La primavera despierta con fuerza en los campos de frutales, sobre todo en los melocotoneros. Es el momento de salir a fotografiar este estallido de color, y un buen lugar es el Camino Natural del Ebro a la altura de Móra d’Ebre.
Construídos a finales del siglo XIX y principios del XX para abastecer de agua una colonia agrícola, la naturaleza ha integrado los Estanys de Graugés en el paisaje, y vale la pena hacerles una visita.
Situado entre el Penedès y el Garraf, el pantano del Foix es el corazón de un parque natural con un importante patrimonio paisajístico y cultural, y que vale la pena recorrer, sobre todo en primavera.
