En el extremo sur de Catalunya y haciendo frontera con la Comunitat Valenciana y con Aragón se encuentra el Parque Natural dels Ports. En un barranco de este territorio de orografía difícil crece el hayedo más meridional de Europa, o al menos de la Europa continental, ya que el más meridional del territorio europeo está en la isla de Sicilia. Se trata del hayedo del Retaule (Fageda del Retaule), un bosque de enormes árboles que luchan por sobrevivir en unas condiciones muy adversas. A las hayas les gustan los terrenos más o menos llanos, frescos y húmedos, y en Els Ports no existe el concepto llano, así como tampoco frescor ni humedad. Aún así estas hayas llevan siglos aquí, buscando el frío y la humedad en la vertiente del barranco del Retaule que da al norte. Y el personaje más ilustre de este hayedo, ilustre por ser el mayor en edad y en tamaño, es el llamado Lo Faig Pare, una monumental haya de unos 250 años de edad con un perímetro de tronco de más de 4 metros a la altura de los brazos, una altura de unos 24 metros y una copa de 25, y sobre todo un llamativo y extenso entramado de raíces superficiales a su alrededor.
Para este circuito voy a rescatar el que seguramente fue mi bautizo fotosenderista, una ruta que hice hace más de 6 años, en otoño del 2010, cuando aún no tenía cámara réflex ni tampoco mucho criterio fotográfico (me vas a perdonar la dudosa calidad de las fotos de este reportaje). Fue un recorrido que me marcó y que quizás contribuyó a hacer crecer en mí esta afición de caminar y hacer fotos al aire libre. A lo mejor si nunca la hubiera hecho no existiría esta web. Y es por eso que antes de que se me olvide quiero publicarla para darla a conocer y hacerla perdurar en el tiempo.
El track de GPS, que he tenido que hacer a mano, es de poco más de 8km. Se trata de un recorrido con una parte circular, y apto para gente en forma o niños ya mayores. Casi todo es por pista de tierra y no hay mucho desnivel (no hacer caso al gráfico de altitud), a excepción del ascenso al Pi Gros, que es un pequeño sendero de ida y vuelta con bastante cuesta. El punto de partida del circuito está en el Racó de l’Avellanar, pero aquí sólo se puede llegar en 4×4 o con vehículo alto y mucho cuidado. Si vas en coche normal te recomiendo aparcar en área de ocio de La Fou y salir desde allí, lo que implicará sumar 8 km más al total del circuito. Por eso lo he clasificado de dificultad moderada.
Aquí tienes una recreación 3D del circuito para que te hagas una mejor idea del recorrido y del terreno por el que discurre. Pulsa en la pausa si empieza a reproducirse antes de que acabe de cargarse el fondo. Durante la reproducción puedes cambiar el punto de vista moviendo el ratón con el botón izquierdo pulsado, y también acercar y alejar con la rueda del botón. Pulsa en la tortuga o en la liebre para cambiar la velocidad de reproducción.
Para llegar hasta el lugar donde empieza el circuito nos dirigimos al pantano de Ulldecona desde La Sènia por la carretera CV-105. Justo pasado el puente que cruza el pantano nos desviamos hacia la derecha por una pista forestal. Conduciendo con cuidado durante unos 8km llegaremos al área de ocio de La Fou. A partir de ahí es mejor seguir con 4×4, aunque yo lo hice con mi coche, no precisamente alto y llegué hasta el Racó de l’Avellanar no sin tocar bajos unas cuantas veces y haber hecho bajar a los ocupantes del coche para poder pasar por algún tramo muy complicado. Puedes probar suerte por tu cuenta y riesgo. Si finalmente decides hacer este tramo a pie, decirte que basta con seguir la pista, que discurre por el Barranc de la Fou. Más o menos a unos 2km de allí pasamos por la Font del Teix, y algo menos de 2km más adelante, en el Racó de l’Avellanar, encontramos el punto de inicio del track GPS, justo en una curva amplia de la pista donde poder dejar el coche sin que moleste. A partir de ahí la pista se hace más difícil y si no es con 4×4 no se puede subir. Más o menos 1,1km más arriba hay una pequeña explanada, el último punto donde dejar el vehículo, porque poco más adelante hay una puerta por la que sólo se puede pasar a pie o en BTT. Estamos en el Collet de l’Herba Sana. Y a partir de aquí haré memoria con las fotos, porque no recuerdo muchos detalles del recorrido.
Desde aquí, hacia el Este vemos la montaña del Negrell, al otro lado del barranco de la Fou, con sus escarpadas paredes. Una de las rocas me sugiere la figura de un mono o de una persona sentada mirando al cielo como rogando.
Tras pasar la puerta continuamos por la pista. Las bayas maduras del acebo dan color a esta parte del camino.
La condiciones para la vida vegetal en este terreno tan rocoso y escarpado son muy duras.
Unos 600 metros después del Collet de l’Herba Sana la pista traza una curva a la derecha. Entramos en el Barranc del Retaule. Aquí la vegetación se hace más densa y la luz se tiñe de amarillo al atravesar las hojas de los arces silvestres.
Y cuando no son los arces los que atrapan la luz del sol y la tiñen de amarillo son las semillas plumosas de las clemátides, que hacen lo mismo pero sin alterar el color de la luz.
Medio kilómetro más adelante la pista cruza el barranco en una curva a la izquierda de casi 180º, y unos 400 metros más adelante llegamos a un cruce. Al otro lado del barranco y frente a las paredes rocosas del Catinell vemos un árbol que destaca por encima de los demás: es el Pi Gros, que visitaremos más adelante.
En el cruce seguimos por la pista de la derecha. El camino desciende ligeramente. Al pasar bajo el Avenc de la Mola el entorno es más húmedo y oscuro, favoreciendo el desarrollo de setas en los troncos de madera podrida.
L’Avenc de la Mola detrás nuestro.
La pista cruza de nuevo el Barranc del Retaule, y unos 750 metros después del cruce llegamos a otro. Estamos en El Retaule. Hacia la derecha se va a la Font del Retaule, pero nosotros iremos hacia la izquierda, entrando en el hayedo. Al no estar las hayas dispuestas en llano y dado lo avanzado del otoño, muchas han perdido las hojas o las que aún quedan tienen tonos oscuros. Destaca más el amarillo de las hojas de mostajo, con sus llamativos frutos rojos.
A nuestra derecha y por encima del bosque se elevan las rocas del Catinell.
La pista asciende suavemente. Los arces de nuestro alrededor ya han perdido las hojas, a diferencia de los del principio del recorrido, y conservan bastantes semillas que aún no han echado a volar.
Esta parte del camino discurre por la cara norte del Catinell, por lo que no le da la luz del sol en todo el día. En el suelo se acumulan las hojas que han caído de los árboles, y con la humedad y el frescos permanentes son el lugar ideal para el desarrollo de setas.
Una de las principales ventajas de las cámara compactas, y en general las que tienen sensor pequeño, es que te puedes acercar a muy pocos centímetros de las cosas pequeñas para poderles sacar macros. No hace falta objetivo especial ni lente de aproximación. La foto anterior de las setas está tomada a apenas 5cm de ellas, así como ésta de un liquen en una ramita caída en el camino.
Aquí, en un rincón de camino entre hojas de haya, un par de hojas de mostajo, mostrando el haz la de la izquierda y el envés la de la derecha.
Y a 1,2km del cruce de la Font del Retaule, en la tangente de una curva pronunciada a la izquieda, a nuestra derecha encontramos el Faig Pare. Cuando lo ves no puedes evitar la expresión de asombro. Las fotos no le hacen justicia.
En otra época del año, con hojas, seguro que tiene que ser espectacular, pero a pesar de encontrarlo desnudo, sus dimensiones hacen que no puedas dejar de contemplarlo y de fotografiarlo, aunque por aquel entonces yo no disponía de una cámara en condiciones ni tenía los conocimientos que tengo ahora. De esto me he dado cuenta mientras preparaba este artículo.
Este rincón de la Fageda del Retaule es ideal para descansar y comer algo de lo que llevemos encima. Aparte de eso estamos en el punto más alto del recorrido. El resto es todo bajada, exceptuando la visita al Pi Gros.
Emprendemos la segunta parte del recorrido deshaciendo el camino hacia la Font del Retaule. Ahora es más fácil, que todo es bajada. Esto nos permite mirar menos el suelo y más a los árboles, como este mostajo iluminado por el sol.
O capturar todos los colores del otoño en una sola foto.
O hasta mirar hacia arriba desde el tronco de un árbol como si fuéramos una ardilla trepando.
Cuando llegamos al cruce del Retaule seguimos recto en lugar de desviarnos a la derecha, que es por donde vinimos. A los pocos metros llegamos a la Font del Retaule, de la que no tengo ninguna foto ni tampoco recuerdo cómo era. Puede que no fuera interesante y por eso no tengo fotos. Ya me extraña, pero como he dicho al principio, en aquellos tiempos no tenía criterio fotográfico. Pocos metros más adelante hay un sendeor que sale a la izquierda, montaña arriba. Creo recordar que estaba señalizado. Es el camino que conduce al Pi Gros. Es corto pero muy empinado. Cuando por fin llegamos a él, el bosque es tan tupido que no podemos ver este enorme pino en todo su esplendor.
En esta foto es el pino que sale desde abajo. Desde aquí es imposible ver dónde acaba. El Pi Gros es el pino salgareño (Pinus nigra) más alto de Catalunya y puede que también de la península. Tiene unos 33 metros de altura y 5 metros de perímetro en la base del tronco. Se le calculan nada y nada menos que 700 años. Resulta curiosa la forma retorcida de algunas de sus ramas.
En esta foto se puede ver que algunas de sus ramas están sujetas a cables de acero. Estos cables sirven para evitar que el árbol pueda verse afectado por el viento. Al ser tan alto está muy expuesto. Aquí otra foto casi desde el pie.
Entre los pinos de esta parte del bosque tan escarpada se intercalan hayas, que a diferencia de las de la Fageda del Retaule que había perdido casi todas sus hojas, aquí las mantienen, y de todos los colores, desde el verde hasta el rojo.
Un detalle del pie del Pi Gros, el punto en el que el árbol se clava en la tierra.
Y una foto más del tronco del Pi Gros. Es curioso lo recto y liso que es en comparación del Faig Pare.
Descendemos por el sendero del Pi Gros hasta el que venía de la Font del Retaule, y seguimos hacia la izquierda, por un estrecho pero agradable sendero que en un primer tramo va llaneando. A la que pasamos el Morral de Catinell, el sendero empieza a descender y ante nosotros se abre el barranco de la Fou.
Abajo en el centro el Pont Foradat, justo en el límite de Catalunya con la Comunitat Valenciana. Todo lo que hay detrás pertenece a Castellón.
Este sendero se reúne con la pista de la Fou un poco antes de la puerta del Collet de l’Herba Sana. Cuando llegamos a la pista seguimos hacia la izquierda, en dirección a donde tengamos el coche. Mientras descendemos hacia el Racó del l’Avellanar contemplamos la pared de la parte humbría y cómo en ese terreno tan vertical son capaces de crecer los pinos salgareños.
Algunos árboles no sobreviven. Éste quizás fue alcanzado por un rayo.
Otros aguantan el equilibrio.
Hay pinos a los que no les basta con apoyarse en las rocas, sino que prácticamente se funden con ellas.
Un terreno rocoso, sin sustrato de tierra donde echar raíces, y aún así los pinos las echan, no sé por dónde.
Y hasta aquí este recorrido por uno de los rincones más emblemáticos del Parc Natural dels Ports. Lamento no haber podido recordar más detalles ni haber hecho más y mejores fotos, pero la experiencia se gana con el tiempo. En cualquier caso creo que no me he dejado nada que fuera importante. Habiendo pasado tantos años desde mi visita me apetece acercarme de nuevo por el Retaule, pero puede que lo haga por otro lado. Si vuelvo prometo un reportaje más actualizado.
Cómo llegar a la Fageda del Retaule
Previsión meteorológica
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