aparcamiento para la gente que viene a visitar Coaner y el santuario. Desde él vemos perfectamente el Santuario y un camino que lleva hacia él.
Toda la montaña de atrás que se ve tan verde se quemó totalmente en los terribles incendios que arrasaron la comarca del Bages y otros muchos territorios de Catalunya en el 1994. Afortunadamente 25 años después el paisaje se muestra en plena recuperación. Pasado el aparcamiento, a sólo unos 100 metros de Coaner encontramos un camino que sale por la derecha y nos lleva al santuario. A los pocos metros en ese camino hay una fuente a la izquierda. Hay que pasar un alambre que no deja pasar al ganado. Cuando pasemos debemos volver a dejar el recinto cerrado.
A la derecha hay unos campos que también pertenecen a Can Serra. Son los Trossos (pedazos) de Can Serra. Al otro lado vemos Coaner.
Llegamos a la cuesta que sube al santuario. En ella hay otro alambre para que no pase el ganado pero sí las personas. Recuerda volver a cerrar el recinto al pasar.
Al lado del camino me llama la atención una florida mata de hierba amargosa o centáurea menor (Centaurium erythraea).
Km 3,3 – Santuari de la Mare de Déu de Coaner
Unos metros más y llegamos al Santuari de la Mare de Déu de Coaner.
Esta iglesia fue construída en 1654 porque en la iglesia de Sant Julià ya no cabían los feligreses. El altar mayor tiene un retablo barroco del año 1716, y la imagen de madera policromada del siglo XII o XIII de la Mare de Déu de Coaner se encuentra en la iglesia de la Colonia de Valls de Torroella. Al llegar a la fachada del santuario lo primero que me llama la atención es la sombra de la espadaña y de las campanas proyectándose en el suelo frente a mí.
Detrás mío la sencilla fachada del santuario al contraluz.
Descendemos por el camino que hay frente a la fachada del santuario. Este camino bordea el Camp del Rector. Al otro lado veo una pequeña caseta detrás de la cual se concentran unos caballos. Me pregunto qué harán allí.
Así se ve el campo desde un lado.
Un potro que estaba con su madre se percata de nuestra presencia. Me llama la atención su cola, que más que la de un caballo parece la de un zorro.
El camino se junta con el de Coaner más o menos detrás de la caseta de los caballos. Al pasar por allí veo que hay una instalación de agua detrás de la caseta, como una especie de duchas, y aunque no sale agua por ningún sitio parece que los caballos están esperando que pase alguien por allí a abrir la llave del agua. Continuamos a la derecha por el camino de Coaner. En el terreno es muy pedregoso, como si hubiera habido un derrumbamiento hace poco tiempo.
Al otro lado de la riera de Coaner y bajo una verde capa de pinos de menos de 25 años se puede ver claramente la disposición de los estratos de roca de la Formación de Artés.
También lo vemos un poco más adelante por el camino, en una zona donde parece que también ha habido un derrumbe reciente que ya ha sido recogido.
Km 3,7 – Gorgs de Coaner
A unos 200 metros del cruce con el camino de Coaner escuchamos ruido de agua abajo a nuestra derecha. Si nos acercamos al borde del camino podemos ver una poza y unos pequeños saltos de agua sobre ella. Son los Gorgs de Coaner.
No parece que haya ningún camino para bajar. El mapa indica que puede haber otra poza un poco más adelante, así que seguimos. Unos 100 metros más adelante volvemos a oir ruido de agua abajo a la derecha, pero estamos altos y abajo no consigo ver nada.
Al final y por entre unas ramas consigo distinguir a lo lejos un pequeño salto de agua, pero absolutamente nada más.
Como según la app de Wikiloc hemos sobrepasado el lugar donde estaría la segunda poza y más adelante no parece haber nada interesante, decidimos dar media vuelta e iniciar el camino de regreso.
Me quedo fascinado por la longitud y linearidad de los estratos de roca a la derecha del camino.
Al otro lado también llama la atención la estratificación de la pared de roca.
Al llegar al cruce por el que vinimos del santuario seguimos a la derecha hacia Coaner. Ahora el Camp del Rector queda a nuestra izquierda. Sigo por este agradable camino a la sombra de los árboles. Me fijo en algo que cuelga en un arbusto a la izquierda.
Se trata de un racimo enmarañado de flores de cornicabra o árbol de la trementina (Pistacia terebinthus), un indicador ecológico de zonas bien conservadas, poco degradadas o en recuperación.
Km 4,6 – Desvío a las Obagues de Cal Serra y de Can Ribera
Pasado el aparcamiento llegamos al desvío a la Obaga de Cal Serra, a la derecha, por el que podemos regresar a la Ribera por una pista señalizada (creo) sin pasar por Coaner ni tener que volver a cruzar diez veces la riera. Si decidimos acabar el recorrido por aquí, ésta será nuestra última vista de Coaner.
Yo decidí volver por el mismo camino porque recorrerlo en el sentido contrario te obsequia con otros puntos de vista de lo que ya has visto a la ida, o bien descubrir cosas que te pasaron desapercibidas, como por ejemplo la Torre de Coaner desde abajo y sin contraluz.
Pasado Coaner el camino da un giro de 90º a la derecha. Arriba a la derecha hay un pino justo al borde de la roca. No tardará en caer enmedio del camino a la que ceda un poco el terreno.
De hecho poco más adelante el talud de la derecha del camino presenta claras muestras de frecuentes desprendimientos siguiendo la inclinación de los estratos de roca.
A nuestra izquierda la riera de Coaner. Una solitaria amapola parece asomarse al paso del agua.
Km 5,0 – De nuevo la zona inundable del camino de Coaner
Y llegamos a primero de los diez vados de la riera de Coaner.
Unos 200 metros más adelante pasamos junto a los Horts de Can Serra que quedan debajo de la Torre de Coaner.
Y más adelante el campo de frutales con aspersores a la izquierda. A pesar de estar un poco nublado ahora la luz no es tan mala como cabría esperar.
Como ya nos conocemos el camino, ahora podemos fijarnos en otras cosas, como la mariposas que revolotean alrededor del camino y que esperamos pacientemente que se posen en algún sitio para poder fotografiarlas, como esta hembra de mariposa de los muros (Pararge aegeria) un tanto deteriorada posada sobre un racimo de flores de aligustre (Ligustrum vulgare).
Las flores de aligustre son olorosas y muy apetecibles por las mariposas. Aquí otro ejemplar bastante deteriorado y que no consigo identificar, aunque parece del género Melitaea, libando néctar de flores de aligustre.
Y aquí una náyade (Celastrina argioulus).
Otra plata cuyas flores atraen a los insectos y que crece al lado del camino es el meliloto alto (Melilotus altissimus). Esta mata ha atraído un abejorro común (Bombus terrestris).
Más a ras de suelo encuentro algunas matas de siempreviva (Helichrysum stoechas), una planta que no es muy típica de este tipo de terreno, ya que habitan más bien en lugares áridos y cerca del mar.
Mientras vamos caminando una mariposa va revoloteando por detrás de mi acompañantes hasta que acaba posándose en su mochila. Se trata de una medioluto ibérica (Melanargia lachesis). Le digo que se detenga para poder acercarme a hacerle una foto, pero inmediatamente la mariposa echa a volar. Finalmente consigo fotografiarla con dificultad posada en una lechetrezna.
Pasada la Font de l’Escolà llegamos a un sitio más expuesto a la luz. Allí veo revolotear varios insectos alrededor de una planta que podría ser Sideritis provincialis (no encuentro referencias de ella en España). En una foto consigo cazar un lobito listado macho y un abejorro.
Por la zona hay varios machos de lobito listado defendiendo su territorio. Las mariposas son muy territoriales y a menudo se pueden ver parejas o tríos de machos peleándose en pleno vuelo. Aquí otro ejemplar posado en una bocha (Dorycnium pentaphyllum).
Aunque estamos a escasos metros de la riera, con tanta vegetación es imposible verla, sólo intuirla.
Unos 100 metros de salir de la zona inundable después de haber cruzado la riera de Coaner por décima vez llegamos al altísimo pino que vimos a la ida. La verdad que uno no puede dejar de mirar hacia arriba.
No sólo llama la atención su altura sino también lo recto y uniforme que es su tronco. Al acercame veo que parece haber sido picoteado por pájaros carpinteros.
Por el bosque también hay flores e insectos alimentándose de ellas. Aquí un ejemplar de Bombus pascuorum libando una flor de viborera (Echium vulgare).
Unos 700 metros después del último vado de la riera llegamos al punto más alto de este tramo del camino de Coaner, justo en el cruce con una línea de media tensión. Desde allí tenemos esta vista de la Formación Súria, al otro lado de la ribera del Cardener.
En el suelo aletea una hembra de mariposa saltacercas (Lasiommata megera). Normalmente se suele posar en el suelo con las alas cerradas.
Km 7,1 – De vuelta a La Ribera
Iniciamos el descenso. Después de pasar el desvío a la Obaga de Can Ribera vemos La Ribera delante nuestro. Ya falta muy poco.
Al final de la curva nos plantamos enfrente de la masía de La Ribera, que a pesar de su aspecto dejado no está abandonada.
Hacia la izquierda la masía vieja. y de fondo la Formación Súria.
Y pasada la siguiente curva llegamos al final del recorrido, en el lugar donde aparcamos el coche.
Y esto es todo en este sencillo recorrido por un lugar poco conocido. Espero que te haya gustado y te hayan entrado ganas de visitar Coaner. Como colofón a esta excursión, volviendo a Súria por el camino de Coaner y antes de cruzar el río Cardener nos desviamos por un camino a la izquierda, y a los pocos metros nos detenemos frente a una presa y veremos la Anticlinal norte de Súria en la otra orilla del río.
Cómo llegar a Coaner
Previsión meteorológica
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Veig que hi has anat. Un lloc que com be dius esta ben amagat pero que em va agradar molt, tot i que no vaig voltar tant com tu.
https://www.skypixel.com/photo360s/8e3ebdb5-f36a-43c8-845e-2d2abb2e7460
Un drone com el teu sí que m’hagués anat bé per veure els Gorgs de Coaner de més aprop, he he.
Doncs ja saps. Es un aparell curios i molt divertit, si no fos per les prohibicions i normes que hi ha.