La Val d’Aran (Vall d’Aran en catalán o Valle de Arán en castellano) es un territorio montañoso de los Pirineos en la provincia de Lleida. Es la comarca más septentrional de Catalunya y está separada de ésta y del resto de España por las montañas más altas de la cordillera pirenaica, de más de 3.000 metros de altitud, y en cambio está mejor comunicada con Francia. Este aislamiento causado por las montañas convierten a la Val d’Aran en un lugar especial, con un clima, una lengua, unas costumbres y unos paisajes únicos y diferentes. Es como una Andorra pero sin asiento en la Asamblea General de la ONU.
Contemplando un paisaje de la Val d’Aran
Qué es la Val d’Aran
El río Garona da forma a la orografía de la Val d’Aran en forma de valle, y en un principio dividió éste en tres zonas administrativas, tercios o terçons, según la altitud: Naut Aran (Alto Arán), Mijaran (Medio Arán) y Baish Aran (Bajo Arán). Este río, que nace en la Val d’Aran -hay discusión sobre el lugar concreto, si en el Pla de Beret en Naut Aran o a los pies del pico Aneto en la provincia de Huesca-, desciende hacia el norte y atraviesa una buena parte de Francia para desembocar en el Océano Atlántico en el Estuario de Gironda, en Burdeos. Es esta orientación orográfica la que hace que esta comarca tenga clima atlántico, ya que a ella llegan los frentes oceánicos y rara vez los temporales de Levante típicos en Catalunya.
La capital de la Val d’Aran es Vielha e Mijaran, en el centro del valle, y está comunicada por carretera con España por el Port de la Bonaigua al este y el Túnel de Viella al sur, y con Francia por Pont de Rei al norte siguiendo el curso del Garona. El hecho de que este valle esté separado del resto de España por montañas tan altas ha dificultado durante siglos la comunicación en invierno, hecho que ha favorecido el contacto con Francia. De hecho en la Val d’Aran se habla una lengua propia, el aranés, que es una variante del occitano con algunas influencias de catalán. Obviamente también se habla catalán y castellano. La Val d’Aran también tiene un gobierno autónomo propio, el Conselh Generau d’Aran, con sede en Vielha.
Cómo llegar y dónde dormir
A la Val d’Aran sólo se puede llegar por carretera. Por el lado español se llega a Viella por la C-28 subiendo el Port de la Bonaigua desde el Pallars Sobirà, o por la N-230 atravesando el Túnel de Viella desde la Alta Ribagorça. Por el lado francés se entra a la Val d’Aran por Pònt del Rei desde el norte y por el Col du Portillon desde el este. Hay un servicio regular y diario de bus de la compañía ALSA desde Barcelona y desde Lleida, así como otras compañías de autocar que van desde Valencia pasando por Tarragona y Lleida y desde Madrid pasando por Zaragoza y Lleida. Todos acaban en Viella.
Toda la Val d’Aran tiene una gran oferta de alojamientos, desde hoteles hasta apartamentos turísticos pasando por casas rurales y campings. La mayor parte de los alojamientos se concentran en Viella y en los pueblos del Naut Aran próximos a la estación de esquí de Baqueira Beret, la más grande de España. Yo estuve alojado en un apartamento turístico en Bossòst, y la verdad es que estuve muy bien.
Aparte de lugares donde dormir, hay también una amplia oferta de restauración, tanto a pie de carretera como en los diversos pueblos del valle. Algunos de ellos son aclamados por los más sibaritas, como el Er Occitan en Bossòst. Yo sólo conozco la Braseria El Racó en Viella, en un estrecho callejón frente al Mercadona, y es el que recomiendo. Es pequeño y acogedor, y tocan mucho la cocina tradicional aranesa, como la olla aranesa, plato caliente que recomiendo.
Qué ver en la Val d’Aran y los alrededores
Pueblos de la Val d’Aran
La Val d’Aran tiene poco más de 10.000 habitantes repartidos en 33 pueblos de montaña agrupados en 9 municipios. ¿Que qué ver en la Val d’Aran? Pues como todos los pueblos de montaña, los pueblos araneses tienen ese punto de encanto y esa integración en el paisaje que los hace muy visitables y fotografiables. Calles estrechas y empinadas rodeadas por casas de piedra con tejados de pizarra, y algunos de estos pueblos iglesias de estilo románico. A destacar Bagergue, considerado uno de los pueblos más bonitos de Catalunya, además del más alto de la Val d’Aran, a 1.420 metros de altitud. En la zona alta también destacan Unha, Salardú y Arties.
Vielha, la capital, es como un pueblo grande y concentra al 40% de la población del valle. Un poco hacia el norte encontramos Vilamòs, considerado el pueblo más antiguo de la Val d’Aran y con la ermita románica de Sant Miquel del siglo XI. Ya en la zona baja encontramos Bossòst, un pueblo a ambos lados del Garona y muy frecuentado por ciudadanos franceses, que vienen aquí a hacer sus compras aprovechando los precios más baratos a este lado de la frontera.
Poco más al norte tenemos Les, el último pueblo que cruzamos antes de pasar a Francia. Aquí se produce el caviar Nacariï, uno de los más apreciados de Europa y al nivel del caviar iraní. Los esturiones se crían en una piscifactoría en el río Garona. También en Les es tradición milenaria la Crema deth Haro en la noche de San Juan. Saliendo de Les hacia el norte pasamos junto a un gran estanco y una gran licorería, los productos que más vienen a comprar los franceses. Poco más adelante se encuentran los pueblos de Bausen arriba a la izquierda, y Canejan arriba a la derecha, y llegamos a la frontera francesa en Pònt deth Rei, utilizado por muchos refugiados españoles que huían a Francia durante la Guerra Civil española.
Ruta por el Comminges
Mientras los franceses bajan los fines de semana a hacer comprar a la Val d’Aran, nosotros podemos subir los jueves a Francia para visitar el mercado semanal de Saint-Gaudens, uno de los más importantes del Comminges, un condado medieval de cuyo obispado dependió la Val d’Aran hasta el siglo XVIII. A destacar la colegiata de Saint-Pierre y Saint-Gaudens y la humeante fábrica de pasta de papel.
Después de las compras nos acercamos a Saint-Bertrand-de-Comminges, una población con muchísima historia, ya ocupado desde antes de los romanos, que le pusieron el nombre de Lugdunum Convenarum (colina del dios Lug de los Cónvenos, el pueblo más antiguo de que se tiene constancia en el lugar). Saint-Bertrand es considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia.
De regreso a la Val d’Aran hacemos una parada en Bagnères-de-Luchon, conocida por su estación termal y su estación de esquí. Desde allí acabamos ruta entrando en la Val d’Aran por el mítico Col du Portillon, puerto de montaña referencia de los ciclistas, que nos deja en Bossòst.
Mapa de localizaciones
Aquí tienes mi mapa de localizaciones de esta exploración de la Val d’Aran. El marcador negro corresponde a Viella, la capital, los marcadores azules son las poblaciones mencionadas más arriba, para que te sitúes, y los marcadores rojos son las excursiones que te explicaré a continuación (uno está debajo del marcador negro de Vielha). Faltaría una excursión imprescindible, al Sauth deth Pish, pero cuando estuve en noviembre del 2018 la carretera de acceso estaba cortada por un desprendimiento.
Explorando la Val d’Aran
Ruta 1: El Bòsc de Conangles en la entrada a la Val d’Aran
Poco antes de entrar en la Val d’Aran por el túnel de Vielha hay uno de los bosques de hayas y abetos más importantes de la Península Ibérica, el Bòsc de Conangles. Desde allí parte este bello recorrido hacia el Saut de Molières remontando el Noguera-Ribagorçana y pasando por el antiguo Espitau de Vielha, unas instalaciones con mucha historia.
Ruta 2: La Bassa d’Oles y el Bòsc de Varicauba, al ladito de Viella
Cerca de Vielha y a 1.600 metros de altitud hay un lugar ideal para paseos en familia rodeados de naturaleza y bellos paisajes de montaña. Se trata de la Bassa d’Oles y el Bòsc de Varicauba. No puedes irte del Valle de Arán sin hacerles una visita.
Ruta 3: La Artiga de Lin y los Uelhs deth Joèu, imprescindibles en la Val d’Aran
Si quieres disfrutar de una estupenda jornada de senderismo en el Valle de Arán y regresar a casa con unas fotos preciosas, tienes que subir a la Artiga de Lin y ver los Uelhs deht Joèu, uno de los posibles nacederos del Garona y cuyas aguas vienen de más lejos de lo que parece.
Ruta 4: El Bosque Encantado de Carlac
En el extremo más al norte de Catalunya existe un pequeño pueblo, Bausen, donde conviven una bonita pero triste historia de amor y un hayedo de árboles centenarios con formas de lo más sugerentes, el Bosque Encantado de Carlac. Otra excursión imprescindible que no te deberías perder.
Ruta 5: El Valle de Torán, lo más recóndito de la Val d’Aran
Con un pasado minero desde finales del siglo XIX a principios del XX, abandonado en la Guerra Civil y repoblándose desde los años 80, sus montañas y bosques constituyen el hábitat preferido del oso pardo. Estoy hablando de la Val de Toran (Valle de Torán en castellano), el rincón más desconocido y agreste de la Vall d’Aran.
Previsión meteorológica
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